El primer ministro italiano Enrico Letta estuvo entre los presentes en el servicio en la villa de Pozzuoli, cerca de Nápoles.
A través de Twitter, el primer ministro informó que este martes sería un día de duelo nacional en memoria de las víctimas.
El autobús viajaba al este de Nápoles en la provincia de Avellino cuando se estrelló el pasado domingo. Los pasajeros habían participado en un peregrinaje de fin de semana al santuario Padre Pio en Pietrelcina.
Andrea Regione, un fotógrafo del diario local Corriere dell'Irpinia, dijo a CNN que el autobús cayó unos 30 metros desde un puente hacia un área boscosa.
Fotografías tomadas en el lugar mostraron la baranda de protección destruida, y el autobús sobre uno de sus costados.
Pasquale Picone, de la policía de Avellino, dijo que el autobús golpeó a 11 autos que se encontraban sobre la vía antes de caer del puente, por lo que se sospecha que tenía problemas con los frenos. Hasta ahora, la causa exacta del percance se desconoce.
El funeral en Pozzuoli ocurre solo un día después de otra emotiva misa en España para las 79 víctimas del accidente de tren ocurrido la semana pasada en Santiago de Compostela.
Barbie Latza Nadeau contribuyó con este reporte.
Mas de 30 muertos en tragico accidente en Italia
Equipos de rescate y testigos detallan la escalofriante escena del lugar donde un autocar se precipitó unos 30 metros desde un viaducto en Napolés. Hay 38 muertos
Los bomberos y el personal sanitario que acudió a la zona no podían creer en lo que veían, y lo definieron como un "infierno" según explican los medios de comunicación italianos.
Por una parte estaba la situación en la autopista, donde al menos una decena de coches estaban implicados en una colisión múltiple, algunos de ellos totalmente destrozados e incluso se produjo un incendio.
No había víctimas entre los ocupantes de los vehículos, aunque algunos sufrieron algunas fracturas, pero todos miraban hacia abajo, donde entre dos árboles quedaban los restos de un autocar que, tras chocar contra varios coches y golpear un guardarraíl, se salió de la carretera y cayó desde una altura de 30 metros.
Los equipos de rescate se trasladaron a la carretera adyacente y descubrieron la dificultad que tendrían para acceder al autocar, donde, aseguran, oían los gritos y llantos de los supervivientes, entre ellos algunos niños.
El jefe del equipo de los bomberos que acudió a la zona, Pellegrino Iandolo, explicó las dificultades del rescate de los supervivientes y de los cuerpos ya que el autocar cayó en una zona de matorrales. Era necesaria la rapidez ya que sobre el vehículo colgaba un gran trozo de cemento que se había desprendido del viaducto.
Después de varias horas de trabajo, 36 cuerpos quedaban tendidos, ocultados bajo sábanas sobre el asfalto de la carretera y 10 heridos eran trasladados de urgencia a varios hospitales de la zona. Otros dos de los pasajeros murieron en el hospital.
Cerca de las 8:00 GMT se pudo retirar lo que quedaba del autocar, completamente destrozado, y que ahora está a disposición de los peritos para esclarecer las causas del accidente.
Las primeras hipótesis hablan de un fallo en el sistema de frenos del autocar o, incluso, del reventón de uno de los neumáticos, pero todas éstas tendrán que ser verificadas por los supervivientes o los peritos, ya que el conductor del autobús murió en el accidente.
Por una parte estaba la situación en la autopista, donde al menos una decena de coches estaban implicados en una colisión múltiple, algunos de ellos totalmente destrozados e incluso se produjo un incendio.
No había víctimas entre los ocupantes de los vehículos, aunque algunos sufrieron algunas fracturas, pero todos miraban hacia abajo, donde entre dos árboles quedaban los restos de un autocar que, tras chocar contra varios coches y golpear un guardarraíl, se salió de la carretera y cayó desde una altura de 30 metros.
Los equipos de rescate se trasladaron a la carretera adyacente y descubrieron la dificultad que tendrían para acceder al autocar, donde, aseguran, oían los gritos y llantos de los supervivientes, entre ellos algunos niños.
El jefe del equipo de los bomberos que acudió a la zona, Pellegrino Iandolo, explicó las dificultades del rescate de los supervivientes y de los cuerpos ya que el autocar cayó en una zona de matorrales. Era necesaria la rapidez ya que sobre el vehículo colgaba un gran trozo de cemento que se había desprendido del viaducto.
Después de varias horas de trabajo, 36 cuerpos quedaban tendidos, ocultados bajo sábanas sobre el asfalto de la carretera y 10 heridos eran trasladados de urgencia a varios hospitales de la zona. Otros dos de los pasajeros murieron en el hospital.
Cerca de las 8:00 GMT se pudo retirar lo que quedaba del autocar, completamente destrozado, y que ahora está a disposición de los peritos para esclarecer las causas del accidente.
Las primeras hipótesis hablan de un fallo en el sistema de frenos del autocar o, incluso, del reventón de uno de los neumáticos, pero todas éstas tendrán que ser verificadas por los supervivientes o los peritos, ya que el conductor del autobús murió en el accidente.
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