¿Qué pensarías si Facebook, sin tu permiso, hubiera estado manipulando tu timeline para
analizar tus reacciones emocionales? Eso es justo lo que la red social
ha hecho recientemente con casi 690.000 usuarios: alterar la forma en
que les mostraba noticias positivas y negativas para medir sus
reacciones. Tras la polémica generada, el responsable del experimento en
Facebook ha intentado justificar la iniciativa y pedido disculpas por cómo la ha llevado a cabo.
"La
razón por la que hicimos esta investigación es porque nos importa el
impacto emocional de Facebook y de la gente que utiliza nuestro
producto. [...] Puedo entender por qué algunas personas tienen
objeciones al respecto, y mis co-autores y yo sentimos mucho cómo el
informe describió la investigación y el ansia que ha causado", ha explicado Adam Kramer, el analista de Facebook responsable de la investigación.
Según
Kramer, la red social quería investigar la creencia de que ver noticias
positivas de nuestros amigos contribuía a deprimirnos mientras que leer
noticias negativas podría hacer que no quisiéramos entrar con tanta
frecuencia en Facebook.
Para
comprobar si esto era cierto o no, a Kramer se le ocurrió un
experimento: seleccionó 689.003 usuarios y los dividió en dos grupos. A
un grupo le borró de su timeline todas las noticias positivas
que sus amigos iban publicando y a otro las negativas. Esas
publicaciones aparecían si visitaban las páginas de sus amigos, pero no
se mostraban en su timeline. Ninguno de los casi 690.000 usuarios fueron notificados de que estaban participando en un experimento de este tipo.
Facebook,
como no, está cubierto por sus términos de uso, las reglas que
aceptamos al abrirnos una cuenta. Cuando nos damos de alta, aceptamos
que nuestros datos puedan ser utilizados "para operaciones internas, incluido solucionar problemas, análisis de datos, pruebas, investigación y mejora del servicio" . Y eso es justo lo que argumenta Kramer y Facebook: que han realizado el experimento para intentar mejorar su servicio. "Nuestro objetivo no era molestar a nadie", ha asegurado Kramer en declaraciones adicionales a The Guardian.
Sin
embargo, según algún especialista, como James Grimmelmann, profesor de
derecho en la Universidad de Maryland, EE.UU., el estudio de Facebook no
solo no ético, sino que puede ser ilegal.
Según Grimmelmann, para este tipo de investigaciones se requiere el
"consentimiento informado" de los usuarios, independientemente de los
términos de uso de la red social.
En el estudio de Facebook, publicado recientemente en el medio de divulgación científica PNAS,
las conclusiones del experimento contradicen la creencia popular de que
ver noticias positivas de nuestros amigos nos puede deprimir. Según el
experimento, ver emociones positivas en Facebook acaba impulsando
comportamientos y reacciones similares. Curioso que haya sido el propio
estudio el que ha generado tantas reacciones negativas contra la red
social. [vía Facebook y The Guardian]
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