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Un diagnóstico sicológico eficaz evita confusiones en niños


Es necesario establecer la diferencia entre depresión infantil y trastorno por déficit de atención e hiperactividad, pues ambas patologías tienden a presentar una sintomatología muy similar.
Consulta. Se debe hacer un diagnóstico diferencial para no incurrir en el error de mal diagnosticar o sobrediagnosticar.
Santo Domingo
Los problemas conductuales en los niños y niñas deben tratarse con el especialista adecuado para evitar que empeore la situación del menor por un error en el diagnóstico.  Los casos específicos de depresión infantil y trastorno por déficit de atención e hiperactividad son patologías que tienden a presentar una sintomatología muy similar y, en muchas ocasiones, esta situación conduce a un mal diagnóstico y, a la vez, un mal tratamiento.
Por eso es necesario establer un diagnóstico diferencial.
Cuando hay depresión infantil, hay actividad psicomotriz agitada o inhibida, inquietud y movimiento constante, alteraciones del sueño, dificultades para dormir en las noches, somnolencia en el día, pesadillas, etcétera.
Por lo general, hay aumento de peso cuando la depresión va acompañada de ansiedad, lo que provoca sensación de insatisfacción alimenticia, siempre tiene hambre, “pica” mucho, o baja de peso cuando hay falta de apetito.
Quejas somáticas (dolor de cabeza, estómago, etcétera) suelen aparecer y en estos casos los padres agotan los recursos médicos en búsqueda de respuestas ante los síntomas físicos. Sin embargo, todos los resultados de análiticas resultan negativos, llevando estos datos a la conclusión de que son psicosomáticos por la depresión.
La depresión, al igual que todo trastorno, debe ser tratada por especialistas con asistencia e integración de la familia en el proceso de recuperación. El tratamiento a veces requiere de la administración de medicamentos antidepresivos, supervisada por un psiquiatra infantil.
De igual modo es indispensable la terapia familiar, en la que se realice un ajuste de la dinámica y el desempeño de roles de cada uno de los integrantes. Amerita en todos los casos el trabajo en la autoestima del niño y la inclusión de actividades que le ayuden a recuperar la seguridad.
El déficit de atención
Es un trastorno tan heterogéneo en sus manifestaciones que encontramos niños y adolescentes que presentan algunos o todos los síntomas; sin embargo, es el mismo trastorno. Por eso se hace necesario que si vemos en nuestro niño o adolescente algunas de estas conductas, no saquemos conclusiones a la ligera y busquemos orientación de profesionales capacitados que puedan dirigirnos y darnos alternativas.
Si observamos las conductas que definen este trastorno, podemos ver que son conductas que pueden verse en cualquier niño o adolescente. Entonces, ¿qué es lo que define un trastorno? Pues que las conductas alteren la cotidianidad, que no permitan que se dé una cotidianidad sin percances ni alteraciones.
El diagnóstico es tan delicado y/o confuso porque existen muchas otras razones que justifican y son la base de muchos de esos comportamientos.

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