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Por qué acusan a México de haberse convertido en la policía migratoria de Estados Unidos


Migrantes en la frontera con MéxicoDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEl gobierno de México cerró la puerta fronteriza a la caravana de migrantes centroamericanos que llegó a través de Guatemala.

El presidente estadounidense Donald Trump lo celebró como una victoria propia.
El mandatario felicitó el pasado sábado al gobierno de México por intentar detener el paso de miles de migrantes centroamericanos, la mayoría de Honduras, en su marcha rumbo a Estados Unidos.
"¡Quiero agradecer a México y a los líderes de México, que han sido increíbles! (...)¿Y saben por qué (detuvieron a los migrantes)? ¡Porque ahora México respeta el liderazgo de Estados Unidos!", dijo Trump en un mitin político en Nevada, en el oeste del país.
La marcha de centroamericanos, muchos de ellos mujeres y niños, había sido detenida el viernes por fuerzas policiales de México, que llegaron a emplear gases lacrimógenos y escudos antimotines para frenar el avance de los migrantes.



Cómo reciben los mexicanos a la caravana de migrantes centroamericanos en su país

Miles quedaron atascados en el puente sobre el río Suchiate, que une a Guatemala con México.
Algunos decidieron aceptar la oferta del ejército guatemalteco de llevarlos de regreso a Honduras en buses otros solicitaron la condición de refugiado en México, que anunció iba a tramitar 300 al día.
Pero muchos más, varios miles, decidieron perseverar en su intención de continuar rumbo a EE.UU. y lo hicieron cruzando por el río.
En cualquier caso, el uso de la fuerza por parte del gobierno mexicano no fue bien visto por muchos en el país.
Políticos, líderes sociales, analistas y figuras públicas criticaron que México se convirtiera en una suerte de "policía migratoria" que sirve a intereses de EE.UU. y su presidente.

Puente sobre el río SuchiateDerechos de autor de la imagenAFP/GETTY IMAGES
Image captionMigrantes atrapados en el puente que une a Guatemala con México.

"El Estado mexicano debe actuar con la mayor sensibilidad y responsabilidad para que la caravana migrante no desemboque en una crisis humanitaria de proporciones alarmantes (…) Debemos ser la bisagra, no el muro fronterizo", dijo en Twitter el senador Ricardo Monreal, líder de la mayoría en el Senado.
Peña Nieto defendió las acciones de la policía el viernes en un mensaje televisado: "Como cualquier país soberano, México no permite ni permitirá el ingreso a su territorio de manera irregular y, mucho menos, de forma violenta".
Sin embargo, los críticos señalan que, durante la última década, los esfuerzos de los gobiernos de México y Estados Unidos se han enfocado en implementar controles más estrictos en la frontera mexicana con Guatemala.
Y eso se ha reflejado en el incremento de las detenciones en la frontera sur y a lo largo del país.
"El muro no es de ladrillo y hormigón, sino de gente, de cuerpos de seguridad del Estado", le dijo a BBC Mundo Salvador La Cruz, del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, al evaluar la problemática.

Mike Pompeo y Luis VidegarayDerechos de autor de la imagenEPA
Image captionUn par de horas antes del cierre de la frontera mexicana, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pomeo (izq) se reunió con el canciller mexicano, Luis Videgaray, en Ciudad de México.

"Frontera Segura"

El gobierno de Enrique Peña Nieto implementó en 2014 el plan "Frontera Segura", que presentó como una reestructuración de la política migratoria en la frontera con Guatemala, un paso obligado de los migrantes centroamericanos.
El nuevo enfoque marcó como prioridades el lograr un paso "formal y ordenado" de migrantes, brindarles "mayor seguridad" ante la violencia criminal creciente y otorgarles documentos de tránsito.

Migrantes cruzan el río Suchiate en balsasDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEl paso de centroamericanos hacia México en balsas es una práctica que ha perdurado durante décadas.

