News

6/recent/ticker-posts

El gobierno de Colombia y las FARC firman en Cuba histórico acuerdo de cese el fuego bilateral y definitivo


El gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) refrendaron este jueves en La Habana, Cuba, un acuerdo histórico de cese el fuego bilateral y definitivo para poner fin al conflicto interno que vive ese país desde hace de 52 años.
Luego de tres años de negociaciones, el mandatario colombiano y el líder de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias Timochenko, firmaron este acuerdo con miras a poner fin al que se considera como el conflicto armado interno más antiguo de América Latina.
El gobierno de Colombia y las FARC anunciaron el miércoles que habían cerrado el acuerdo, cuyos detalles han dado a conocer hoy.

Durante más de medio siglo de duración, el conflicto colombiano ha causado más de 200.000 muertos y 6,9 millones de desplazados internos.
El acuerdo, denominado "Fin del Conflicto", incluye el abandono de las armas, garantías de seguridad y la lucha contra las organizaciones criminales denominadas como sucesoras del paramilitarismo, así como la persecución de conductas criminales que amenacen la implementación de los pactos.
A la firma del acuerdo acudió el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon. Se prevé que esa organización cumplirá un papel fundamental en la verificación del cumplimiento del acuerdo.


También estuvieron presentes seis presidentes latinoamericanos, incluyendo al anfitrión, Raúl Castro, ya que Cuba es sede y uno de los garantes del proceso de paz junto con Noruega, representada en la ceremonia de este jueves por su canciller, Borge Brende.
A La Habana viajaron además los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Chile, Michelle Bachelet, países que actúan como acompañantes del proceso de paz.
También acudieron los mandatarios de México, Enrique Peña Nieto; de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; y de República Dominicana, Danilo Medina, quien acudió en su condición de responsable pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac).

En un anuncio que es visto como histórico, el gobierno de Colombia y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dijeron haber llegado a un acuerdo para un cese el fuego bilateral y definitivo y para abandonar las armas.
El acuerdo se hará oficial este jueves al mediodía en La Habana, Cuba, en una ceremonia que contará con la presencia del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, quien encabezará el acto junto al jefe de las FARC Timoleón Jiménez.
Comprende cuatro puntos:
  • Garantías de seguridad y lucha contra las organizaciones criminales responsables de homicidios y masacres o que atentan contra defensores de derechos humanos, movimientos sociales o movimientos políticos
  • Persecución de las conductas criminales que amenacen la implementación de los acuerdos y la construcción de la paz.
En la ceremonia en La Habana también estarán el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y los presidentes Cuba, Raúl Castro (país garante junto a Noruega, que enviará a su canciller), de Chile, Michelle Bachelet, y de Venezuela, Nicolás Maduro (países acompañantes), al igual que los de República Dominicana y El Salvador.
Concurrirán además enviados especiales para el proceso de paz de Estados Unidos y de la Unión Europea.
Juan Manuel Santos escribió este miércoles en Twitter: "Mañana (jueves) será un gran día! Trabajamos por una Colombia en paz, un sueño comienza a ser realidad".
Por su parte, Carlos Lozada, miembro del equipo negociador de las FARC dijo en esa red social: "Para que cese la horrible noche y se abra el camino de la paz y la esperanza. Jueves 23 de junio anunciaremos #ElÚltimoDíaDeLaGuerra".
Esa etiqueta de Twitter se volvió tendencia en Colombia.
Sin embargo, no todos en en el país están a favor del proceso de paz que se lleva adelante en La Habana, ni recibieron la noticia del acuerdo con optimismo.
Samuel Hoyos Mejía, representante a la Cámara por el Centro Democrático, partido del senador y expresidente Álvaro Uribe (fuerte crítico del proceso), tuiteó: "Ojalá hoy fuera el último día de la guerra, jugar con la ilusión de paz de los colombianos es la manipulación de Santos y las FARC".
Desde la otra vereda del espectro político, Iván Cepeda, senador del Polo Democrático Alternativo, quien ha mantenido un constante respaldo al proceso de negociaciones, le dijo a BBC Mundo: "Es el más trascendental acuerdo en la historia de la búsqueda de la paz en nuestro país".

