Noviembre 6, 2014

ALEX RODRÍGUEZ FUE CASTIGADO Y AHORA TIENE EL DERECHO A VOLVER A JUGAR Y CUMPLIR UN CONTRATO GARANTIZADO DE TRES AÑOS, Y COBRAR 60 MILLONES DE DÓLARES
EFE
El nombre del toletero Alex Rodríguez volvió a convertirse en el centro de la actualidad del mundo del béisbol de las Grandes Ligas y del deporte profesional en Estados Unidos al darse a conocer varios informes periodísticos en los se dice que había confesado ante agentes federales que se dopó.
A pesar de haberlo negado, A-Rod, bajo inmunidad, de acuerdo al periódico Miami Herald y otras fuentes periodísticas, en una entrevista con responsables de la Agencia Estadounidense Anti Drogas (DEA), realizada el pasado enero, admitió que utilizó sustancias suministradas por la desaparecida clínica Biogénesis para mejorar el rendimiento en el campo.
De acuerdo al Miami Herald, citando un "reporte de investigación" por escrito, Rodríguez le dijo a la DEA que le pagó al dueño de Biogenesis, Anthony Bosch por cremas de testosterona, gomas de mascar con testosterona e inyecciones de hormona de crecimiento humana (HGH).
La misma fuente señala que una de esas inyecciones fue administrada en el baño de hombres de un club nocturno en Miami.
"Rodríguez se inyectó la HGH en su estómago", de acuerdo con el diario, citando el informe de la DEA. "Rodríguez manifestó a los agentes que Bosch le había asegurado que la HGH le ayudaría con el sueño, el peso, el crecimiento del pelo, su visión y la recuperación muscular".
Todo siempre en base al mismo informe periodístico, Rodríguez también recibió entrenamiento para poner en práctica trucos que le permitiese superar las pruebas de orina cuando le tocaba pasar el control antidopaje.
"Bosch le aconsejó que solo utilizara la orina que salía a la mitad del chorro para las pruebas antidopaje de las Grandes Ligas", según explica el informe de la DEA, citado por el diario. "Bosch le informó a Rodríguez que no utilizara ni la parte inicial ni la parte final del chorro de orina".
De ser cierta las declaraciones de Rodríguez, esta sería la primera que haya ha admitido el uso del consumo de esteroides sintéticos entre finales del 2010 y el 2012.
En el 2009, el tercera base de los Yanquis admitió haber utilizado sustancias mientras jugaba con los Vigilantes de Texas en 2001.
Pero luego "negó" de forma categórica en múltiples oportunidades públicas en las que tuvo que responder por las interrogantes que existían sobre su presunta vinculación el mundo del dopaje y la clínica Biogénesis.
Hasta ahí, la novedad periodística en torno a una posible confesión de Rodríguez, que ha surgido cuando ya tiene decidido volver a la competición el próximo año, a pesar que sufrió el castigo de 162 partidos, sin jugar, toda la pasada temporada, y cumplió 39 años de edad.
La lógica es que un deportista a esa edad y con el nuevo daño de imagen que ha podido sufrir la figura de Rodríguez, el siguiente paso a seguir hubiera sido la retirada.
Pero Rodríguez no lo ha hecho y es consciente que lo único que ahora le preocupa no es la imagen que pueda tener ante la opinión pública de Estados Unidos y del mundo sino cumplir con el contrato de tres años que aun le queda firmado con los Yanquis y recibir nada menos que 60 millones de dólares, que legalmente le pertenecen.
De ahí que su portavoz, Ron Berkowitz, no haya querido hacer ningún comentario, porque ahora saben que están en la mejor posición para que a Rodríguez nada de lo que se pueda decir o descubrir como algo nuevo le afecte en cuanto a otra posible suspensión o castigo por parte de las Grandes Ligas o de los Yanquis.
Ninguna de las dos partes tampoco ha querido hacer comentarios sobre la situación que se ha generado con el nuevo informe periodístico.
El motivo no es otro que Rodríguez ya cumplió con el castigo que se le impuso, como al resto de los otros 13 jugadores que también fueron suspendidos por el consumo de sustancias prohibidas que les suministró la desaparecida clínica Biogénesis.
La Oficina del Comisionado de las Grandes Ligas y los Yanquis se han limitado a declarar que no tienen ningún comentario que hacer y esa es la gran verdad porque no tienen ningún otro margen de acción.
