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La alimentación en Edad Escolar


Los niños y niñas mal alimentados por lo regular tienen problemas en el aprendizaje y en las tareas escolares tienden a ser más lentos.



Santo Domingo
Los niños en edad escolar requieren de una alimentación correcta y balanceada, ya que existe la necesidad de cubrir con los requerimientos para alcanzar sus niveles óptimos de crecimiento y desarrollo tanto físico como mental, pero también porque necesitan un rendimiento adecuado durante las horas en la escuela.
Los niños y niñas mal alimentados, por lo regular tienen problemas en el aprendizaje, en las tareas escolares tienden a ser más lentos y en el recreo realizan menos actividad física por estar demasiado cansados.
Es importante comentar que con una equilibrada y variada nutrición escolar se previenen problemas asociados a la mala alimentación como alteraciones en el aprendizaje y en la conducta, anemias y cuadros infecciosos. Por eso, debido a que nuestros hijos tienden a comer en el colegio, es importantísimo que los padres les envíen loncheras escolares que cubran las diferentes necesidades de nutrientes que los niños necesitan durante el día.
Recomendaciones
Durante el período escolar, el niño desarrolla un estilo de comida más independiente y lejos de la vigilancia de los padres, por eso es de vital importancia que implementemos los siguientes pasos, tanto en la casa como en las comidas en la escuela:
- Estimular a que el niño coma cinco veces al día (desayuno-merienda-comida-merienda y cena).
- Promover el desayunar antes de salir de casa. En el desayuno incluir un lácteo o alimento de origen animal, un cereal que aporte energía y una fruta o jugo de fruta natural.
- Incluir frutas y vegetales todos los días, preferiblemente entre 2 a 4 porciones. Una buena opción siempre será incluir una fruta en la lonchera.
- Incorporar alimentos ricos en fibra como cereales integrales y leguminosas.
- Deje que los niños ayuden con la planificación y preparación de las comidas, enséñeles a tomar decisiones saludables al brindarles oportunidades de seleccionar alimentos basados en su valor nutricional.
- Prepararles una merienda balanceada, pero sobretodo llamativa, que les invite a comerla y que no se sientan tentados por alimentos altos en grasas y azucares y pobres en nutrientes que en ocasiones están de venta en las escuelas.
Muchas veces resulta inevitable el consumo de chucherías entre las comidas, pero hay que intentar que sea el mínimo posible. Durante la época escolar el consumo de “snacks” aumenta de forma considerable, ya que el niño tiene mayor autonomía y es capaz de comprarse chucherías o pedir a sus compañeros.
La mayoría de estos alimentos “vacíos” contienen elevadas cantidades de grasa saturada, azúcar y colesterol y escasos micronutrientes.
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EL ROL DE LA FAMILIA EN ESTA ETAPA DE LA VIDA

La familia debe ayudar a los niños durante este proceso y para esto primero debe aprender el concepto de alimentación saludable, esto es, comer alimentos de todos los tipos en la cantidad justa, dejando de lado o reduciendo lo más posible aquellos alimentos que solo brindan calorías (energía) sin aportar nutrientes importantes para nuestro organismo (dulces, bebidas gaseosas, etc).
Los objetivos nutricionales fundamentales durante esta etapa son, además de conseguir un crecimiento adecuado, evitar enfermedades y anemias, y prevenir problemas de salud futuros.
No olvide además que durante la infancia el niño debe practicar algún deporte o ejercicio físico; estas actividades además de una buena alimentación harán que su hijo mantenga un buen estado de salud.
Dra. Patricia Mejía, nutrióloga clínica. Especialista en nutrición de Nestlé Dominicana.


Agosto 20, 2014

Merienda saludables para nuestros hijos en la escuela
El rendimiento académico va de la mano con la alimentación adecuada, según la edad y el ciclo


