
“No
tengo que hacer nada para que me quieran —el amor de la madre es
incondicional—. Todo lo que necesito es ser su hijo. El amor de la madre
significa dicha, paz, no hace falta conseguirlo, ni merecerlo”, dice
Erich Fromm en su insuperable postulado El arte de amar.
Según
Fromm, psicoanalista alemán, el nacimiento de un hijo significa para su
progenitora la más pura e instantánea entrega, amarlo profundamente sin
siquiera conocerlo. Es un sentimiento difícil de experimentar e incluso
de imaginar para quienes no hemos sido (o no queremos ser) padres. Sin
embargo, hay quienes lo anhelan con tanta devoción, aun sin darse
cuenta, que parecen haber encontrado en sus mascotas unos sustitutos
dignos.
Los
perros, por ejemplo, han dejado de ser los mejores amigos del ser
humano para convertirse en descendientes putativos de muchas parejas o
individuos solteros. Una nota publicada por CNN Expansión afirma
que en los últimos 14 años, el número de nacimientos de bebés disminuyó
17%, mientras que el de perros aumentó 20%, según datos obtenidos por
Euromonitor y el INEGI. Además, 87% de las mascotas en más de la mitad
de los hogares mexicanos son perros, y México ocupa el décimo lugar a
nivel mundial entre las naciones que más consumen productos para
mascotas.
Todos
conocemos a gente que gasta cantidades serias de dinero en brindarles a
sus vástagos caninos cualquier tipo de lujos —como llevarlos a
restaurantes especializados, pagarles nanas y vestirlos— y hasta los
llaman “hijos”. Yo nunca he experimentado ninguna de las dos
paternidades, así que decidí conversar con una conocedora para saber si
un perro puede suplir la necesidad de tener un bebé.
Audette Garibay es la creadora de la empresa AlphaVet,
que se dedica a la elaboración de un producto muy interesante. “Hacemos
alimento ancestral para perros, cien por ciento natural, que simula lo
que comerían en su estado más primitivo. El perro desciende del lobo,
entonces su sistema digestivo está diseñado para comer proteínas crudas,
no proteínas pasadas por calor, que es la diferencia en entre una
croqueta y la carne.”
Audette
me contó que esta dieta proporciona particulares beneficios. “Es un
alimento muy simple que consta de carne y vegetales frescos. No tiene
sal, harina ni conservadores. Si los perros vivieran en su estado
natural, cazarían alguna presa que comió hojas o raíces, por eso
incluimos los vegetales. Esto hace que las heces del perro sean 70 veces
más chicas, lo que quiere decir que aprovecha mucho más el alimento; ya
no necesita tanta agua para procesar, la piel se vuele más elástica,
las mucosas están más hidratadas, el pelo se cae menos, previenes
displasias de cadera, artritis, alergias y otros problemas relacionados
con su alimentación.”
La
idea del negocio surgió de un cambio de hábitos en el que Audette se
replanteó la forma de nutrir su propio cuerpo. Después, como una madre
que siente frío y tapa a su criatura, empezó a hacer lo mismo con sus
animales. Los resultados positivos fueron inmediatos, tanto para ella
como para sus mascotas, por lo que decidió crear un producto que
alimentara a sus perros y ayudara a los de los demás.
Le
pregunté a Audette si ser dueño de una mascota cubre la necesidad de
tener hijos, y cité al famoso “encantador de perros”, Cesar Millán: “Es totalmente ridículo tratar a un perro como a un humano”.
“Un perro nunca será un hijo”, respondió Audette, “pero sí es parte de
tu familia. Siento que todos tenemos una necesidad emocional de saber
que alguien nos necesita o que dependa de nosotros, o que es simplemente
feliz con tu compañía. Llegues como llegues, tus perros se pondrán
felices al verte y eso te hace cambiar tu propio chip. Tienen un impacto
inmediato en tu estado de ánimo. Te aman incondicionalmente a pesar de
lo que hagas, digas o pienses”.
Es
ahí donde yacen las sensaciones semejantes entre tener una mascota o un
hijo. Ninguno de los dos, en términos frommianos, hizo nada para
merecerlo. Sólo surgió, es absoluto y no espera nada a cambio. Al fin y
al cabo, el sentimiento motor, el que origina las acciones es el amor, y
ante eso no hay mucho que razonar.
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