Un joven de 17 años fue capturado y linchado por una turba de 500 habitantes de la ciudad cochabambina de Eterazama. Autoridades señalan el quinto caso en un mes
Un joven de 17 años murió en el departamento boliviano de Cochabamba, tras ser quemado vivo por una turba que le capturó cuando supuestamente trataba de robar una motocicleta y matar a su propietario.
El muchacho fue capturado el viernes por la noche junto a un amigo de 18 años por pobladores de la localidad cochabambina de Eterazama, que fueron alertados a gritos de que se estaba produciendo un robo, según informó la prensa local.
Aunque la Policía, un fiscal y otros funcionarios trataron de convencer a la turba de que liberara a los jóvenes, unos 500 pobladores los mantuvieron cautivos durante dos días hasta que el lunes por la noche los rociaron con gasolina y prendieron fuego a uno de ellos.
El director del hospital Viedma de Cochabamba reportó que el menor murió la pasada madrugada camino al hospital a consecuencia de las graves quemaduras que sufrió. Las autoridades lograron rescatar con vida al otro joven.
Con este suceso, los muertos en Bolivia por linchamientos suman cinco en menos de un mes, hechos que en todos los casos se han cometido bajo el supuesto amparo de la justicia comunitaria, reconocida oficialmente en la Constitución boliviana, pero que, sin embargo, no admite la pena de muerte.
La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos (OACNUDH) ha pedido reiteradamente a las autoridades bolivianas que asuman “acciones decisivas” para frenar los linchamientos.
Según el diario Opinión de Cochabamba, en la provincia de Chapare han fallecido 16 personas por linchamientos en los últimos cinco años.
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