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El joven que la enfermedad inspiro para poner una empresa de mermelada en RD


La dulce historia de Guillermo

Inspiración. Los higos han sido el punto de partida de esta persona que, con una situación grave de salud, ha sabido salir hacia adelante.
La dulce historia de Guillermo
Santo Domingo
Todo empezó cuando hace 23 años, Guillermo, como todos conocen al hombre de los higos, sembró, por iniciativa propia y sin motivo aparente, una mata de higos en la casa de sus padres.
“Recuerdo que en cada ocasión que les visitaba me llamaba mucho la atención la injusticia que se tenía con aquel árbol generoso y abandonado.
Observaba la gran cantidad de higos que tenía, y me dolía verlos, y darme cuenta de cómo la gente los ignoraba”. Cuenta Guillermo.
Nunca es tarde y él lo sabe.
Por eso hace tres años, que este hombre que padece desde hace alrededor de 20 años de esclerosis múltiple, decidió hacer de esos higos su fuente de trabajo y de subsistencia.
Es ahí como decide comercializar el producto convertido en dulces.
Aunque en la actualidad apenas puede mover su brazo izquierdo, Guillermo ha dado forma a su proyecto Ghiggo’s, a través del cual deleita el paladar de quienes gustan de un rico postre típico.
La aceptación ha sido buena y hoy por hoy, aparte de sus dulces de higos, también prepara mermeladas de pimientos, tomates, mangos, uvas, cebollas, mandarinas, carambolas, guineos, zanahoria/naranja, ciruelas rojas, nísperos, guayaba/ fresa, lechoza, batatas, auyamas, yucas, fresas y dulces de coco.
Lo que hace Guillermo no solo es endulzar los paladares de los dominicanos que le apoyan, sino mostrar que no importa cuán grandes sean los obstáculos, las oportunidades siempre serán mayores si se saben aprovechar.
Esta labor, más que motivadora sea realmente trascendental.
Guillermo es un hombre víctima de una enfermedad en estado avanzado que le sonríe a la vida y le busca el lado dulce a los momentos agrios que se presentan a lo largo de la existencia.
Cuenta que la idea surgió uno de esos días en los que, para disipar la mente y matar un poco el aburrimiento, “me iba a dar un paseo en mi silla de ruedas a la casa de mis padres. Por algún motivo me quedé fijamente mirando de nuevo aquel árbol totalmente lleno de higos. Esta vez no me limité a observarlo, sino que me dije a mí mismo: ‘Debo inventar algo que hacer con estos higos’. Lo hice y he logrado un sabroso resultado”.
Cuenta que cogió un puñado de esos higos y empezó a hacer pruebas en la cocina de su casa, procurando lograr el sabor de unos higos en almíbar que había imaginado en su mente. “En aquel momento no tenía otra intención que no fuera la de probar suerte preparando un postre que había idealizado y claro está, hacerle un poco de ‘justicia’ a aquellos higos ignorados por tantos años.
De ahí nació Ghiggo’s”.
No todo fue color de rosa
En este proceso de prueba y error no todo fue color de rosa.
Traté de introducir algunas mermeladas más innovadoras y exóticas como son la de remolachas, sandías, pepinos y berenjenas, pero estas nunca tuvieron la acogida que esperaba. Sin embargo, otras me han valido un gran éxito.

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