News

6/recent/ticker-posts

Una alternativa sana a los snacks que comes frente al ordenador (PC)

Hay una alternativa sana a los snacks que comes frente al ordenador, pero no te va a gustar

Todo empezó con una idea: hablar con un experto en nutrición para que nos recomendara snacks alternativos a las gocherías que comemos delante del ordenador o de la consola. ¿Quieres abandonar las patatas fritas y la Coca-Cola que te metes entre pecho y espalda mientras lees esto? Aquí te explicamos cómo.
La idea de hacer una lista de alimentos sanos para picar entre horas surgió, no puedo negarlo, de mi propia necesidad personal. Paso alrededor de 10 horas frente al ordenador todos los días, y me está pasando factura.
Procuro correr siempre que puedo y caminar también cuando las prisas lo permiten, pero los malos hábitos son los malos hábitos. La falta de tiempo y la ansiedad hacían que acabara siempre con algo de comida en la mesa. Cuando no eran gominolas eran frutos secos, patatas fritas, o un pequeño sandwich. Eso por no mencionar ese té (con bien de miel) humeando siempre a la izquierda del teclado.
Tenía que haber una alternativa más sana. Al fin y al cabo, si cambiamos las patatas fritas por, digamos, frutos secos o zanahorias, nuestra línea debería mejorar ¿no? No es lo mismo un paquete de gominolas que un bol con uvas. ¿o sí? Para tratar de descubrir esas alternativas saludables hemos hablado con Juan Revenga, dietista, nutricionista, y creador del blog El nutricionista de la general.

No se trata de sustituir, sino de evitar

Comenzamos con un jarro de agua fría. No se trata tanto de una cuestión de comer los alimentos equivocados frente al ordenador. Se trata de que comemos frente al ordenador, y que muy probablemente lo hacemos sin tener ningún control de la cantidad. Revenga explica:
Pongamos que eres una persona completamente racional y tienes un control absoluto sobre tu voluntad. Si fuera así quizá podrías decir: “es la hora de la merienda y me voy a comer este pequeño bol de frutos secos y una pieza de fruta”. Desgraciadamente, la mayor parte de personas no disfrutamos de ese control.
El problema de entrada son las características que tiene el picoteo, sobre todo cuando está vinculado a tener nuestra voluntad distraída, bien sea por trabajo o por ocio. Cuando estamos trabajando, o viendo un vídeo de YouTube, o jugando, o petardeando en Internet, nuestra voluntad está distraída, y comemos mucho más allá de lo que debemos porque no prestamos atención a las señales de saciedad que nuestro propio cuerpo nos envía.
Lo más probable es que, impulsados por el placer de comer esos snacks (que además son especialmente sabrosos), hagamos una ingesta excesiva. Si esa circunstancia se repite día a día, tenemos un problema.

Alimentos talismán

Un mito muy habitual sobre los alimentos sanos es que pueden consumirse sin ningún tipo de control porque son sanos. Aquí es donde nuestra idea de cambiar los nachos por zanahorias se viene abajo por completo:
La idea de sustituir un alimento por otro es absurda. El problema, por poner una analogía, no es que fumes cigarrillos normales en vez de cigarrillos mentolados. El problema es que fumas demasiado.
Muchas personas creen que, por el hecho de consumir alimentos sanos, están a salvo de sufrir problemas de sobrepeso. Utilizamos los alimentos como si fueran talismanes mágicos que nos protegen. Está, por ejemplo, el efecto talismán de la sacarina. Pido el café con sacarina, pero lo acompaño con una tostada con mantequilla y tres dedos de mermelada porque la sacarina me protege. A esto se le conoce también como efecto halo.
Quedaría muy bien que en vez de los clásicos ganchitos de color naranja chaleco reflectante, te dijera que puedes comer 14 zanahorias, pero eso no solucionaría tu problema. Si tienes el hábito metódico de echar la mano hacia la derecha e ir comiendo, las zanahorias no te van a parecer suficientes y es fácil que te vuelvas a pasar.
Hay una alternativa sana a los snacks que comes frente al ordenador, pero no te va a gustar

