Un cohete Soyuz ruso llevó a cabo una misión histórica para la agencia espacial, en la que puso nada menos que 73 satélites en órbita de forma simultánea. Para ello tuvieron que crear una especie de torre muy alta en la que apilaron todos los satélites para liberarlos uno tras otro en el espacio.
La agencia Roscosmos, aunque nunca había intentado algo así, se ha unido a la tendencia de los viajes espaciales compartidos para carga. Y es que cada vez es más común que varias compañías y agencias se unan para compartir una misión y aprovechar un solo viaje en cohete para poner varios satélites en órbita. Pero cuando son tantos como los que acaba de poner este Soyuz, la cosa se complica.
El cohete ruso tuvo que volar a tres órbitas distintas para para poder dejar su carga. Su misión principal tenía que ver con dejar un satélite llamado Kanopus-V-IK el cual se dedicará a observar la Tierra para detectar incendios desde el espacio. Este se ubicaba en la punta de la torre. Este satélite era el más grande del grupo, con un peso de unos 500 kilos y un tamaño equivalente al de un coche pequeño.
Después de esto se elevó a una órbita más alta para dejar 24 satélites de menor tamaño, y por último descendió a una altura más baja para dejar 48 satélites muy pequeños (con un tamaño inferior a los 30 centímetros cada uno) propiedad de la compañía estadounidense Planet, la cual está en proceso de crear una red de satélites que se dedicarán a observar la Tierra.
El propósito de estos viajes de cohetes compartidos tiene que ver con bajar el costo de cada misión y, por tanto, aprovechar más recursos como el combustible y las mismas partes de los cohetes. La misión de este Soyuz es la más grande de su tipo que ha llevado a cabo la agencia espacial rusa, y una de las más grandes en la historia a nivel mundial. Hasta ahora el récord de poner más satélites de forma simultánea en órbita lo tiene la agencia espacial de la India, que a inicios de año llevó 104 satélites en uno de sus cohetes.
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