Precisamente, las Grandes Ligas ya le impusieron el máximo castigo posible porque daban por hecho que Rodríguez se había dopado, de ahí que ahora una vez cumplida la suspensión, lo que se pueda decir o encontrar del toletero de origen dominicano con el relación al consumo de sustancias prohibidas es algo sobre lo no poseen autoridad.
Rodríguez fue castigado y ahora tiene el derecho a volver a jugar y cumplir un contrato garantizado de tres años, realidad contractual a la que los Yanquis podrán responder con solo dos decisiones o permitir que vuelva a jugar con ellos, como ya han anunciado, o darle de baja, pero en cualquiera de los dos casos tendrán que pagarle los 60 millones de dólares.
Por eso mismo, la única preocupación que tiene en estos momentos Rodríguez es llegar la próxima temporada en plenitud de forma y pueda pegar muchos jonrones con los Yanquis.
Si además se atreve a pedir de una vez por todas un perdón sincero a los seguidores del equipo neoyorquino y del deporte del béisbol, en general, por los errores personales que haya podido cometer en cuanto al dopaje, nadie duda que, al menos, en el Yankee Stadium de Nueva York, volverá a triunfar.
A pesar de haberlo negado, A-Rod, bajo inmunidad, de acuerdo al periódico Miami Herald y otras fuentes periodísticas, en una entrevista con responsables de la Agencia Estadounidense Anti Drogas (DEA), realizada el pasado enero, admitió que utilizó sustancias suministradas por la desaparecida clínica Biogénesis para mejorar el rendimiento en el campo.
De acuerdo al Miami Herald, citando un "reporte de investigación" por escrito, Rodríguez le dijo a la DEA que le pagó al dueño de Biogenesis, Anthony Bosch por cremas de testosterona, gomas de mascar con testosterona e inyecciones de hormona de crecimiento humana (HGH).
La misma fuente señala que una de esas inyecciones fue administrada en el baño de hombres de un club nocturno en Miami.
"Rodríguez se inyectó la HGH en su estómago", de acuerdo con el diario, citando el informe de la DEA. "Rodríguez manifestó a los agentes que Bosch le había asegurado que la HGH le ayudaría con el sueño, el peso, el crecimiento del pelo, su visión y la recuperación muscular".
Todo siempre en base al mismo informe periodístico, Rodríguez también recibió entrenamiento para poner en práctica trucos que le permitiese superar las pruebas de orina cuando le tocaba pasar el control antidopaje.
"Bosch le aconsejó que solo utilizara la orina que salía a la mitad del chorro para las pruebas antidopaje de las Grandes Ligas", según explica el informe de la DEA, citado por el diario. "Bosch le informó a Rodríguez que no utilizara ni la parte inicial ni la parte final del chorro de orina".
De ser cierta las declaraciones de Rodríguez, esta sería la primera que haya ha admitido el uso del consumo de esteroides sintéticos entre finales del 2010 y el 2012.
En el 2009, el tercera base de los Yanquis admitió haber utilizado sustancias mientras jugaba con los Vigilantes de Texas en 2001.
Pero luego "negó" de forma categórica en múltiples oportunidades públicas en las que tuvo que responder por las interrogantes que existían sobre su presunta vinculación el mundo del dopaje y la clínica Biogénesis.
Hasta ahí, la novedad periodística en torno a una posible confesión de Rodríguez, que ha surgido cuando ya tiene decidido volver a la competición el próximo año, a pesar que sufrió el castigo de 162 partidos, sin jugar, toda la pasada temporada, y cumplió 39 años de edad.
La lógica es que un deportista a esa edad y con el nuevo daño de imagen que ha podido sufrir la figura de Rodríguez, el siguiente paso a seguir hubiera sido la retirada.
Pero Rodríguez no lo ha hecho y es consciente que lo único que ahora le preocupa no es la imagen que pueda tener ante la opinión pública de Estados Unidos y del mundo sino cumplir con el contrato de tres años que aun le queda firmado con los Yanquis y recibir nada menos que 60 millones de dólares, que legalmente le pertenecen.
De ahí que su portavoz, Ron Berkowitz, no haya querido hacer ningún comentario, porque ahora saben que están en la mejor posición para que a Rodríguez nada de lo que se pueda decir o descubrir como algo nuevo le afecte en cuanto a otra posible suspensión o castigo por parte de las Grandes Ligas o de los Yanquis.
