La
familia von Hassel, como buenos padres responsables, activaron el
sistema de control parental de la Xbox One para evitar que el pequeño
Kristoffer viera contenidos demasiado violentos, pero no contaron con la
curiosidad de su hijo.
Básicamente, lo que ha descubierto el pequeño de los von Hassel es cómo acceder a una cuenta de Xbox One
protegida por contraseña. Es tan fácil como escribir una contraseña
incorrecta, y después escribir espacios el mismo número de veces que
caracteres tenga la clave. La propia Microsoft ha confirmado la
existencia de la vulnerabilidad, y ya la ha corregido.
Aparte de incluir al pequeño en la lista
de expertos en seguridad, Microsoft también ha entregado a Kristoffer
cuatro juegos, cincuenta dólares para gastar en la Microsoft Store, y un
año gratis de suscripción a Xbox Live. En la web del canal de
televisión ABC tenéis al crío en acción. Sus padres aseguran que no es
la primera vez que se las apaña para averiguar contraseñas. Quizá en el
futuro vuelva a aparecer en la lista de honor de Microsoft con logros
más complejos.
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