Oficialmente se alejó del pueblo dominicano el ciclón “Matthew”, dejando a su paso muertos, heridos, miles de ciudadanos desplazados de sus hogares, daños considerables en el sistema vial y destrucción súper millonaria de nuestra producción agrícola.
Aunque desde las instancias del gobierno del licenciado Danilo Medina se montaron medidas preventivas y educativas, el ciclón “Matthew” reveló en todas sus partes las debilidades que confrontan los organismos de socorro para ir en auxilio de quienes viven en zonas vulnerables para los efectos devastadores de cualquier fenómeno natural.
Todavía no aprendemos las enseñanzas que nos brinda el pueblo cubano, cuyas autoridades tienen a manos los más diversos proyectos preventivos, que con mucho tiempo son puestos en acción cada vez que son informado de algún fenómeno natural, buscando con ello evitar que el impacto en la isla sea lo menos perjudicial.
Las autoridades del gobierno están en la obligación de superar esa realidad de deficiencia en la acción preventiva, porque de lo contrario cada vez que nos llegue un ciclón o cualquier otro fenómeno natural, estaremos recibiendo la convocatoria para contar muertos y cuantificar los daños materiales públicos y privados.
Las familias que vieron perder sus hijos y sus bienes materiales, ahora claman por ayudas reales desde el Estado Dominicano, que les garanticen a corto tiempo reponer sus maltrechos hogares, muchos de ellos de manera irresponsable construidos en riberas de ríos y arroyos.
No es tiempo de lamentar y mucho menos de discursos, es tiempo de ir en ayuda de esas familias que perdieron todo por los efectos del ciclón “Matthew”, que ya se fue del país y esperamos que nunca regrese.
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