Ninguna de las dos partes tampoco ha querido hacer comentarios sobre la situación que se ha generado con el nuevo informe periodístico.
El motivo no es otro que Rodríguez ya cumplió con el castigo que se le impuso, como al resto de los otros 13 jugadores que también fueron suspendidos por el consumo de sustancias prohibidas que les suministró la desaparecida clínica Biogénesis.
La Oficina del Comisionado de las Grandes Ligas y los Yanquis se han limitado a declarar que no tienen ningún comentario que hacer y esa es la gran verdad porque no tienen ningún otro margen de acción.
Precisamente, las Grandes Ligas ya le impusieron el máximo castigo posible porque daban por hecho que Rodríguez se había dopado, de ahí que ahora una vez cumplida la suspensión, lo que se pueda decir o encontrar del toletero de origen dominicano con el relación al consumo de sustancias prohibidas es algo sobre lo no poseen autoridad.
Rodríguez fue castigado y ahora tiene el derecho a volver a jugar y cumplir un contrato garantizado de tres años, realidad contractual a la que los Yanquis podrán responder con solo dos decisiones o permitir que vuelva a jugar con ellos, como ya han anunciado, o darle de baja, pero en cualquiera de los dos casos tendrán que pagarle los 60 millones de dólares.
Por eso mismo, la única preocupación que tiene en estos momentos Rodríguez es llegar la próxima temporada en plenitud de forma y pueda pegar muchos jonrones con los Yanquis.
Si además se atreve a pedir de una vez por todas un perdón sincero a los seguidores del equipo neoyorquino y del deporte del béisbol, en general, por los errores personales que haya podido cometer en cuanto al dopaje, nadie duda que, al menos, en el Yankee Stadium de Nueva York, volverá a triunfar.
Alex Rodríguez: "Sí, usé esteroides de falso médico de Miami"
El antesalista de los Yankees, Alex Rodríguez, ha declarado en repetidas ocasiones que él no usó esteroides suministrados por la clínica Biogénesis. Sin embargo, bajo juramento lo confesó todo.
Durante 21 tumultuosos meses, la superestrella de los New York Yankees sostuvo que nunca utilizó sustancias prohibidas de una clínica de anti-envejecimiento en Coral Gables, que él es la víctima de una "cacería de brujas" de la Liga Mayor de Béisbol, y que iba a luchar hasta el final para limpiar su nombre.
Sin embargo, en enero en una sala de conferencias de la Administración para el Control de Drogas (DEA), frente a los agentes federales y fiscales que le concedieron inmunidad, el jugador mejor pagado del béisbol lo admitió todo:
Sí, compró drogas para mejorar el rendimiento de la clínica Biogénesis de América, pagándole alrededor de $12,000 al mes a Anthony Bosch, el falso médico que era dueño del consultorio. Sí, Bosch le dio jeringas precargadas de hormonas para inyectarse en el estómago, e incluso le sacó sangre en el baño de hombres de un club nocturno en South Beach. Y sí, el primo del pelotero, Yuri Sucart, le conseguía la droga.
Cuando todo terminó, Rodríguez salió de la sala de conferencias en Weston, FL, con su abogado de defensa criminal de Nueva York, y hasta este día lo ha negado todo vehemente.
Esta es la confesión nunca antes vista de Alex Rodríguez.
El Miami Herald revisó un resumen de 15 páginas de la reunión de Rodríguez con los federales, que tomó lugar el 29 de enero de 2014.
La semana pasada, Rodríguez terminó de cumplir su suspensión de 162 juegos — reducida de los originales 211 juegos — la más larga suspensión dada a cualquiera de los jugadores envueltos en el escándalo de esteroides (porque se le consideraba un reincidente). Él está de vuelta como el antesalista de los Yankees, de vuelta en buenas gracias del béisbol.
Luego de que un árbitro le redujera su pena el 11 de enero de 2014, Rodríguez emitió una declaración desafiante, diciendo: "He sido claro que yo no uso sustancias para mejorar el rendimiento...y para demostrarlo, voy a llevar esta lucha a un tribunal federal".
Pero 18 días después, Rodríguez hizo una declaración bajo juramento a la DEA y los fiscales que, entre finales de 2010 y octubre de 2012, sí hizo uso de sustancias prohibidas por las Grandes Ligas de Béisbol, lo cual estaba completamente en desacuerdo con sus declaraciones públicas.