SANTO DOMINGO. Junto con el dolor de cabeza de los libros, los uniformes e intentar satisfacer la demanda irracional de muchos colegios, todos los años, al iniciar las clases muchos padres enfrentan el dilema de la nutrición en la temporada escolar.
Los colegios inician muy temprano en la mañana y terminan muy tarde. Eso implica que muchas veces, priorizando la llegada, no hay tiempo para desayunar como se debe ni para supervisar almuerzos. Tampoco para preparar una merienda en condiciones que complemente las largas jornadas de clase. Como padres, debemos entender que el buen rendimiento académico va muy de la mano con una buena nutrición, adaptada a cada edad y al ciclo escolar que se trate.
Para beneficio nuestro y de todos los lectores consultamos a los expertos en algunos libros y de ahí surgen preguntas y respuestas, como estas, que así es más fácil.
P. ¿Cuál es la importancia de la merienda, nutricionalmente hablando?
R. Nuestro cerebro se alimenta de glucosa constantemente. Si no la encuentra disponible, lo que ocurre cada 2 a 3 horas dependiendo del metabolismo, va a recurrir al tejido muscular. En el transcurso de tiempo entre el desayuno y el almuerzo, los niños deben hacer una pausa y merendar. Esto no sólo les acelera el metabolismo y les ayuda a quemar grasa, sino que también, mientras más energía llega al cerebro, mejor se desempeña el estudiante en sus clases.
P. ¿Es posible prescindir de las meriendas en la etapa escolar?
R. No es lo recomendable. Lo ideal es hacer varias comidas pequeñas de forma constante: hay mejor asimilación, se sobrecarga menos el sistema digestivo y hay mejor absorción.
P. ¿Qué pasa cuando no se desayuna?
R. Después de un descanso prolongado de 6-8 horas, en el cuerpo han ocurrido varias cosas: no tiene reservas de glucosa y niveles de cortisol muy altos. Esta es la famosa hormona del estrés, que si no se desayuna para contrarrestarla, se queda alta todo el día. Por consiguiente, el niño que no desayuna, generalmente está hiperactivo, irritable y con una energía falsa, porque la saca del estrés, no de las fuentes naturales.
P. ¿Cuál es la merienda perfecta?
R. De acuerdo con la edad del niño y su nivel de actividad, van cambiando las opciones. A nivel general debe haber balance nutricional y mucha variedad. Veamos algunas.
• Hasta los 5 años: Se recomienda combinar carbohidratos con una fuente de proteínas y algo de grasa. Por ejemplo: fruta (manzana, guineo, naranjas…) y un yogurt. una porción de cereal con leche; galletitas con mantequilla de maní o pastas de jamón y queso. Natillas, arroz con leche, barras pequeñas de chocolate.
• De 6 a 9 años: Están un poco más inquietos, y requieren mucha energía. Hay que proveerle de suficientes carbohidratos complejos: jugo de avena con naranja y zanahoria, barritas de granola (frutas secas en general), frutas; sándwiches con diferentes rellenos y diferentes tipos de panes, muffins, etc.
• De 12 a 15 años: En esta etapa, los muchachos generalmente están practicando deportes de forma regular y son, además, independientes en cuanto a gustos. Son más conscientes de su imagen (acné, sobrepeso, etc.), por lo que el consumo de frutas también tienen importancia capital: los hidratan, los mantienen saludables, ayudan a la digestión y contribuyen a controlar el peso. Pero también deben incluir helados de yogurt, cocktail de frutas, jugos naturales, etc.
Meriendas para niños en condiciones especiales.
• Niños diabéticos: Deben tener especial cuidado en el consumo de azúcares simples, pero necesitan de glucosa constante en sangre para mantenerla estable. Mucha moderación, carbohidratos complejos combinados con proteínas, para mayor estabilidad y lenta absorción.
• Niños en sobrepeso: Requieren de una dieta alta en proteínas para acelerar su metabolismo. Pero también de muchos líquidos y fibra para contrarrestar. En cualquier caso, sus regímenes alimenticios deben ser establecidos y supervisados por un especialista. Los análisis y el monitoreo constante son imprescindibles.
¿Qué papel juega la escuela en estas pautas nutricionales, para involucrarse más y lograr mejores resultados?
Hay una alta incidencia de niños obesos, hiperactivos, con problemas de atención y baja asimilación. Casi todos estos problemas tienen raíces en una nutrición inadecuada. Ahora que los niños tienen mayor tiempo en la escuela, sugerimos que la “nutrición” sea una materia curricular y con alto peso de nota. O mejor aún, vincular muchas de las clases con ejemplos nutricionales y de vida diaria. En las cafeterías, las escuelas deben trabajar directamente con un nutricionista para ofrecer opciones saludables, adecuadas, y lo más completa posibles. Un niño que sabe lo que debe comer exigirá en la cafetería lo que conviene. ¿O no?

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