
La provincia fronteriza de Montecristi se convirtió en la sede de la invención del primer carro eléctrico construido en Latinoamérica, una iniciativa del ingeniero de origen venezolano William Mercay, quien ha dedicado sus conocimientos a la creación de un vehículo funcional, alimentado con electricidad o por combustión híbrida de hidrógeno y gasolina.
El éxito económico del carro eléctrico está basado en la exportación de las piezas del mismo a otros países, en una primera fase a Colombia y México, países con los que ya se está en fase de conversaciones para su comercialización.
Según William Mercay, la idea es capacitar a las personas que tengan tendencia a la innovación y crear microempresas familiares para que por medio a estas se construyan las partes que luego serán exportadas a los países donde se esté comercializando el Teldiux Allien.
“A través de la creación de estas microempresas familiares, se cumple con lo que debería ser el mayor objetivo de todo empresario, que es la generación de empleos en la comunidad donde la compañía está establecida”.
El director general de Desarrollo Fronterizo, Miguel Bejarán, felicitó a Mercay por la ingeniosa iniciativa, así como por tener el valor de usar a una provincia fronteriza como plataforma de su proyecto, al tiempo que se puso a la disposición para ayudarle a conseguir el apoyo necesario para que dicho producto se comience a elaborar en Montecristi.




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