Este trastorno se caracteriza por un estado
obsesivo en el cual la disposición física, mental y emocional para
evitar el sexo domina la vida de la persona.
Los comentarios generados por obras como el
filme “Ninfómana”, escrito y dirigido por el danés Lars von Trier, y la
trilogía “50 sombras de Grey”, escrita por la británica E. L. James, lo
confirman: es más frecuente -y más rentable desde el punto de vista
comercial- escuchar hablar de la adicción al sexo y de trastornos como
el sadomasoquismo.
Poco se habla, sin embargo, de la otra cara de la moneda: la anorexia sexual, un estado obsesivo en el cual la disposición física, mental y emocional para evitar el sexo domina la vida de la persona.
En su manual de diagnóstico, la Federación Latinoamericana de Sociedades de Sexología y Educación Sexual (Flasses) define la anorexia sexual como una disminución excesiva en la frecuencia de las relaciones sexuales.
Esto, según la terapeuta sexual y de pareja Christian Ortiz, equivaldría a tener un promedio de relaciones sexuales de apenas una vez al mes o incluso una vez cada dos o tres meses.
¿Cuál es el problema? Las consecuencias que, de este trastorno, se derivan para la pareja.
“Este trastorno repercute directamente en la estabilidad y funcionamiento de la pareja”, advierte Ortiz, especialista del centro de terapia Psicológicamente.
Enemigos del sexoLa persona que padece anorexia sexual, trastorno que afecta con mayor frecuencia a las mujeres, odia su sexualidad. Para ella todo lo erótico resulta amenazante, y cualquiera que viva y disfrute su sexualidad se encuentra fuera de control o cae en la categoría de inmoral.
Nunca toma la iniciativa en el sexo porque ve esto como una explotación de su cuerpo y rechaza cualquier deseo sexual de su pareja.
“El sexo se va a convertir en su enemigo”, afirma la doctora y terapeuta sexual Christian Ortiz, del centro de terapia Psicológicamente.
El anoréxico sexual usa diferentes estrategias para evitar el contacto íntimo. Una de esas estrategias es la manera de vestirse.
Una mujer, por ejemplo, podría andar completamente cubierta siempre o descuidar su arreglo personal.
“No me gusta encasillar ñaclara Ortiz-. Hay lineamientos religiosos por ahí que tienen que ver con la vestimenta, pero ya por eso yo no puedo decir que todas las mujeres o todos los hombres que los siguen tienen anorexia sexual. Que puedan refugiarse en esos lineamientos ya es otra cosa”.
La persona afectada llega, incluso, al extremo de automutilarse para lucir menos atractiva. Usa un corte de pelo poco favorecedor, se corta las uñas de forma inadecuada, se lacera la piel... todo con el objetivo de evitar el acercamiento sexual.
No es raro tampoco que se escude en problemas de salud -reales o supuestos- para eludir la intimidad. Hoy es un fuerte dolor de cabeza; mañana, una infección urinaria; la próxima, un terrible dolor en la cadera; la siguiente, la menstruación... y más adelante ¿quién sabe?
“Las pocas veces que se pueda dar (el encuentro sexual) también tratará de boicotearlo”, señala Ortiz.
Buscando ayuda
Pero, sabida su aversión hacia todo lo erótico, ¿cómo se explica que una persona con anorexia sexual llegue a formar una pareja y casarse? De acuerdo con Ortiz, en la sociedad se estila que todo individuo pase por determinados ciclos o cumpla con determinados pasos como estudiar, casarse y tener hijos, y la presión conduce al anoréxico sexual a cumplir con esas expectativas.
“Yo puedo buscar una pareja con un perfil que yo sé que el sexo no va a ser una exigencia entre nosotros”, afirma la terapeuta.
Como consecuencia de esta patología puede suceder, en ocasiones, que la persona que rechaza las relaciones sexuales le permita a su pareja buscar satisfacción en una relación extramarital.
Ortiz asegura que la anorexia sexual, también conocida como anafrodisia, es una patología frecuente, aunque no siempre se le reconoce como tal. El afectado o afectado no se da cuenta de que tiene un problema y no busca ayuda.
