Pasados más de dos años del inicio de los trabajos
para la recuperación y embellecimiento de la Ciudad Colonial, todavía se
perciben la gran cantidad de obreros que se ocupan del remozamiento del
lugar, turistas que no se detienen a comprar por la falta de parqueos y
la cara de preocupación de los comerciantes que se dedican a mantener
negocios que solo les están dejando pérdidas.
Durante un recorrido por los principales centros comerciales de la
Ciudad Colonial, los dueños de negocios expresaban su inconformidad,
porque a pesar de que en diciembre terminaron las remodelaciones en
calles como Padre Billini e Isabela La Católica, la falta de parqueos
hace que los clientes pasen y no se detengan, aunque estén interesados
en comprar cualquier mercancía.
Rosmery Heredia, dueña de la tienda de artesanía “D¥ Rosal Guit”, ubicada en la calle Padre Billini, esquina Isabela La Católica, expresa que los trabajos se han realizado muy lentos, situación que le ha dejado grandes pérdidas a su negocio. “Ya terminaron este lado, pero aún faltan otros. Realmente lo que nos está afectando directamente es la falta de parqueos que ellos piensan hacer.
Las personas no encuentran dónde dejar sus vehiculos para llegar a los negocios, muchas veces están interesados en comprar cualquier cosa, pero por la falta de parqueos se incomodan y se van”, explica Heredia. Asegura que antes de que empezaran las remodelaciones habían muchos parqueos.
“Los parqueos ahora mismo son muy pocos, apenas dan para tres o cuatro vehículos.
Nosotros necesitamos a esas personas que vienen a caminar y se pasan un rato, que dejan su vehículo parqueado y pueden ir a tomarse un café, refresco o comprar en cualquier negocio que es lo primordial”, comenta.
A pesar de todo, Rosmery espera con ansias que terminen las remodelaciones completamente, porque tiene fe de que cuanto termine todo, mejorará su situación.
Rosmery Heredia, dueña de la tienda de artesanía “D¥ Rosal Guit”, ubicada en la calle Padre Billini, esquina Isabela La Católica, expresa que los trabajos se han realizado muy lentos, situación que le ha dejado grandes pérdidas a su negocio. “Ya terminaron este lado, pero aún faltan otros. Realmente lo que nos está afectando directamente es la falta de parqueos que ellos piensan hacer.
Las personas no encuentran dónde dejar sus vehiculos para llegar a los negocios, muchas veces están interesados en comprar cualquier cosa, pero por la falta de parqueos se incomodan y se van”, explica Heredia. Asegura que antes de que empezaran las remodelaciones habían muchos parqueos.
“Los parqueos ahora mismo son muy pocos, apenas dan para tres o cuatro vehículos.
Nosotros necesitamos a esas personas que vienen a caminar y se pasan un rato, que dejan su vehículo parqueado y pueden ir a tomarse un café, refresco o comprar en cualquier negocio que es lo primordial”, comenta.
A pesar de todo, Rosmery espera con ansias que terminen las remodelaciones completamente, porque tiene fe de que cuanto termine todo, mejorará su situación.
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