Lo que falta

Los cuatro puntos acordados forman parte del quinto capítulo de las negociaciones, denominado "fin del conflicto".
Según la agenda, sólo falta definir el sexto y final, que incluye la implementación, verificación y refrendación de lo pactado.
Antes del anuncio de este miércoles, ambas partes ya habían acordado:

El punto más contencioso es el de la refrendación del acuerdo final.
El gobierno pretende hacer un plebiscito, al tiempo que las FARC piden una convención constituyente. Todavía no han alcanzado un acuerdo en este sentido.
Los diálogos de paz en La Habana tienen tres años y medio de vida, en los que los negociadores han estado avanzando para intentar poner fin a una guerra que ha dejado más de 220.000 muertos y 6,9 personas desplazadas.
El conflicto comenzó a mediados de la década de los 60, cuando las FARC se consolidaron como movimiento guerrillero marxista de origen campesino que fue expandiéndose a lo largo del territorio colombiano y dispuso a partir de los 80 su objetivo de alcanzar el poder por las armas.
Al implementarse los acuerdos de La Habana, las FARC pasarán a ser sólo una organización política.
Todavía no han comenzado las negociaciones formales con el segundo grupo guerrillero del país, el ELN, y la presencia de otros grupos armados organizados (fundamentalmente dedicados a actividades criminales) siguen representando un serio riesgo para la seguridad en Colombia.


Por qué es histórico el anuncio del cese el fuego bilateral y definitivo entre Colombia y las FARC

Las cifras del conflicto en Colombia son apabullantes: 50 años de duración, más de 200.000 muertos, y 6,9 millones de desplazados internos.
Y este jueves, por primera vez desde que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, se alzaron en armas, refrendarán un acuerdo de cese el fuego bilateral y definitivo.
Por eso es que el acuerdo anunciado este miércoles y cuyos detalles se revelarán el jueves desde La Habana puede considerarse histórico, porque -aunque todavía no implica el fin definitivo de la guerra- establece un compromiso de las partes de dar por terminadas las hostilidades en un cese el fuego definitivo, verificable; y establece cómo será la dejación de armas que luego dará paso a la constitución de las FARC en una fuerza política sin armas.

"Nunca antes las FARC habían acordado dejar sus armas fuera de uso", le dijo a BBC Mundo Andrei Gómez Suárez, profesor de la Universidad de los Andes y miembro de la organización de la sociedad civil Rodeemos el Diálogo.

La máquina de guerra

A ese elemento se suma el hecho de que ambas partes hayan acordado renunciar al uso de la violencia, agrega Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (CERAC).

"Las FARC han hecho una demostración contundente de que puede controlar esa máquina de guerra y violencia que es", dijo en referencia al cese el fuego unilateral que la guerrilla sostiene desde julio de 2015 y que ha sido correspondido por las fuerzas del Estado con una reducción de las ofensivas que, en conjunto, ha visto la más grande disminución de acciones asociadas al conflicto".
Además, dice Gómez Suárez, el acuerdo que se detallará mañana también implica un avance en materia de crédito de las FARC hacia el gobierno: "Confían en que el Estado colombiano les puede ofrecer las garantías de seguridad suficientes para renunciar al uso de la violencia".

Otro elemento clave es el hecho del gran respaldo internacional con que cuenta el acuerdo, y que en el jueves se podrá constatar con la presencia del secretario general de Naciones Unidas en La Habana, Ban Ki-moon y de representantes de EE.UU., la Unión Europea y Noruega, así como los mandatarios de Cuba, Venezuela y Chile, entre otros.


No obstante, como bien recuerdan quienes están involucrados en el proceso de paz cuando se les pregunta por su progreso, "nada está acordado hasta que todo está acordado".
Es decir, se implementarán todos los puntos pactados, incluidos los de esta semana, tras la firma del acuerdo definitivo.
Para eso todavía restan algunos pasos, como cerrar detalles de la Jurisdicción Especial para la Paz (encargada de procesar y sentenciar a todos aquellos que hayan cometido crímenes en el marco del conflicto), otros en el acuerdo de participación política de las FARC una vez desmovilizadas y la implementación de los acuerdos.
Es último punto, que incluye la verificación y refrendación todavía no está cerrado. Es más, no hay acuerdo entre gobierno y FARC sobre cómo refrendar los acuerdos. Para el primero debe hacerse un plebiscito en el que los colombianos digan sí o no a lo firmado en La Habana, mientras la guerrilla prefiere que se realice una convención constituyente para incorporarlos en la carta magna colombiana.
Pero aunque aún faltan dar algunos pasos para sellar definitivamente los acuerdos con las FARC y resta por comenzar las negociaciones formales con la guerrilla del ELN, aunque persiste en Colombia el problema de grandes grupos armados dedicados al crimen, con el anuncio que se dará este jueves el país estará más cerca que nunca de la paz.

Publicar un comentario

0 Comentarios