Por lo general, la pareja llega a consulta psicológica por los problemas que se derivan del trastorno y durante la terapia sale a relucir la baja frecuencia de las relaciones sexuales.
El anoréxico sexual tiene una personalidad controladora; solo así puede mantener por tanto tiempo una situación como la que vive junto a su pareja.
El proceso de sanación pasa por deponer esa actitud y permitir que alguien -en este caso, el terapeuta- le brinde la ayuda que necesita.
“El primer paso para tú sanarte es reconocer que tienes un problema”, afirma Ortiz.
Origen
En la terapia se busca el origen del problema a fin de ayudar al paciente a superarlo.
Y la génesis del problema hay que buscarla en la infancia.
Detrás de un caso de anorexia sexual con frecuencia existe una educación exageradamente restrictiva.
“Estas personas han sido profundamente influenciadas por un mensaje social o cultural que considera que el sexo es negativo”, expresa Ortiz.
Otras causas incluyen un hogar disfuncional con tendencia a la adicción (alcoholismo, drogadicción, ludopatía, entre otras) y un historial de abuso o explotación sexual infantil.
Al tiempo de trabajar las causas en consulta, el terapeuta puede sugerir a la pareja técnicas de focalización que consisten en compartir caricias y toques sin llegar a una relación sexual con penetración.
“Así tú vas dándote el permiso de que por lo menos haya un acercamiento, de tener sensaciones”, explica la profesional de la conducta.
El proceso de sanación dependerá de cada caso y la persona afectada podría boicotearse y tener algún retroceso.
La buena noticia, según Ortiz, es que la anorexia sexual tiene un pronóstico favorable. “Pero hay que ser constante”.
((Por dentro
Anafrodisia frente a otras condiciones
1. Adicción: el autor e investigador Patrick Carnes, quien estudió y describió el fenómeno de la adicción al sexo, planteó que un adicto al sexo puede caer en el otro extremo, el de la anorexia.
2. Fobia o aversión: la anorexia no se debe confundir con la aversión o fobia sexual. Quien padece esta última condición manifiesta síntomas como taquicardia, sudoración o pérdida de control tan solo ante un roce.
3. Trastorno del deseo: determinadas enfermedades o medicamentos pueden producir una disminución en la libido, pero esto no significa que el afectado padezca de anorexia sexual.
Poco se habla, sin embargo, de la otra cara de la moneda: la anorexia sexual, un estado obsesivo en el cual la disposición física, mental y emocional para evitar el sexo domina la vida de la persona.
En su manual de diagnóstico, la Federación Latinoamericana de Sociedades de Sexología y Educación Sexual (Flasses) define la anorexia sexual como una disminución excesiva en la frecuencia de las relaciones sexuales.
Esto, según la terapeuta sexual y de pareja Christian Ortiz, equivaldría a tener un promedio de relaciones sexuales de apenas una vez al mes o incluso una vez cada dos o tres meses.
¿Cuál es el problema? Las consecuencias que, de este trastorno, se derivan para la pareja.
“Este trastorno repercute directamente en la estabilidad y funcionamiento de la pareja”, advierte Ortiz, especialista del centro de terapia Psicológicamente.
Enemigos del sexoLa persona que padece anorexia sexual, trastorno que afecta con mayor frecuencia a las mujeres, odia su sexualidad. Para ella todo lo erótico resulta amenazante, y cualquiera que viva y disfrute su sexualidad se encuentra fuera de control o cae en la categoría de inmoral.
Nunca toma la iniciativa en el sexo porque ve esto como una explotación de su cuerpo y rechaza cualquier deseo sexual de su pareja.
“El sexo se va a convertir en su enemigo”, afirma la doctora y terapeuta sexual Christian Ortiz, del centro de terapia Psicológicamente.
El anoréxico sexual usa diferentes estrategias para evitar el contacto íntimo. Una de esas estrategias es la manera de vestirse.
Una mujer, por ejemplo, podría andar completamente cubierta siempre o descuidar su arreglo personal.
