
La Justicia europea determinó que las empresas están
en su derecho de monitorizar todas las conversaciones que sus empleados
mantengan durante su horario laboral.
El caso de un ingeniero despedido
en Rumania por chatear con familiares y amigos mientras trabajaba -vía
Yahoo Messenger-reavivó el debate y la polémica va en aumento.
Las conversaciones privadas, otra vez bajo la lupa.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El caso de un ingeniero despedido en Rumania
en el año 2007 después de que la empresa para la que trabajaba
descubriese que chateaba con su pareja y su hermano a través de su
cuenta de Yahoo Messenger reavivó el debate y las discusiones sobre la
privacidad de los empleados y hasta qué punto sus jefes tienen derecho a
invadir sus ámbitos más íntimos.
Aquella del ingeniero también era una herramienta fundamental para
su trabajo, por lo que, con anterioridad, la compañía le comunicó
enfáticamente que sus trabajadores no podían utilizar esta aplicación de
mensajería para fines personales.
The Guardian recoge que la corte europea de
derechos humanos desestima que la empresa haya violado la privacidad del
trabajador, ya que considera "razonable que un empleador quisiera
verificar que los empleados estaban completando sus tareas profesionales
durante el horario laboral".
En esta línea, el juzgado admitió que se tomaron estas conversaciones privadas como prueba de que el trabajador utilizaba "el ordenador de la empresa para sus propios fines personales durante horas de trabajo".
Sin embargo, la polémica quedó al rojo vivo cuando el fallo
consideró que tiene que existir un "balance justo" entre el respeto a la
privacidad del trabajador y los intereses del empleador.

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