
Muchos están concentrados en sus carreras y trabajos, no tienen en mente formar nuevas familias
Falta de oportunidades para empleo y bajos salarios también contribuyen a la situación
Washington
Muchos jóvenes adultos en Estados Unidos parecen no tener apuro para dejar las casas de sus padres.
Por
primera vez en la historia, vivir con los padres es ahora el arreglo
más común para aquellos entre 18 y 34 años, dice un análisis de datos
del censo por el Pew Research Center.
Casi una tercera
parte de los llamados millennials viven con sus padres, ligeramente
más que quienes viven con un cónyuge o compañero. Es la primera vez que
eso sucede desde que comenzó a mantenerse documentación de ello en
1880.
El resto de los adultos jóvenes viven solos,
con otros familiares, en dormitorios universitarios, con compañeros de
piso o bajo otras circunstancias.
El marcado cambio
refleja una larga declinación en matrimonios, amplificada por los
problemas económicos de la Gran Recesión. La tendencia ha sido
especialmente evidente entre estadounidenses sin título universitario.
Puede además ser un factor contribuyente en el lento
crecimiento de la economía estadounidense, que depende grandemente del
gasto del consumidor. Con más jóvenes viviendo con sus padres en lugar
de por su propia cuenta, menos personas necesitan comprar
electrodomésticos, muebles y subscripciones de televisión por cable. La
recuperación de la recesión del 2008-2009 ha sido afectada además por
niveles históricamente bajos de construcción de viviendas y compra de
viviendas.
Apenas en el 2000, casi 43% de las personas
entre 18 y 34 años estaban casados o vivían con un compañero. Para el
2014 la proporción era apenas 31,6%.
En el 2001, solamente 23% de los jóvenes adultos vivían con sus padres. En el 2014 la cifra alcanzó 32,1%.
La
proporción de jóvenes adultos que viven ahora con sus padres es
similar a las proporciones prevalecientes desde 1880 hasta la década de
1940, cuando la cifra alcanzó su pico, concluyó Pew. Pero en esas
décadas, el arreglo más común para jóvenes adultos era vivir con un
cónyuge.
"Simplemente tenemos más solteros" , dijo
Richard Fry, autor principal del reporte y economista con el Pew
Research Center. "Es un grupo que tiende mucho más a vivir con sus
padres" .
La mujer típica en Estados Unidos se casa
ahora a los 27,1 años, mientras que el hombre típico lo hace a los 29,2
años, de acuerdo con el censo. En 1956, las edades eran 20,1 para
mujeres y 22,5 para hombres. "Ellos se están concentrando
más en la escuela, carreras y sus trabajos y menos en formar nuevas
familias" , dijo Fry de la llamada generación del milenio.
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