“No me gusta encasillar ñaclara Ortiz-. Hay lineamientos religiosos por ahí que tienen que ver con la vestimenta, pero ya por eso yo no puedo decir que todas las mujeres o todos los hombres que los siguen tienen anorexia sexual. Que puedan refugiarse en esos lineamientos ya es otra cosa”.
La persona afectada llega, incluso, al extremo de automutilarse para lucir menos atractiva. Usa un corte de pelo poco favorecedor, se corta las uñas de forma inadecuada, se lacera la piel... todo con el objetivo de evitar el acercamiento sexual.
No es raro tampoco que se escude en problemas de salud -reales o supuestos- para eludir la intimidad. Hoy es un fuerte dolor de cabeza; mañana, una infección urinaria; la próxima, un terrible dolor en la cadera; la siguiente, la menstruación... y más adelante ¿quién sabe?
“Las pocas veces que se pueda dar (el encuentro sexual) también tratará de boicotearlo”, señala Ortiz.
Buscando ayuda
Pero, sabida su aversión hacia todo lo erótico, ¿cómo se explica que una persona con anorexia sexual llegue a formar una pareja y casarse? De acuerdo con Ortiz, en la sociedad se estila que todo individuo pase por determinados ciclos o cumpla con determinados pasos como estudiar, casarse y tener hijos, y la presión conduce al anoréxico sexual a cumplir con esas expectativas.
“Yo puedo buscar una pareja con un perfil que yo sé que el sexo no va a ser una exigencia entre nosotros”, afirma la terapeuta.
Como consecuencia de esta patología puede suceder, en ocasiones, que la persona que rechaza las relaciones sexuales le permita a su pareja buscar satisfacción en una relación extramarital.
Ortiz asegura que la anorexia sexual, también conocida como anafrodisia, es una patología frecuente, aunque no siempre se le reconoce como tal. El afectado o afectado no se da cuenta de que tiene un problema y no busca ayuda.
Por lo general, la pareja llega a consulta psicológica por los problemas que se derivan del trastorno y durante la terapia sale a relucir la baja frecuencia de las relaciones sexuales.
El anoréxico sexual tiene una personalidad controladora; solo así puede mantener por tanto tiempo una situación como la que vive junto a su pareja.
El proceso de sanación pasa por deponer esa actitud y permitir que alguien -en este caso, el terapeuta- le brinde la ayuda que necesita.
“El primer paso para tú sanarte es reconocer que tienes un problema”, afirma Ortiz.
Origen
En la terapia se busca el origen del problema a fin de ayudar al paciente a superarlo.
Y la génesis del problema hay que buscarla en la infancia.
Detrás de un caso de anorexia sexual con frecuencia existe una educación exageradamente restrictiva.
“Estas personas han sido profundamente influenciadas por un mensaje social o cultural que considera que el sexo es negativo”, expresa Ortiz.
Otras causas incluyen un hogar disfuncional con tendencia a la adicción (alcoholismo, drogadicción, ludopatía, entre otras) y un historial de abuso o explotación sexual infantil.
Al tiempo de trabajar las causas en consulta, el terapeuta puede sugerir a la pareja técnicas de focalización que consisten en compartir caricias y toques sin llegar a una relación sexual con penetración.
“Así tú vas dándote el permiso de que por lo menos haya un acercamiento, de tener sensaciones”, explica la profesional de la conducta.
El proceso de sanación dependerá de cada caso y la persona afectada podría boicotearse y tener algún retroceso.
La buena noticia, según Ortiz, es que la anorexia sexual tiene un pronóstico favorable. “Pero hay que ser constante”.
((Por dentro
Anafrodisia frente a otras condiciones
1. Adicción: el autor e investigador Patrick Carnes, quien estudió y describió el fenómeno de la adicción al sexo, planteó que un adicto al sexo puede caer en el otro extremo, el de la anorexia.
2. Fobia o aversión: la anorexia no se debe confundir con la aversión o fobia sexual. Quien padece esta última condición manifiesta síntomas como taquicardia, sudoración o pérdida de control tan solo ante un roce.
3. Trastorno del deseo: determinadas enfermedades o medicamentos pueden producir una disminución en la libido, pero esto no significa que el afectado padezca de anorexia sexual.
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