Sin embargo, como señalaron en un informe en ese momento Christopher Wilson y Pedro Valenzuela, del think thank Wilson Center, la estrategia de reforzamiento de seguridad venía desde tiempo atrás con un acompañamiento a la política migratoria de EE.UU.
"Estados Unidos ha incrementado su compromiso con México en temas relacionados con la frontera sur, en gran parte a través de la Iniciativa Mérida", firmada en 2008 entre el los presidentes Felipe Calderón y George W. Bush, dice el informe de Wilson y Valenzuela.
El Servicio de Investigación del Congreso de EE.UU., citan los autores, documentó que ese país proporcionó a México US$6,6 millones en "equipos de inspección no intrusivos" y US$3,5 millones en "quioscos móviles, operados por el Instituto Nacional de Migración de México, que captan la información biométrica y biográfica" de migrantes.

Un migrante detenido en una patrullaDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionDe 2013 a 2017, durante el gobierno de Peña Nieto, unos 600.00 migrantes centroamericanos fueron detenidos en México.

El Departamento de Estado de EE.UU. también ofreció capacitación a patrullas fronterizas, equipos de comunicaciones y apoyo para el desarrollo de la movilidad aérea y vigilancia de México, según el reporte.
A partir de la implementación del plan Frontera Segura, las estadísticas oficiales muestran que el número de detenciones de migrantes se incrementó entre 2014 y 2016, al pasar de 119.714 a 179.618.
Los patrullajes en las carreteras de los estados de Chiapas y Tabasco, con militares y funcionarios migratorios, logran la captura de 66% de los migrantes que entran de forma indocumentada al país, según la Unidad de Política Migratoria mexicana.

El "muro" mexicano

Para algunos políticos y analistas del fenómeno migratorio centroamericano, la política de contención que han implementado los últimos dos presidentes mexicanos explica el momento actual.
"En materia de drogas, hemos hecho el trabajo sucio de EE.UU. ¿También lo haremos en materia migratoria?", cuestionó el analista José Antonio Crespo al referirse al agradecimiento de Trump a México.
La politóloga Denise Dresser también objetó el trato hacia los centroamericanos: "¿Y luego con qué cara reclamamos el maltrato a nuestros migrantes cuando intentan cruzar la frontera estadounidense, en busca de oportunidades que no encuentran en su propio país?".

Migrantes enfrentan a la policíaDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionMuchos de los migrantes cuentan que en Guatemala los trataron muy bien, pero al llegar a la frontera con México las cosas cambiaron.

Por su parte, el exembajador de México en EE.UU. Arturo Sarukan criticó laactitud de xenofobia de algunos mexicanos.
"Triste ver que en un país expulsor de migrantes como el nuestro haya muchas voces en estos días y en esta red exigiendo se cierre el paso a migrantes centroamericanos y que se les culpe de elevar crímenes en el país".
A su vez, el presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, dijo en Twitter: "México no es Nuevo México. Basta de agresiones contra los migrantes centroamericanos de la Caravana Migrante. Debiéramos respetar rigurosamente sus derechos humanos, protegerlos y acompañarlos en su caravana".
Sin embargo, en el estado de Chiapas (donde se encontraba la caravana) se vieron gestos espontáneos de solidaridad de mexicanos comunes que daban comida y bebida a los caminantes.



¿De qué huyen los hondureños que quieren llegar a Estados Unidos?

El caricaturista mexicano Antonio Helguera sintetizó en un dibujo lo que señalan muchos críticos.
El mismo, publicado en el diario La Jornada este sábado, tiene como figura al presidente Trump vestido de policía, con un escudo antimotines en una mano y una bandera de México en la otra. Un pequeño cartel dice en inglés "Prohibido el paso".
Peña Nieto en su mensaje reconoció que México es un país "que conoce y vive los retos de la migración".
Sin embargo, también planteó de forma inusual que los migrantes deben contar con un visado proporcionado por México para poder acceder a su territorio, como exige EE.UU.
"Toda persona que deseara ingresar a territorio nacional podría hacerlo siempre y cuando contara con documentos de viaje y una visa concedida por México", señaló.
Y el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, prometió este miércoles pasado que se entregarán visas de trabajo a los migrantes centroamericanos que deseen permanecer en el país.
Ya el sábado, en la frontera con Guatemala los policías federales mexicanos se limitaban a observar el paso de los migrantes por el río, algo que ninguna política en el pasado ni en el presente ha podido detener.
Y los elogios de Trump acabaron convirtiéndose en reproches.
"Tristemente, parece que la policía mexicana y los militares son incapaces de detener la caravana que se dirige a la frontera sur de Estados Unidos. Criminales y desconocidos de Medio Oriente se han mezclado (ahí). He alertado a la Patrulla Fronteriza y al Ejército de que esto es una emergencia nacional. ¡Hay que cambiar las leyes!", publicó el presidente en Twitter el lunes.




