El pasado 4 de febrero, la división de coches
autónomos de Google remitió una carta a la Administración Nacional de
Seguridad en la Carretera (NHTSA) con una pregunta: ¿Quien es legalmente
el conductor en un coche autónomo? La agencia de tráfico estadounidense
lo tiene claro: el coche.
La pregunta no era fácil. Google necesitaba conocer cuál sería el
status legal de un coche autónomo, una realidad técnica que aún no ha
sido regulada con propiedad. En su carta, la filial de Alphabet ofrecía
varias posibles respuestas. La primera es que no se puede determinar la
figura de un conductor en un sistema autónomo. La segunda es que el
conductor es la propia computadora que maneja el vehículo, y la tercera
es que la figura del conductor recae en la persona que se sienta al
volante, aunque no esté manejando en ese momento.La respuesta de tráfico (la responsabilidad final recae en la computadora) supone allanar mucho el camino para Google y para otras compañías que están diseñando coches autónomos, pero también añade nuevos retos. Para empezar, si la computadora es responsable en caso de accidente, eso quiere decir que la empresa que la ha creado será responsable subsidiaria.
La carta es un primer paso, pero aún pueden pasar meses o incluso años antes de que la NHTSA redacte una nueva normativa que incluya a los coches autónomos. [vía Reuters]


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