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Los trucos de los supermercados para que compremos más



Los trucos de los supermercados para que compremos más



Image copyrightTHINKSTOCK

supermercado
Cuando los supermercados llegaron a algunas ciudades, a la gente le daba miedo tomar los productos y ponerlos en sus carritos de mercado pues pensaba que la iban a regañar. Hoy en día, tenemos el problema opuesto: nos queda difícil resistir la tentación de llevarnos más de lo que necesitamos.
¿Por qué lo hacemos?
Quizás, al menos en parte, porque los supermercados son una zona de mercadotecnia meticulosamente planeada, en la que se invierten millones para encontrar la manera de que compremos más.

Una cuestión de exposición

Haz clic en la imagen para enterarte de cómo el lugar en el que se ponen los productos te incita a adquirir más cosas.
GUÍA INTERACTIVA

  • La seducción de la caja

    ¿Alguna vez has estado esperando para pagar y escuchas el dulce llamado de una barra de chocolate que musita tu nombre?
    Algunos supermercados ubican las golosinas y las revistas cerca de la caja para alentar la compra impulsiva. Esta táctica funciona particularmente bien con los niños, quienes a su vez se valen de otra táctica mucho más antigua para conseguir lo que desean: insistir sin cesar hasta cansar a sus padres.

  • Lo oculto

    ¿Y te ha pasado que vas al supermercado a comprar leche y sales con cinco bolsas de cosas... y quizás sin la leche?
    Muchos supermercados ponen los productos esenciales, como la leche o el pan, lejos de la entrada. Eso asegura que pasemos frente a innumerables ofertas especiales y escaparates tentadores.
    Además, no los ponen juntos: a veces los huevos están casi escondidos, de manera que la forzada búsqueda te lleve a recorrer toda la tienda. Entre más tiempo estés adentro, más gastas.

  • Los peligrosos extremos

    Las ofertas especiales y las promociones a menudo se encuentran en las esquinas de los pasillos, pues esas áreas gozan de una alta visibilidad.
    De hecho, nos hemos acostumbrado tanto a encontrar las ofertas en esos lugares que la gente tiende a comprar más ítems ahí que en el centro de las filas de productos.
    Un comerciante en Estados Unidos lo comprobó cuando puso productos que no tenían ningún descuento en las esquinas de los pasillos y notó que las ventas de estos aumentó.

  • La consciencia tranquila

    Las frutas y vegetales frescos a menudo están cerca de la entrada de los supermercados, lo cual no es muy conveniente para los consumidores, pues pueden magullarse con el peso de los demás productos.
    Al que le conviene es al dueño del establecimiento pues tras comprar alimentos sanos, tendemos a estar de mejor humor y, además, nos sentimos menos culpables si metemos en el carrito de mercado unos cuantos pecados.

Fastidiosas estrategias de precios

A todos nos gustan las gangas, tanto que nuestros cerebros hasta experimentan placer ante la posibilidad de una oferta especial, pero ¿estamos realmente pagando un buen precio?
Lleve 3 y pague 2

Carrito lleno de papel higiénico en ofertaImage copyrightBBC World Service
Image caption¡Cuidado con las ofertas!

En este caso, el mecanismo es sencillo, y sin embargo, a veces caemos en trampas.
Si dos pasteles cuestan 4 pesos, dólares, soles o lo que sea juntos, y separados 2 cada uno, no es una ganga: es aritmética. Pero si el precio individual es 3, efectivamente se trata una oferta especial, a menos que...
Inconsistencias en las medidas
Conviene siempre fijarse en las cantidades a la hora de comparar: si nuestros dos pasteles son más pequeños, habrá que volver a sumar y restar.
En ocasiones es más difícil comparar, pues algunos productos muestran su peso en kilogramos y otros en gramos, o en onzas, o en pintas...
Los populares pierden
La mayoría de los consumidores sólo se saben el precio de unos 20 ítems esenciales, a los que se les conoce como "artículos conocidos de valor" (KVI, por sus siglas en inglés).
A menudo, estos KVI se venden a pérdida, algo que se alivia con los altos márgenes de beneficios de otros productos.