Un policía observa a migrantes en el ríoDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLos migrantes que se cansaron de esperar el acceso por el puente vehicular optaron por llegar a territorio mexicano a través del río Suchiate.


EU recortaría ayuda a países
Tras descansar en esta ciudad del sur de México, miles de migrantes centroamericanos reanudaron el lunes su marcha a Estados Unidos pese a las nuevas amenazas del presidente Donald Trump de que recortará la ayuda a Centroamérica.
Bajo un sol ardiente, la gran columna de migrantes -en su mayoría hondureños- comenzaron a caminar hacia Huixtla, unos 40 kilómetros al noroeste.
Después de culpar a los demócratas por las “leyes débiles” de inmigración días atrás, Trump publicó el lunes en Twitter: “Cada vez que vean una caravana, o personas que vienen ilegalmente o intentan ingresar a nuestro país ilegalmente, piensen y culpen a los demócratas por no darnos los votos para cambiar nuestras patéticas leyes de inmigración”.
Un equipo de periodistas de The Associated Press que ha viajado con la caravana durante más de una semana ha hablado con hondureños, guatemaltecos y salvadoreños, pero no ha visto a ningún migrante de Medio Oriente como Trump sostuvo al decir que van mezclados con los centroamericanos.
La caravana, que partió hace más de una semana con menos de 200 migrantes, fue atrayendo más personas a su paso.
Naciones Unidas
Las Naciones Unidas estimó que la caravana está integrada por más de 7.200 personas. El portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, dio la cifra a periodistas en la sede de la organización en Nueva York y dijo que la Organización Internacional para las Migraciones informó que un gran número de personas seguían llegando a México el lunes.
“Los Estados de la región deben cooperar para resolver la situación”, dijo Haq. El secretario general Antonio Guterres “cree que la situación debe tratarse de acuerdo con el derecho internacional y con el pleno respeto de los derechos del país a administrar sus fronteras”. Haq dijo que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) envió un equipo de emergencia a las ciudades mexicanas cerca de la frontera con Guatemala. El objetivo del equipo es brindar a los miembros de la caravana la información adecuada sobre el sistema de asilo de México, así como asesoramiento legal y asistencia humanitaria.
Las autoridades de Guatemala dijeron que otro grupo de aproximadamente 1.000 migrantes había ingresado a ese país desde Honduras.
Carlos Leónidas García Urbina, de 28 años y originario de Tocoa, contó que estaba cortando el césped del jardín de la casa de su padre cuando escuchó pasar la caravana.
“Dejé las tijeras y todo allí en el suelo y me fui a juntar a la caravana con 500 lempiras (unos 20 dólares) en el bolsillo”, dijo a AP. “Vamos a la tierra prometida”.
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REPRESALIAS POR EL AVANCE DE CARAVANA
El presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró ayer que EE.UU. recortará “sustancialmente” la ayuda económica que concede anualmente a Guatemala, Honduras y El Salvador como represalia por el avance de la caravana de inmigrantes hondureños, y arremetió contra México por no detener a esa comitiva. Trump, que en los últimos días ha convertido a la caravana migratoria en uno de sus temas favoritos en la campaña previa a las elecciones legislativas del 6 de noviembre en Estados Unidos, afirmó que cumplirá con su reciente amenaza de reducir la ayuda a los países del Triángulo Norte de Centroamérica. “Guatemala, Honduras y El Salvador no fueron capaces de hacer el trabajo de impedir que la gente saliese de su país y viniese de manera ilegal a EE.UU” escribió en su Twitter.