La solución

¿Hay esperanza para los devoradores digitales compulsivos? Sí, pero no es bonita, porque implica un esfuerzo. No es tan fácil como decirte: come esto en vez de esto otro. No hay soluciones definitivas ni alimentos milagro que nos saquen de nuestros malos hábitos. Revenga explica:
No me gusta hablar de soluciones, sino de herramientas, y ¿Cuál es esa herramienta?: organizar nuestra ingesta en virtud de nuestras necesidades, y esas necesidades deben incluir las situaciones de riesgo a las que nos vamos a ver expuestos.
En otras palabras, tener en cuenta que tenemos que luchar contra unos malos hábitos instaurados a base de repetición. Hay que ordenar nuestras ingestas y localizar esos momentos de peligro. Imagina, por ejemplo, que entre las 16 y las 19 hay tres horas en las que acabas picando sin control. Lo que habría que hacer es, por ejemplo, comer más tarde para que el hambre no sea un motor más de ese picoteo.
En lugar de comer frente al ordenador, hay que marcarse una nueva rutina que incluya una pausa de cinco minutos para tomar algo. Esa parada debe tener una ración muy controlada y, a ser posible saludable. Una pieza de fruta, un bocadillo pequeño o algo de lácteos. El ponerte una pausa a mitad de la tarde nos ofrece una meta a la que llegar. La cuestión es cambiar de hábitos.

La hidratación, mejor con agua

Mejor el agua que ninguna otra bebida, pero el café o las infusiones no suponen un problema terrible siempre y cuando no las atiborremos de azúcar...
La idea es mantenernos hidratados. Tomar café, té y agua alternativamente siempre y cuando no lleven azúcar o muy poco azúcar es algo que ayuda mucho a la hidratación. En el caso de las bebidas energéticas, usarlas en el marco de ocio sedentario o de cualquier otro tipo de ocio es sencillamente una estupidez. Son un producto contrario a los buenos hábitos alimentarios
Hay una alternativa sana a los snacks que comes frente al ordenador, pero no te va a gustar

La actividad física no implica hacer deporte

No hay un consenso absoluto sobre qué cantidad de ejercicio es la adecuada por cada hora que pasas frente al ordenador, pero la clave es aprovechar cada pequeño resquicio de tiempo para mantener una actividad física y cambiar de posición.
No se tú, pero yo ahora mismo, mientras hablamos por teléfono, estoy levantado y paseando por mi oficina. La actividad física es una pata más en ese taburete que supone mantener unos hábitos de vida saludables, pero se trata de actividad física, no de hacer deporte.
Creo que estamos todos un poco obsesionados con la idea de que para mantenernos sanos hay que vivir en el gimnasio. Hace 300 años nadie hacía deporte ni iba al gimnasio, pero su actividad física era mucho mayor. Hace poco me pasaron una foto muy divertida de una azada, un pico, y una pala apoyados en una verja con un cartel que decía: vendo aparatos de musculación. La imagen ilustra muy bien el tema.
Hoy, nuestra vida es mucho más sedentaria y cómoda, por lo que hay que evitar a toda costa que nuestro ocio también sea sedentario. Sal con los niños al monte el fin de semana. Ve al cine andando y no elijas el que está al lado de casa, haz la compra andando en lugar de confiar siempre en la compra por internet... Las posibilidades que tenemos para hacer ejercicio van mucho más allá de un partido de pádel o una sesión de musculación en el gimnasio.
Todo esto, por supuesto, no quiere decir que no nos echemos unas partidas online nunca más, pero nuestro ocio sedentario no debe ir en detrimento de otras rutinas más saludables.

En resumen

  • Cambiar de hábitos, no necesariamente de alimentación.
  • Evitar los alimentos talismán. Ningún alimento te protege de engordar.
  • Evitar las bebidas con excesivo azúcar, como los refrescos.
  • Cambiar nuestros hábitos por otras rutinas más saludables y controladas que no impliquen picar frente al ordenador.
  • Mantener una actividad física, que no significa hacer deporte.

Publicar un comentario

0 Comentarios