Las sensaciones de los supermercados

¿Cómo manipulan nuestros sentidos para lograr que compremos más?
Olfato

Oliendo pan recién horneadoImage copyrightTHINKSTOCK

El olfato está fuertemente vinculado a la memoria, lo que lo hace una herramienta muy potente para la mercadotecnia.
En los supermercados, los olores evocan memorias placenteras y eso alienta la compra impulsiva.
El aroma del pan recién horneado puede recordarte esa entrañable panadería de tu niñez o una vacación en Francia y, sin notarlo, terminas llevándote seis medialunas.
Hay investigaciones que muestran que cuando a gente que está viendo comerciales de comida se le dice que se imagine cómo huele, quieren y comen más de los productos promocionados.
Sonido

Notas musicalesImage copyrightTHINKSTOCK

¿Qué música estaba sonando la última vez que fuiste al supermercado?
Quizás no lo recuerdes pero podría haber influido en tu conducta.
La música lenta hace que la gente se quede más tiempo en los lugares. Eso le conviene a los supermercados, de manera que posiblemente el ritmo de lo que escuchaste no era rápido.
Algunos supermercados usan baldosas más pequeñas en el piso de las áreas con artículos más costosos, para dar la impresión de que te estás moviendo más rápido: cuando el sonido de las ruedas del carrito de mercado se acelera, instintivamente empiezas a bajar la velocidad.
La música también afecta la manera en la que compras. Hay estudios que muestran que cuando tocan música clásica en una tienda de vinos, la gente tiende a comprar botellas más caras, y cuando la música es francesa o alemana, compra vinos cuyo origen corresponde a esos países.
Sabor

ChocolateImage copyrightTHINKSTOCK

Al parecer, a todos nos gusta comer sin pagar: las investigaciones demuestran que al menos el 75% de la gente acepta muestras gratis cuando se las ofrecen.
A las compañías también les gusta darlas, pues pueden aumentar las ventas masivamente.
¿Por qué son tan efectivas?
Es posible que operen a un nivel subconsciente, disparando nuestro profundamente arraigado instinto de reciprocidad. En otras palabras, sentimos la necesidad de darle algo a esa sonriente persona que nos acaba de dar comida gratis.
Las muestras gratis también puede abrirnos el apetito: un trozo de chocolate nos puede recordar cuán rico sabe y llevarnos a comprarlo.
Vista

SupermercadoImage copyrightTHINKSTOCK

Los supermercados ofrecen un banquete para la vista, con alimentos coloridos y promociones por doquier.
Posicionan los productos de alta calidad al nivel de la vista, y no sólo de los adultos: los cereales de los niños a menudo están en los estantes más bajos.
Hay estudios que muestran que si uno hace contacto visual con un personaje en una caja de cereal, es más probable que se sienta atraído por esa marca y la prefiera.

Trucos para protegerse

Si no planificas, fracasarás.
Prepárate para tu próxima visita al supermercado valiéndote de estos consejos para ayudarte a comprar sólo lo que quieres.
Abandona el carrito de mercado

CanastasImage copyrightBBC World Service
Image captionCuando vas sólo a comprar unas cosas, no necesitas un carrito con ruedas.

Si sólo estás entrando al supermercado a comprar unas pocas cosas esenciales, no necesitas el carrito de compras. Los estudios muestran que entre más grande sea, más compras.
Trata de utilizar las canastas o sencillamente tus manos: es improbable que decidas comprar esa bolsa de 5 kilos de arroz que está en oferta si te toca cargarla.
Cuando lo uses...
Un estudio de la Universidad de Cornell, EE.UU., encontró una estrategia para comprar más comida sana: dividir en dos el carrito de mercado, con una bufanda o chaqueta o lo que sea.
En una mitad, metes las frutas, vegetales, lácteos y carnes.
Este truco hace que gastemos más del doble de nuestro presupuesto en frutas y verduras, al parecer porque la partición indica una norma social que los individuos tratan de cumplir.

la listaImage copyrightTHINKSTOCK
Image captionLas listas nos ayudan a controlarnos.