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Un migrante hondureño protege a su hijo después de que otros miembros de la caravana derribaran una valla en Guatemala.
Un migrante hondureño protege a su hijo después de que otros miembros de la caravana derribaran una valla fronteriza en el lado guatemalteco.

"En Honduras tememos: morir de hambre o asesinados por las maras. Por eso, cuando oí de la caravana de migrantes, me atreví a dejarlo todo".
Antonio García es uno de los miles de hondureños que ha emprendido la marcha en un intento de llegar a Estados Unidos.
Cada migrante tiene una historia. Y la mayoría es dramática.
Así, miles y miles de dramas personales se agolparonel viernes en Tecún Uman, en la frontera entre México y Guatemala.
La caravana de migrantes, que salió en su mayoría de Honduras, rompió la valla de contención del puente que cruza el ancho río Suchiate, la frontera natural que separa ambos países.




Valla entre México y GuatemalaDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLa valla que separa la frontera del lado de Guatemala no sirvió para contener la caravana.
Miles de migrantesDerechos de autor de la imagenAFP
Image captionMiles de personas llegaron a la frontera entre Guatemala y México.

"México, México", coreaban alegres pensando que las autoridades del país les dejaría seguir su camino a lo que creen una mejor vida en Estados Unidos.
"Bienvenidos" reza un cartel sobre el puente que cruzaron a su paso.
Los migrantes, entre los que había ancianos, niños y mujeres embarazadas, cruzaron el puente corriendo y embriagados por la euforia de haber dejado atrás Guatemala.
Pero no sabían lo que les esperaba del otro lado: cientos de policías federales mexicanos armados con escudos y toletes.
Hubo jaloneos y empujones con las fuerzas de seguridad. Los policías lanzaron gases lacrimógenos, los inmigrantes, piedras.

Bajo el cartel de bienvenidos a México.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionBajo el cartel de "Bienvenidos a México", un fuerte despliegue policial impedía la entrada de los inmigrantes.

El caos se apoderó de la situación por un buen rato. Hubo pánico y algunos entraron en crisis nerviosa.
"Mi niña se desmayó por el cansancio, por el miedo y la asfixia de estar entre tantas personas", cuenta María García, madre soltera que quiere que la niña, de 9 años, logre su sueño de ser pediatra y dice que eso es difícil en Honduras porque son pobres.

Los migrantes abarrotaron el puente que sirve de paso fronterizo.Derechos de autor de la imagenAFP
Image captionLos migrantes abarrotaron el puente que sirve de paso fronterizo.
Los migrantes abarrotaron el puente que sirve de frontera.Derechos de autor de la imagenREUTERS
Algunos optaron por lanzarse al río.Derechos de autor de la imagenREUTERS
Image captionAlgunos optaron por lanzarse al río.

La pobreza y la violencia de las maras son los dos motivos más citados para haber dejado atrás su país, su familia y todas sus cosas.
"Solo queremos un trabajo. Es lo único que pedimos. Somos gente de bien, pero en nuestro país no hay oportunidades", dice una mujer con tres hijos que prefiere no dar su nombre.
Dice que en Honduras no encuentra trabajo. "Además, lo poco que uno gana está siempre en riesgo de ser arrebatado por las maras, si no es que te matan. A mí me asesinaron ya a un hermano".
Francisca, una vendedora ambulante que viaja con uno de sus cinco hijos, dice que es viuda también porque los pandilleros mataron a pedradas a su esposo.







¿De qué huyen los hondureños que quieren llegar a Estados Unidos?

"Yo quiero llegar a Estados Unidos para trabajar y poder pagar un marcapasos que necesita mi madre", cuenta entre lágrimas uno de los migrantes que está al frente de las rejas que les impide la entrada a México.
Muchos dicen que oyeron en los medios de Honduras de la caravana y decidieron unirse. Algunos llevan una semana viajando. Otros más han comenzado el viaje en los últimos días.

