
400 componentes no lo convierten en el reloj más complejo del mundo, pero desde luego es uno de los más sorprendentes que hemos visto. Este impresionante reloj autómata utiliza una compleja maquinaria de madera para escribir y borrar la hora a mano sobre una pizarra magnética.
El reloj cuenta con cuatro bracitos de madera que dibujan la hora con lápices imantados, como en el Magna Doodle o Telesketch que todos tuvimos de pequeños. Pasado un minuto, la hora se borra y se vuelve a escribir:
Ahora el reloj está expuesto en su universidad. Esperemos que Suzuki, que tiene sólo 22 años, haya aprobado con nota. [vía withnews / traducción]
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