Un hombre de 80 años que no puede pasar desapercibido a la vista y al olfato para nadie, confesó que lleva 60 sin bañarse.
La información recogida por la agencia de noticias iraní
(IRNA) señala que el octogenario llamado Amoo Hadji, vive de comer
animales muertos.
Amoo decidió hace seis décadas que nunca más su cuerpo sería tocado por
las gotas de agua y es así que lleva una convivencia con su entorno
natural. Aunque nadie en el pueblo de Dezhgah, en la provincia de Fars
Dehram, en Irán sabe la razón que lo llevó a tomar esa decisión.
Además fuma estiércol en una pipa de tres pulgadas de diámetro, su único
refugio es una casa de piedra construida por sus vecinos, y pasa el
tiempo en un hoyo en la tierra que se asemeja a una tumba.
La piel de Amoo se le ha llenado de escamas, lo que dificulta
identificar su verdadero color, y pese a tener este estilo de vida, no
se le detectó ningún malestar físico, según reseña la agencia iraní.
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