Varados en el puente

Tras la tensión, las fuerzas de seguridad tomaron el control de la situación y lograron contenerlos entre las rejas. Miles de migrantes llevaban horas esperando en el puente.
Y quedaron así, varados entre Guatemala y México. Horas a la intemperie, desesperados.
Cansados y con hambre, algunos habían llegado tras caminar cientos de kilómetros en la lluvia y el calor, comiendo y durmiendo como podían. La mayoría sólo lleva lo que puede cargar: algún cambio de ropa y un poco de agua.
Muchos cuentan que en Guatemala los trataron muy bien: la gente les daba refugio y comida.

"Quiero conseguir un trabajo en Estados Unidos para poder pagar un marcapasos que necesita mi madre"
Image caption"Quiero conseguir un trabajo en Estados Unidos para poder pagar un marcapasos que necesita mi madre".

"¡México, por humanidad, déjanos pasar, no nos trates como a ti te tratan los EE.UU.!", gritaba con una voz que iba entre la rabia y la desesperación un hombre trepado en las rejas.
Pero México sufre la presión del presidente estadounidense, Donald Trump,que le ha pedido frenar la caravana.
De lo contrario, advirtió, cerrará la frontera y cortará las ayudas económicas a Honduras, El Salvador y Guatemala.
Las autoridades mexicanas han reiterado que dejarán pasar a los migrantes que tengan visa, como es requisito para los ciudadanos Hondureños, y que hará los trámites para los que quieran solicitar el estatus de refugiados.
Para agilizar los trámites, ha pedido ayuda al ACNUR, la agencia de Naciones Unidas para los refugiados.

Valla entre México y GuatemalaDerechos de autor de la imagenEPA
Image captionLos migrantes gritaban que los dejaran pasar.

Pero son muchos los que no tienen documentos y se ven obligados a tratar de evitar el paso por migración. Algunos de los más jóvenes, se atrevieron a trepar las vallas de lado del puente y a saltar hacia el río.
El Suchiate, en temporada seca llega a la rodilla y se puede atravesar a pie, pero está crecido por las lluvias. Aún así, saltar era una maniobra peligrosa, pues el puente mide más de seis metros. Algunos de los que se tiraron salieron cojeando.
La única mujer que saltó, una estudiante veinteañera que prefiere no decir su nombre, dice que solo quiere "un trabajo digno que en Honduras es imposible de conseguir".

"Migrar no es un delito"

"México está llevando a cabo una política de contención, de no dejar pasar a la mayoría", explica a BBC Mundo Edgar Corzo Sosa, de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Al inicio dejaron pasar a 50 personas que habían solicitado refugio. Después, se llegó a un acuerdo para que las mamás y los niños se fueran a un alberge en Tapachula, una ciudad cercana.
Así se fueron seis autobuses llenos con la gente que aceptó esta medida, aunque, muchos desconfían de las autoridades mexicanas y temen ser deportados.
Corzo insiste que "en México migrar no es un delito, es una falta administrativa".

MigrantesDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionMuchos de los migrantes cuentan que en Guatemala los trataron muy bien.
Frontera de México y Guatemala.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEn la vaya se agolpaban familias con niños.

"Esta crisis tiene una cara humanitaria. Antes que nada se deben proteger los derechos humanos".
Su equipo ha documentado que es una migración en dimensiones "que no se habían visto antes".

Edgar Corzo Sosa
Image captionEdgar Corzo Sosa piensa que "México debe ser congruente: lo que le pide a Estados Unidos para sus migrantes es lo que tiene que hacer con los centroamericanos".

Las horas pasan y las necesidades de los migrantes aumentan. Se preparan para dormir en el puente, a la intemperie. En las últimas horas del día, el gobierno activó el Plan Marina para brindar asistencia humanitaria como comida o atención médica.
"No vamos a retroceder. No podemos. Ya dejamos todo en Honduras y luchamos por lo único que nos queda: la vida", dice, sobre el puente Jorge Rodríguez.
Para la noche, los inmigrantes más cercanos a la valla del lado mexicano se preparan para pasar horas sin ninguna comodidad. Son tantos y están tan juntos, que tienen que permanecer de pie: no pueden ni siquiera sentarse.
Los llantos de los bebés y niños no paran.
"Por favor, necesitamos pasar, imploramos ayuda", se oye desde el otro lado de la reja. Los policías, que también están cansados, tienen más espacio y algunos se han acostado sobre sus escudos.
"Esta oscuro. Y aunque no tan fuerte, empieza a llover".

