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5 claves de una pareja exitosa



Los modelos de relacionamiento han cambiado tanto en los últimos años que han llamado la atención de disciplinas como la neurociencia. Al profundizar en las bases de la inteligencia emocional, los investigadores comienzan a comprender por qué algunos patrones de comportamiento resultan más positivos que otros cuando se trata de construir parejas exitosas a largo plazo.
Cambiar los patrones de comportamiento alarga las relaciones de pareja / Foto: Thinkstock 
Cambiar los patrones de comportamiento alarga las relaciones de pareja / Foto: Thinkstock
Dr. Brent Atkinson, terapeuta e investigador, ha explicado que la inteligencia emocional es básica para el bienestar de una pareja a largo plazo. Resulta que la inteligencia emocional no es una entidad aislada del cuerpo; muy al contrario, está tejida en cada una de nuestras células. Según las evidencias de la ciencia, cuando se tiene una relación en la que se produce mucha oxitocina (la hormona del apego y el amor), la salud y el equilibrio vital se apoyan en ese sistema de estímulos y respuestas. Por eso, cuando algún factor pone en cuestión ese sistema, el equilibrio se rompe y nos sentimos física y psíquicamente amenazados.
Socialmente, manifestamos esta amenaza cuando decimos que "la relación está en crisis". En ese punto, tenemos dos opciones: cambiar nuestros patrones o cambiar de pareja. La primera opción implica un proceso largo y complejo; la segunda es relativamente más "fácil" pero representa un riesgo mayor: repetir patrones y entrar en una serie de fracasos sin fin.
El fundamento de una pareja exitosa estaría en la disposición que tengan los individuos para cambiar sus patrones negativos y hacer que el vínculo de amor y respeto se mantenga. De acuerdo con el Dr. Atkinson, hay cinco habilidades que facilitan o “predicen” el éxito de las relaciones:

1. Iniciar la comunicación (verbal y no verbal) con suavidad. Cuando se trata de arreglar un problema, compartir una frustración o expresar su insatisfacción, es mejor comenzar con tacto y amabilidad que con un ataque. Una actitud suave permite expresar un desacuerdo sin estrategias defensivas que tienden a culpar al otro o a denigrar la relación. La neurociencia ha mostrado que sentirse agredido por la pareja equivale a sentir que el sistema de apego está en peligro, por lo que se detonan reacciones de supervivencia. No se trata de edulcorar la situación o de ser condescendiente, sino de poner el acento donde debe ir: “Me siento enojada porque te olvidaste de nuestro aniversario” y no: “¡Eres un desconsiderado, ni siquiera me escribiste un mensaje!”.
2. Estár abiertos a la influencia de la pareja. Además de tener tacto y ser responsables al momento de expresar sus necesidades, las parejas exitosas tienen la habilidad de responder las peticiones, críticas o reclamos sin ponerse a la defensiva. Según los expertos, quienes tienen el rol masculino en la pareja están menos dispuestos a aceptar la influencia del otro porque sienten que eso cuestiona su “poder” o su “autoridad”. Ese es un patrón cultural heredado que opera a nivel inconsciente y resulta destructivo. Los estudios del Dr. Gottman señalan que cuando el marido tiene la apertura y la voluntad de escuchar los comentarios de su pareja, hay un 80% de probabilidades de que la pareja se mantenga a largo plazo.
3. Reparar la confianza después de una pelea. Hay discusiones que no llevan a ningún lado y nos desgastan porque ambas partes están a la defensiva y reaccionan agresivamente. Estas discusiones son inevitables porque son reacciones que están en nuestra naturaleza, sin embargo, la diferencia entre el fracaso y el éxito está en lo que hacemos después de que ocurren. Dicen los expertos que las parejas existosas saben cómo compensar y enmendar esas malas discusiones. La clave está en hacer todo lo posible por restaurar la confianza en el otro y la esperanza en la relación. Por ejemplo: “sé que se calentaron los ánimos y dijimos cosas que nos hicieron daño. Lo siento, quiero empezar de nuevo, sé que podemos llegar a una solución juntos, quiero trabajar en ello. ¿Te gustaría que lo intentáramos juntos?”.
Confianza, autonomía, diálogo y cariño son fundamentos de la pareja actual / Foto: ThinkstockConfianza, autonomía, diálogo, equidad y cariño son fundamentos de la pareja actual / Foto: Thinkstock
4. Honrar y apoyar genuinamente las aspiraciones y los sueños del otro. Como seres humanos necesitamos de los demás para sentirnos valorados y dar sentido a lo que hacemos. Inevitablmente, depositamos expectativas en el otro y eso nos pone en conflicto. Pero lejos de pensar que es algo nocivo, el conflicto es positivo y hasta necesario, ya que nos permite expandir nuestra conciencia de quiénes somos y quién es ese otro al que amamos. Resistirnos al cambio es un síntoma de que no nos sentimos amados o reconocidos, o bien, de que no sentimos que el otro esté suficientemente comprometido con la relación; olvidar o boicotear compromisos, por ejemplo, es una forma inconsciente de expresarlo. Las parejas exitosas no temen al conflicto pues saben que su valor no depende de lo que el otro piense o haga, comparten objetivos de vida independientemente de las cirncunstancias, tienen bien identificadas sus expectativas y no cargan al otro con la responsabilidad de cumplirlas.
5. Ver el vaso medio lleno y no medio vacío. Las investigaciones muestran que las parejas exitosas pasan más tiempo construyendo y fortaleciéndo sus vínculos que solucionando problemas. En otras palabras, se divierten, expresan la admiración que sienten por el otro, hacen planes juntos, coquetean, dan prioridad a los tiempos de intimidad. De acuerdo con el Dr. Gottman, la proporción es 5 a 1: 5 actividades positivas por una negativa.
En resumen, la actitud que favorece el éxito de una pareja no es la que impone condiciones del tipo “yo cambio mi actitud si él o ella cambia la suya”. Al contrario: “Pienso y actúo con respeto hacia mí mismo y hacia mi pareja, independientemente de la situación”.
Detrás de cada patrón de comportamiento hay una ruta electroquímica (se detonan hormonas, enzimas e impulsos eléctricos que se manifiestan en reacciones más o menos “viscerales”). La pareja es el gran laboratorio de las emociones porque permite ensayar y probar patrones de conducta en un ambiente seguro y amoroso. Por eso, no se trata de competir o de tener la razón a toda costa, sino de salir de la zona de confort para generar nuevos patrones de comportamiento, de manera que cuando aparezcan los conflictos, no sintamos que todo nuestro sistema de bienestar está amenazado y reaccionemos defensivamente (huir o atacar).

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