NUEVA YORK._ El fallecido pelotero dominicano Mateo Rojas Alou (Matty o Mateíto), quedó inmortalizado este sábado 24 de octubre, cuando se rebautizó la intersección de la avenida Seaman y la calle Isham en el sector Inwood del Alto Manhattan, como “Matty Alou Way”, situada en una las áreas más tranquilas del barrio mayoritariamente poblado por dominicanos y frente al play comunitario de béisbol “Inwood Hill”.
La ceremonia, realizada después que se develara la
placa con el nombre de Rojas Alou, estuvo encabezada por el concejal Ydanis
Rodríguez, quien a sugerencia de un primo de la estrella de Grandes Ligas,
sometió la propuesta al Consejo Municipal, contó con la participación de la
viuda Teresa de Rojas Alou, las hijas, el hijo, tías y nietos del pelotero,
quienes fueron representados por Natalia, la hija más vieja de Alou, quien leyó
un emotivo discurso de agradecimiento y en el que destacó la trayectoria de su
papá.
También hablaron el Cónsul General Eduardo Selman, el
doctor Rafael Lantigua, el reconocido dirigente deportivo Angel Mezcaín, el
senador estatal Adriano Espaillat, el asambleísta estatal Guillermo Linares, el
scout dominicano de los Yankees de Nueva York, César Presbott y el pintor Oscar
Abreu, quien mientras se desarrollaba la ceremonia, daba los toques finales a
un cuadro del estelar jugador, que expondrá junto a los de sus hermanos en una
galería de Miami.
Entre los invitados especiales estuvieron el Embajador
Jefe de la Misión Permanente de la República Dominicana en la ONU, licenciado
Francisco Cortorreal, un representante de los Phillips de Filadelfia, asambleístas,
concejales y senadores estatales. Roberto Pérez, representó la oficina del
alcalde Bill de Blasio, al que el concejal Rodríguez, agradeció el apoyo para
la aprobación del rótulo.
La señora Teresa viuda de Rojas Alou, calificó a Matty
como un hombre ejemplar en la sociedad y aferrado al cumplimiento, Condiciones
que dijo, forman parte esencial de su legado como deportista profesional y
hombre. El rótulo con el nombre de su esposo, les fue entregado a la viuda y otros familiares.
“El era muy dedicado a su trabajo, a su familia y
tenía un amor tan inmenso a la República Dominicana, que nunca se separó de
eso”, añadió la viuda.
Recordó que en todos sus contratos de Grandes Ligas,
Mateo Rojas Alou, exigía una clausula en la que se le permitiera jugar en el
béisbol invernal de su país, o no firmaba.
“Podía ser el mejor contrato, pero hasta que esa
clausula no se establecía, él no firmaba los contratos. Dejó el importante
legado de que hijos fueran honestos, honrados y responsables. Ese fue el mejor
legado que nos dejó”, expresó.
La viuda dijo que “también, Mateo, amaba a su prójimo
e inculcó ese amor, sin distingos de razas o posiciones económicas a sus hijos
e hijas”.
Junto a la esposa de Alou, estaban los hijos del
matrimonio Mateo Alou Junior, Matías Alou, Teresa Alou, María Alou y el primo
Remy Salas.
La familia excusó a los dos hermanos de Mateo, Jesús y
Felipe, quienes no pudieron viajar a Nueva York para estar en la ceremonia.
LA HIJA
Hablando a nombre de la familia, Teresa Alou, hija
mayor del pelotero, dijo que “en el nombre de mi padre que se le ha puesto a
esta intersección, están representados todos los dominicanos y dominicanas del
mundo”.
Añadió que la familia no tenía palabras para agradecer
el importante homenaje hecho a su fallecido padre y exhortó a jóvenes talentos
de ligas de pelota a seguir el ejemplo de disciplina, entrega y responsabilidad
de su papá.
“Felipe y Jesús, no pudieron venir aquí hoy, pero en
sus nombres, quiero expresar la gratitud que ellos sienten por este
reconocimiento y dejarles saber que ellos lo hacen suyo”, dijo Teresa.
“Nuestra familia está sobrecogida de emoción y
gratitud en este día tan especial y nos sentimos humildemente honrados, como lo
estaría mi padre por este gran honor”, expresó.
Al hacer una breve reseña de la vida de su progenitor,
Teresa, recordó que él se crió en Haina con sus abuelos Abundio Rojas y
Virginia. “Mi papá siempre pensó que la gloria y el honor, sólo les pertenecen
a Dios”.
Agregó que “de esa misma manera vivió su vida. Mi
padre recogía perros y otros animales enfermos en las calles y los llevaba a la
casa para darles de comer. Ese era el ser humano que amaba esos animales”.
Lo definió como “un orgulloso dominicano que le
gustaba jugar el béisbol en su patria y durante su presidencia en la Federación
de Peloteros, también ayudó a muchos peloteros a conseguir sus pensiones,
porque amaba el deporte y su patria y se mantuvo muy agradecido de los Estados
Unidos, que les abrió las puertas no sólo a él y sus hermanos, sino a cientos
de jugadores dominicanos”.
Teresa expresó que “su nombre en esta intersección, no
sólo representa el nombre de él, sino a todos los que les abrieron las puertas
a los jóvenes peloteros dominicanos que soñaban jugar en la Gran Carpa, como el
pionero Osvaldo Virgil, Felipe y Jesús, mi padrino Juan Marichal y el gran
Manuel Mota, representa también a los que lo siguieron como Ricardo Carty,
Chilote Llenas, Tony Peña, Joaquín Andújar, mis primos Mel Rojas, José Sosa y
Moisés Alou, Pedro Martínez (El Grande), David Ortiz, Albert Pujols, Bartolo
Colón, sólo por mencionar a algunos”.
Precisó que “lo más importante es que el nombre de mi
padre en esa intersección, representa a todos los dominicanos que residen,
trabajan y luchan en esta ciudad de Nueva York, en la que viven alrededor de
700.000 dominicanos y dominicanas y el país, donde han nacido muchos de sus
hijos”.
Teresa le dijo al concejal Rodríguez que su familia
estará eternamente agradecida de todos.
Los líderes y funcionarios que hablaron en la
ceremonia, coincidieron en resaltar también la trayectoria, los méritos y la
lucha de Matty Alou por abrirse paso al éxito cosechado en el béisbol de las
Grandes Ligas.
“Cuando Mateíto llegó a Estados Unidos, todavía la
gente de color, tenía que sentarse en la parte trasera de las guaguas y comer
en las cocinas de los restaurantes”, dijo el doctor Lantigua al referirse a la
época en la que negros y latinos tuvieron que desafiar los patrones de
xenofobia, rechazo y racismo. El reputado médico dominicano es vicedecano de la Escuela de Medicina de la
Universidad de Columbia.
La conducción de la ceremonia estuvo a cargo de la activista Carmen de la Rosa, jefa de personal de la oficina del concejal Rodríguez.
La conducción de la ceremonia estuvo a cargo de la activista Carmen de la Rosa, jefa de personal de la oficina del concejal Rodríguez.
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