 El presidente estadounidense, Donald Trump, pidió este miércoles una actualización de las leyes migratorias ante el avance de una caravana con miles de migrantes desde Centroamérica a Estados Unidos y pidió a los republicanos que este tema sea parte de las legislativas.
"Es difícil de creer que, con miles de personas caminando sin trabas hacia la frontera sur, formados en grandes caravanas, los demócratas no aprueben una legislación que permita leyes para la protección de nuestro país", dijo el presidente estadounidense en Twitter. 
"Los republicanos tienen que hacer que las horrendas, débiles y desactualizadas leyes de inmigración, y el tema de la frontera, sean parte de las legislativas", afirmó Trump cuando se acercan esas elecciones del 6 de noviembre.
El martes, el presidente amenazó a Honduras, Guatemala y El Salvador con cortarles la ayuda estadounidense, si no frenan la caravana de miles de migrantes que salieron el fin de semana de San Pedro Sula con destino a Estados Unidos. 
El sábado, un grupo de más de 2.000 hondureños comenzaron una caminata en San Pedro Sula, 180 km al norte de Tegucigalpa, hacia la frontera con Guatemala para llegar a Estados Unidos, una ruta de 2.000 kilómetros plagada de obstáculos y peligros.
Trump advirtió que cualquier persona que entre ilegalmente en Estados Unidos va ser arrestada y detenida, antes de ser enviado de vuelta a su país.
Unos 2.000 migrantes hondureños reanudaron el martes su marcha en Guatemala mientras el presidente estadounidense Donald Trump amenazó en Twitter con cortar la ayuda económica que otorga a Honduras si no detiene la caravana que busca llegar a su país.
La posibilidad de que Honduras detenga al grupo pareciera limitada debido a que los migrantes lograron cruzar el lunes hacia Guatemala sin registrarse ni realizar trámites migratorios. Cientos de personas que huyen de la pobreza y la violencia en su país pasaron la noche, algunos a la intemperie, en la comunidad de Esquipulas.       
"Estados Unidos ha informado de manera enérgica al presidente de Honduras que, si la gran caravana de personas que se dirigen a Estados Unidos no es detenida y regresada a Honduras, no se dará más dinero o ayuda a Honduras, con efecto inmediato", escribió el mandatario estadounidense.        
Poco después de la amenaza de Trump, autoridades guatemaltecas detuvieron a un exdiputado hondureño que acompañaba a la caravana. Una funcionaria de la Dirección de Migración informó a The Associated Press que el exlegislador Bartolo Fuentes fue capturado junto a Wilmer Simón Gomez y Michael Fajardo, todos por no haber realizado registros migratorios para ingresar al país.                
La funcionaria habló bajo condición de anonimato por no estar autorizada a comentar públicamente sobre el caso.           Miembros de algunas organizaciones hondureñas dijeron hace unos días a la AP que Fuentes era una especie de "coordinador" o "vocero" del viaje, aunque participantes de la caravana en Guatemala han dicho que sólo era uno participante más.
Migración también informó que ha cerrado su sede migratoria en la frontera de Agua Caliente para no permitir el ingreso ni registrar a más migrantes hondureños que siguen llegando a la frontera.               
Poco antes, las autoridades mexicanas advirtieron que si no cumplen los requisitos para entrar al país, no se les permitirá que crucen la frontera con Guatemala.  
A pesar de la larga jornada de la víspera, los migrantes estaban de pie a la madrugada. Empujando carros, niños, mujeres, hombres y ancianos avanzaban escoltados por patrullas de la policía.
La solidaridad era manifiesta: primero avanzaban las mujeres y los niños, algunos gritaban cuando un carro se detenía y otros acudían en ayuda de las mujeres que se habían cansado de llevar a los pequeños en brazos. Algunos guatemaltecos les acercaban agua, comida y caramelos.                
