A la punta del taladro odontológico se le conoce como fresa / Foto: Thinkstock
Muchos temen acudir al dentista porque los pone nerviosos el instrumental zumbando en sus oídos. Pero nada es tan malo como lo que le sucedió a esta mujer en Suecia, en 2012. La mujer de 60 años de edad fue someterse a una cirugía de implante dental en un hospital. La intervención iba de acuerdo con lo planeado cuando la cabeza del taladro, conocida como fresa, se soltó y se fue por su boca. Ella, que estaba acostada, se sentó inmediatamente y tosió, pero la parte metálica de tres centímetros del instrumental odontológico, ya se había deslizado por su garganta. “Trató de escupir, tosió, pero todo fue en vano”, comentó el doctor Per Weitz, jefe médico del hospital, al sitio de noticias sueco The Local.
La mujer fue trasladada de inmediato al área de rayos X. Las placas revelaron que la cabeza del taladro se había alojado en el pulmón derecho.
Los médicos del Hospital del Condado de Västmanland, en Västerås, en el centro de Suecia, realizaron una broncoscopia de urgencia para retirar la pieza metálica. “Un tubo diminuto, con unas pinzas para sujetar la fresa una vez que la encontrara, fue guiado hacia su pulmón a través de una pequeña cámara”, comentó el doctor Weitz.
[Galería: Alimentos para dientes 100% sanos]
El incidente salió a la luz pocos meses después de que se informara a la Junta Nacional de Salud y Bienestar de Suecia, pues estos accidentes deben ser reportados de acuerdo con Lex Maria, el nombre dado a las regulaciones que rigen la presentación de informes de lesiones o incidentes en el sistema sanitario de aquel país.
La mujer fue capaz de volver a casa al día siguiente, pero pasó un mes antes de recuperarse de su terrible experiencia.
El doctor Weitz mencionó a The Local que los nuevos procedimientos de seguridad incluyen pruebas de taladros dentales en el aire, para evitar accidentes similares en el futuro.
0 Comentarios