
Austin Michael Symonds declaró que era una venganza porque el cliente había llegado cuando la tienda estaba a punto de cerrar
Atlanta Daily World
Captura de pantalla del Atlanta Daily World en la que se puede ver a Austin Michael Symonds
Con sucesos como el siguiente dan ganas de comprar un libro y aprender a cocinar cueste las quemaduras que cueste. Al menos, eso es lo que debe pensar desde hace unos días Brent Bradley,
un estadounidense que pidió una pizza en un local justo antes de la
hora de cierre y, minutos después, cogió con las manos en la masa al
cocinero haciendo algo, cuanto menos, antihigiénico: restregar sus genitales sobre la comida antes de servírsela.
Según afirma la versión en línea del diario «Atlanta Daily World»,
este repugnante suceso acaeció en una pequeña pizzería de la cadena
Papa Murphy de Georgetown (en Texas). Aquel día –hace aproximadamente
una semana- Bradley entró en el establecimiento poco antes de la hora de cierre y pidió una pizza familiar. Tras hacer el encargo, se despreocupó mientras los empleados cocinaban la comida.
Sin embargo, el cliente no salió de su asombro cuando –tras asomarse a la cocina- vio a uno de los empleados, Austin Michael Symonds, restregar sus genitales sobre la pizza.
Enfurecido, Bradley se encaró con el cocinero y le pidió explicaciones,
a lo que su interlocutor (de apenas 18 años) sólo pudo pedir disculpas y
afirmar que, efectivamente, había cometido una estupidez.
Inmediatamente, Bradley llamó a la policía, que arrestó al joven y le impuso una multa de 10.000 dólares (unos 7.000 euros).
No obstante, ese no fue la mayor de sus desgracias, pues fue despedido
de su puesto de trabajo tras una sonora bronca de su jefe. Aunque sin
duda, el punto álgido de este suceso fue la explicación que dio Symonds,
quien señaló que había puesto sus testículos sobre la pizza como venganza porque el cliente había hecho el pedido justo cuando acababa su turno.
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