Entre los caminantes se destacaba la silla de ruedas en la que se transporta Nery José Maldonado Tejada, de 29 años. La silla es tan vieja que una de las ruedas ya no tiene la goma que amortigua los golpes.       
El hombre, que no tiene esposa ni hijos, perdió ambos pies en un accidente en 2015 en su primer intento por llegar al gran país del norte en la "Bestia", el apodo de la red de ferrocarriles de carga que une las fronteras sur y norte de México y que es empleada por los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos.          
Pese a aquella dolorosa experiencia intentará llegar otra vez a Estados Unidos porque "allá me pueden poner una prótesis en mis pies y voy a poder caminar y trabajar, porque mis manos las tengo bien", dijo a la AP mientras un amigo empujaba su silla y él se protegía del sol cubriendo su cabeza con un suéter.              
Antes de partir los migrantes acudieron a la Basílica de Esquipulas, ubicada a unos 220 kilómetros de la capital guatemalteca, para escuchar misa y recibir la bendición del Cristo Negro, venerado por los católicos de la región.              José Francisco Hernández, de 32 años, dijo que espera conseguir trabajo y mejorar su calidad de vida.                  
"En Honduras no hay empleo y el empleo que hay no nos alcanza... No podemos ir a la ciudad porque está llena de mareros (pandilleros) y eso nos está afectando. Decidimos migrar del país para ver si logramos una vida mejor".                  
Al parecer a la caravana inicial se han sumado más personas. Un sacerdote de Esquipulas que no quiso dar su nombre dijo que habían alimentado a más de 2.000 personas en uno de los tres albergues que ocuparon.       
Karla Maldonado tiene solo 16 años pero está decidida a migrar. La adolescente viaja con su prima Gabriela Natareno, de 27. "Me voy porque quiero algo mejor", explicó. La joven confía en que podrá llegar a Estados Unidos y aseguró que no tiene miedo de que las separen.                
Natareno dijo que la culpa la migración es del presidente hondureño Juan Orlando Hernández, "que mantiene al país sumido en la pobreza y la corrupción".    "Yo hasta le mandé una carta para que nos ayudara y nunca hizo nada", sostuvo.                  
La advertencia de Trump llegó apenas cinco días después de que el vicepresidente Mike Pence les asegurara a los mandatarios de Honduras y Guatemala y al vicepresidente salvadoreño que Estados Unidos incrementaría su ayuda para combatir la inmigración ilegal y generar crecimiento económico si los tres países hacían su propio esfuerzo.           
Desde que la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte se lanzó en 2014, Washington ha comprometido 2.600 millones de dólares en cooperación para América Central entre 2015 y 2018, mientras que los países de la región han comprometido de manera conjunta un aporte de 8.600 millones de dólares.       
El martes por la tarde, Pence escribió en su cuenta de Twitter que se había comunicado con el presidente guatemalteco Jimmy Morales y dejó claro "que sus fronteras & seguridad nacional debía mantenerse". Agregó que esperaba que sus aliados hicieran todo para asistirlos y que reiteraba el mensaje de Trump: "no más ayuda si (la caravana) no se detiene".                  
Poco antes, la Cancillería de Honduras dijo a través de un comunicado que "el gobierno hace un llamado a los hondureños a desistir de la intención y no poner en riesgo su vida ni la de sus hijos en una ruta de dolor y muerte, dominada por condiciones adversas como hambre, calor extremo, frío, fatiga, enfermedades y expuestos a ser víctimas de traficantes de personas, órganos, redes criminales, de prostitución y narcotráfico".       
Según el organismo, esta "movilización irregular" sólo buscaría "alterar la gobernabilidad, estabilidad y la paz de Honduras y Estados Unidos" y la caravana habría sido organizada "por sectores políticos con falsas promesas de otorgar visa humanitaria para transitar por territorio mexicano y acogerse a una figura de asilo en Estados Unidos".

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