Los llamados televisores inteligentes, o Smart TVs
en inglés, están muy bien. Vienen equipados con cámaras, aplicaciones,
capacidad de conectarse a Internet y navegar por ella etc. Pero como ocurre
con los ordenadores y los smartphones, esta tecnología también puede
utilizarse para hacer el mal; por ejemplo para invadir la intimidad de
sus dueños.
El año pasado investigadores de seguridad de la consultora ReVuln ya sacaron un vídeo
en el que se veía que habían logrado tomar el control de un Smart TV.
Ahora a ellos se unieron Aaron Grattafiori y Josh Yavor quienes, en el
marco del evento Black Hat 2013,
anunciaron que habían encontrado agujeros de seguridad en los últimos
televisores inteligentes de Samsung a través de los cuales pudieron
explotar las características de los mismos de forma remota.
Concretamente
lograron inyectar códigos maliciosos en los equipos mediante el
navegador web. Gracias a ellos fueron capaces a encender cámaras,
utilizar aplicaciones instaladas tipo Facebook o Skype y acceder a
archivos varios. En contraposición Samsung declaró que los agujeros de
seguridad ya habían sido parcheados, pero en palabras de los dos
investigadores “eso no significa que en el futuro se descubran otros”, lo que ocurrirá seguro.
Las razones
son obvias y principalmente dos: una, el mercado de los Smarts TV está
creciendo a un ritmo imparable, lo que les convierte en un objetivo cada
vez más jugoso. Dos, corren softwares complejos, y en ellos la ausencia
total de bugs no existe.
Así que
precaución con tu televisor inteligente. Ten su software siempre
actualizado a la última versión y no accedas a páginas sospechosas. Con
esas dos simples cosas las probabilidades de sufrir una intrusión ahora o
el futuro bajan bastante.

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