Cinco más:
  1. Haz una lista y ajústate a ella
  2. Ten un presupuesto en mente
  3. Vete de compras llevando sólo efectivo
  4. No vayas al supermercado con hambre
  5. Intenta hacer mercado por internet





Agosto 25, 2015

10 maneras de perder dinero en el supermercado
REUTERS/Suzanne Plunkett
Un simple viaje al mercado puede llevarnos a ceder ante tentaciones inesperadas: ¡hay tantos olores, tantos sabores, tantas opciones apetitosas! Por eso, cuando nos preguntamos a dónde se fue el dinero, a menudo la respuesta está en ese carrito de compras donde colocamos productos que después ni siquiera consumimos.

La mejor manera de evitar esos deslices es estar conscientes de ellos de antemano, por eso te desglosamos a continuación los errores más comunes que nos hacen desperdiciar dinero.
1-Llegar hambriento al supermercado
Está demostrado: si te vas de compras con el estómago vacío, se multiplican las posibilidades de que compres alimentos innecesarios.
2-Ir de compras con tus hijos pequeños
Los niños suelen ser persistentes. ¡Vaya si lo sabemos! Cuando ven algo que les gusta, no te dejan en paz y los padres suelen ceder, porque es más rápido comprar el producto con el que se han encaprichado que lidiar con un chiquillo majadero, o con una perreta.
3-Ir de compras cada semana
Si vas al mercado cada semana para abastecer tu despensa, te ves obligado a pagar el precio completo de entre el 50 y el 80% de los productos en tu carrito, asegura Teri Gault, fundadora del The Grocery Game. “Por el contrario, abastecerse de artículos en venta que al final necesitarás te proporcionarán ahorros en el transcurso de ocho a 12 semanas", señala.
4-Comprar los lácteos sin revisar las fechas de expiración
Los productos lácteos recién llegados al supermercado son colocados siempre en la parte de atrás de los refrigeradores, mientras que los más viejos son empujados a la parte delantera. No temas extender la mano en las frías profundidades del refrigerador y buscar el producto más fresco.
5-Caer en la trampa de los productos al final del pasillo
En efecto, muchas veces los mejores descuentos se encuentran allí, pero a menudo los supermercados los mezclan con productos no tan baratos para hacerte gastar más.
6-Adquirir los vegetales pre empacados
Sí, las zanahorias bebé son divinas, pero durarán la mitad del tiempo que las regulares y cuestan más caro sólo por estar cortadas y peladas. Lo mismo sucede con otros vegetales; si no eres holgazán y no te importa lavarlos y pelarlos tú mismo, te ahorrarás un poco de dinero.
7-No revisar el costo por unidad
La mayoría de los supermercados tienen una etiqueta que indica cuánto estás pagando por unidad u onza, y la marca de la tienda no siempre es la más barata. Gault dice que si hay tres tamaños de un producto, a menudo el  mediano cuesta menos.
8-Comprar frutas y vegetales en bolsas
"A menos que la bolsa esté en venta, a menudo el precio por libra puede ser mejor", señala Gault. La excepción suelen ser las papas; y por cierto, dos bolsas de cinco libras suelen ser más baratas que una de 10.
9-No usar cupones
No tienes que recortarlos de revistas y periódicos; puedes usar cupones digitales en tu teléfono. En algunos casos, indica Gault, puedes ahorrarte hasta el 67% del precio del producto.
10-Comprar sólo productos de marcas conocidas
Apela a los “genéricos” o productos que imitan a los de marcas dominantes en el mercado. Muchos son tan buenos como los originales, y también más baratos.

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