De acuerdo con un "informe de investigación", Rodríguez admitió haberle pagado a Bosch por los suministros de una crema de testosterona, pastillas mezcladas con testosterona (conocida como "gummies") e inyecciones de la hormona de crecimiento humano.
Rodríguez también describió cómo Bosch le dio "consejos sobre cómo pasar las pruebas de drogas de las Grandes Ligas", según el informe de la DEA.
¿El secreto? Según Rodríguez, "Bosch recomienda que use sólo la orina a mitad de camino para las pruebas de drogas de las Grandes Ligas. Bosch le dijo a Rodríguez no usar la orina del principio ni el fin del chorro".
Funcionó. Una prueba que el tomó durante el uso de las drogas regresó negativa.
La declaración de Rodríguez a la DEA fortalecería el caso de esteroides contra Bosch, propietario de Biogénesis, clínica que ya está cerrada, y su red de proveedores y distribuidores del sur de Florida. Rodríguez también implicaría el "intermediario" — su primo Sucart — quien le presentó a Bosch, "discutió precios, recogió las sustancias y entregó dinero a Bosch en nombre de Rodríguez", según el informe de la DEA.
Desde el momento en que los cargos criminales fueron presentados en agosto, cuatro acusados, entre ellos Bosch, se han declarado culpables. Sucart, quien se ha declarado no culpable, "planea plenamente ir a juicio", en febrero, de acuerdo con su abogado, Edward J. O'Donnell IV.
Los fiscales planean usar el testimonio de Rodríguez contra Sucart, asistente personal de toda la vida de Rodríguez, si no se llega a un acuerdo con la fiscalía antes del juicio.
"Rodríguez tiene un papel destacado en la prueba del gobierno" de los dos cargos de conspiración contra Sucart por distribución de testosterona y hormona del crecimiento humano para el antesalista de los Yankees y otros atletas profesionales y de escuela secundaria, según escribieron en recientes documentos judiciales los fiscales Pat Sullivan y Sharad Motiani.
Los fiscales no tienen planes de presentar cargos en contra de los clientes de Biogénesis, entre los que se encuentran no sólo jugadores de las Grandes Ligas y atletas de escuelas secundarias, pero también oficiales de la policía de Miami, Miami-Dade y otras jurisdicciones, unos agentes federales y un juez de la corte de circuito estatal. Algunos de esos clientes, entre ellos Rodríguez, fueron señalados como clientes de Bosch en un artículo del Miami New Times sobre la clínica de esteroides publicada a finales de enero de 2013.
En el caso Biogénesis, los fiscales otorgaron inmunidad a un total de nueve actuales y ex jugadores profesionales: Rodríguez, Ryan Braun, Melky Cabrera, Nelson Cruz, Francisco Cervelli, Yosmani Grandal, César David Puello, Jordany Valdespín y Manny Ramírez.
Álex Rodríguez vuelve: al béisbol en el 2015
Al llegar al Kauffman Stadium para el séptimo juego de la Serie Mundial, el comisionado Bud Selig debió detenerse varios minutos para firmar autógrafos a los aficionados.
¿Un comisionado de Grandes Ligas firmando autógrafos como si fuera todo un ídolo de masas?
Es que en Kansas City, uno de los mercados más pequeños del béisbol, le dan a las gracias a Selig debido a que sus esfuerzos por imponer una paridad en la competencia permitieron, en gran medida, que los anfitriones Reales pudieran estar disputando el campeonato contra unos Gigantes de San Francisco con una chequera mucho más grande. Es así que en ciudades como Milwaukee, Pittsburgh y Baltimore se pueden ilusionar en pelear por un título.
Al caer el último out de la Serie Mundial, con el elevado de foul que Pablo Sandoval atrapó para que San Francisco se coronara por tercera vez en cinco años, de inmediato se empezó a vislumbrar la próxima campaña, la primera sin Selig como su mandamás desde 1992.
