
¿Eres
de los que duerme en posición fetal, acurrucado en ti mismo? Esa
postura estaría marcando la pauta del día que apenas despunta.
Al menos eso es lo que sugiere Amy Cuddy, sicóloga de la Universidad de Harvard.

“Si
duermes en posición fetal, tenemos algunas pruebas preliminares de que
las personas despiertan mucho más estresadas", señala Cuddy, autora del
libro “Presencia: Lleva tu yo más atrevido a tus mayores desafíos”,
sobre las formas sutiles pero poderosas en que la postura puede influir
en nuestros pensamientos y emociones.
Aunque por lo general pensamos que la postura suele reflejar nuestras emociones, Cuddy señala que lo inverso es cierto también.
O
sea, podemos tener más confianza en nosotros mismos adoptando ciertas
posturas, por ejemplo, estirarse lo más que uno pueda antes de
levantarse, comentó en un artículo publicado en TechInsider.
En
una reciente charla en Nueva York, Cuddy explicó cómo esto se puede
aplicar a la rutina diaria. Por ejemplo, la energía matutina que
representa estirarse a lo largo y ancho de la cama. “Las personas que se
despiertan así -dijo Cuddy abriendo sus brazos en forma de V- están muy
satisfechas, tan felices que molesta".
Por el contrario, quienes duermen en posición fetal -el 40% de las personas- empiezan el día menos confiado.
Si
lo multiplicas por días, semanas y meses estamos hablando de una enorme
acumulación de energía negativa innecesario, que según Cuddy, es fácil
de cambiar mediante una simple rutina.

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