El caso conmovió al país el 8 de octubre de 2011, cuando se conoció la desaparición de Ruth y José, de 6 y 2 años. El padre los mató para vengarse de la madre
José Bretón quería vengarse de su esposa, Ruth Ortiz, que días antes le había dicho que se quería divorciar.
Por eso el 8 de octubre de 2011 entró con sus hijos en la finca de Las Quemadillas, en Córdoba, los asesinó y, para borrar las evidencias, los incineró en una fogata que prendió en un huerto de naranjos.
Tres horas después, Bretón condujo varios kilómetros hasta el parque Cruz Conde, donde simuló el secuestro de sus hijos e inició una gran farsa nacional, desmontada luego de muchos meses de investigación.
En primer lugar se comprobó que no tenía sustento la historia del supuesto secuestro, ya que había demasiadas inconsistencias en su relato y todos los testigos lo desmentían. En segundo lugar, se hallaron entre las cenizas de la hoguera realizada en la finca restos óseos que, tras numerosas pruebas, se confirmó que pertenecían a dos niños de las mismas edades que Ruth y José.
Ahora le toca al juez de la causa decidir el monto de la pena. Bretón podría pasar 40 años en la cárcel si la justicia hace lugar al pedido de la fiscalía.
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