Algunos puntos a tener en cuenta sobre la temporada de 2015 del béisbol de las mayores:
A-Rod sí, Jeter no
La suspensión de Alex Rodríguez llegó a su fin y de inmediato arrancó la cuenta regresiva para el 24 de febrero, el día que los jugadores de posición se pueden presentar voluntariamente para el inicio de la pretemporada con sus clubes. A-Rod, quien cumplirá 40 años en julio, regresa con los Yanquis tras perderse una campaña completa por su escándalo de dopaje, y arrastrando dos cirugías en la cadera. ¿Y en dónde jugará? Su titularidad en la tercera base no está garantizada, con el equipo dando señales que podría usarlo como inicialista. Y después de dos décadas quien definitivamente no estará en el campo de entrenamientos en Tampa Bay será el capitán Derek Jeter, quien se retiró al final de la temporada de 2014.
La varita mágica de Joe Maddon
Las horas previas al séptimo juego del Clásico de Otoño estuvieron marcadas por reportes no confirmados de que Maddon será el nuevo piloto de los Cachorros de Chicago, desplazando a Rick Rentería, aún con dos años de contrato. Señalado como el mejor estratega de las mayores, Maddon rescindió su contrato con los Rays de Tampa Bay la semana pasada. Los Cachorros no ganan la Serie Mundial desde 1908, pero la expectativa está subiendo como la espuma en la Ciudad de los Vientos con la irrupción de una camada de prospectos, como Javier Báez, Jorge Soler y Kris Bryant. Pero otros mánagers de fuste tampoco lograron en los últimos tiempos acabar con la sequía. De eso pueden atestiguarlo Dusty Baker y Lou Piniella.
La agencia libre
La oferta disponible refleja la realidad de que los pitchers superan en calidad a los bateadores, sobresaliendo los brazos de Max Scherzer, Jon Lester y James Shields. Es lo normal en una era en la que los lanzadores ejercen una amplia superioridad. El promedio de bateo colectivo en las mayores declinó a .251, dos puntos porcentuales menos que la temporada previa y 20 menos del pico alcanzado en 1999, en el apogeo de la Era de los Esteroides. El dominio de pitchers como Clayton Kershaw y Madison Bumgarner prima cuando Justin Mornaeu puede ganar un título de bateo en la Liga Nacional con un porcentaje de .319.
Un nuevo comisionado
Después de 22 años, Selig cede el cargo a Rob Manfred, su lugarteniente que se desempeñaba como director ejecutivo de operaciones. Manfred tendrá las manos llenas con tareas como mejorar los índices de teleaudiencia nacional en Estados Unidos; que los juegos se disputen más a prisa; que Oakland y Tampa Bay tengan nuevos estadios.
Pero Selig deja un deporte radicalmente transformado, con la reconfiguración de las divisiones, los wildcards, los juegos interligas, las repeticiones de video, el Clásico Mundial, y la repartición de ingresos como las grandes innovaciones, luego del fiasco de la huelga que impidió disputar la Serie Mundial de 1994 y los escándalos de dopaje.
La NFL puede eclipsar en las cifras de teleaudiencia a la Serie Mundial, pero la realidad es que el béisbol es un deporte que en Estados Unidos es más fuerte en un sentido regional, lo que se refleja con los canales propios que transmiten los juegos de los equipos. En 1992, los ingresos del béisbol fueron de 1.000 millones, y este año pueden superar los 9.000 millones gracias al brazo digital de Grandes Ligas.
¿Un comisionado de Grandes Ligas firmando autógrafos como si fuera todo un ídolo de masas?
Es que en Kansas City, uno de los mercados más pequeños del béisbol, le dan a las gracias a Selig debido a que sus esfuerzos por imponer una paridad en la competencia permitieron, en gran medida, que los anfitriones Reales pudieran estar disputando el campeonato contra unos Gigantes de San Francisco con una chequera mucho más grande. Es así que en ciudades como Milwaukee, Pittsburgh y Baltimore se pueden ilusionar en pelear por un título.
Al caer el último out de la Serie Mundial, con el elevado de foul que Pablo Sandoval atrapó para que San Francisco se coronara por tercera vez en cinco años, de inmediato se empezó a vislumbrar la próxima campaña, la primera sin Selig como su mandamás desde 1992.
Algunos puntos a tener en cuenta sobre la temporada de 2015 del béisbol de las mayores:
A-Rod sí, Jeter no
La suspensión de Alex Rodríguez llegó a su fin y de inmediato arrancó la cuenta regresiva para el 24 de febrero, el día que los jugadores de posición se pueden presentar voluntariamente para el inicio de la pretemporada con sus clubes. A-Rod, quien cumplirá 40 años en julio, regresa con los Yanquis tras perderse una campaña completa por su escándalo de dopaje, y arrastrando dos cirugías en la cadera. ¿Y en dónde jugará? Su titularidad en la tercera base no está garantizada, con el equipo dando señales que podría usarlo como inicialista. Y después de dos décadas quien definitivamente no estará en el campo de entrenamientos en Tampa Bay será el capitán Derek Jeter, quien se retiró al final de la temporada de 2014.
La varita mágica de Joe Maddon
Las horas previas al séptimo juego del Clásico de Otoño estuvieron marcadas por reportes no confirmados de que Maddon será el nuevo piloto de los Cachorros de Chicago, desplazando a Rick Rentería, aún con dos años de contrato. Señalado como el mejor estratega de las mayores, Maddon rescindió su contrato con los Rays de Tampa Bay la semana pasada. Los Cachorros no ganan la Serie Mundial desde 1908, pero la expectativa está subiendo como la espuma en la Ciudad de los Vientos con la irrupción de una camada de prospectos, como Javier Báez, Jorge Soler y Kris Bryant. Pero otros mánagers de fuste tampoco lograron en los últimos tiempos acabar con la sequía. De eso pueden atestiguarlo Dusty Baker y Lou Piniella.
La agencia libre
La oferta disponible refleja la realidad de que los pitchers superan en calidad a los bateadores, sobresaliendo los brazos de Max Scherzer, Jon Lester y James Shields. Es lo normal en una era en la que los lanzadores ejercen una amplia superioridad. El promedio de bateo colectivo en las mayores declinó a .251, dos puntos porcentuales menos que la temporada previa y 20 menos del pico alcanzado en 1999, en el apogeo de la Era de los Esteroides. El dominio de pitchers como Clayton Kershaw y Madison Bumgarner prima cuando Justin Mornaeu puede ganar un título de bateo en la Liga Nacional con un porcentaje de .319.
Un nuevo comisionado
Después de 22 años, Selig cede el cargo a Rob Manfred, su lugarteniente que se desempeñaba como director ejecutivo de operaciones. Manfred tendrá las manos llenas con tareas como mejorar los índices de teleaudiencia nacional en Estados Unidos; que los juegos se disputen más a prisa; que Oakland y Tampa Bay tengan nuevos estadios.
Pero Selig deja un deporte radicalmente transformado, con la reconfiguración de las divisiones, los wildcards, los juegos interligas, las repeticiones de video, el Clásico Mundial, y la repartición de ingresos como las grandes innovaciones, luego del fiasco de la huelga que impidió disputar la Serie Mundial de 1994 y los escándalos de dopaje.
La NFL puede eclipsar en las cifras de teleaudiencia a la Serie Mundial, pero la realidad es que el béisbol es un deporte que en Estados Unidos es más fuerte en un sentido regional, lo que se refleja con los canales propios que transmiten los juegos de los equipos. En 1992, los ingresos del béisbol fueron de 1.000 millones, y este año pueden superar los 9.000 millones gracias al brazo digital de Grandes Ligas.
Octubre 12, 2014
Los Yankees contemplan que Alex Rodríguez juegue la 1era. base
El antesalista de los Yanquis de Nueva York, Alex Rodríguez, podría cambiar de posición para la campaña del 2015, después de cumplir una temporada de suspensión, y que se movería a cubrir la primera base.
Debido a las dos operaciones de cadera que ha tenido y a que estuvo inactivo un año, Rodríguez podría no encontrarse en plena forma para regresar a la titularidad en la tercera base, de acuerdo a las evaluaciones que ha hecho la organización de los Yanquis.
Aunque Rodríguez considera que se encuentra listo para la antesala o como bateador designado, el piloto de los Yanquis, Joe Girardi, habló con él y le hizo saber que podría ser un respaldo de Mark Teixeira en la inicial.
Mientras que el gerente general, Brian Cashman, dijo que lo más importante para el equipo es la seguridad de Rodríguez, de 39 años de edad.
Consideró que a la edad de Rodríguez se suman las dos cirugías de cadera a que se ha sometido y un año de inactividad, por lo que aun cuando eventualmente regrese a la antesala, no sería una posición que pudiera jugar la campaña completa.
A Rodríguez le restan tres años y 61 millones dólares de su contrato con los Yanquis.



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