Las
redes sociales son un arma de doble filo. Por un lado, te ayudan a
crear una versión digital de ti misma, espléndida, que potencia tu ego.
Pero, al mismo tiempo, y según cómo las uses, pueden hacerte sentir
miserable. ¿Qué dicen los expertos?
Autopromocionarnos. Para Nicole Ellison, investigadora de
comunicación de la Universidad de Michigan, usamos Facebook y otras
redes sociales porque aumentan nuestra autoestima y nos permiten
“autopromocionarnos”, según un artículo publicado en el sitio de la
Asociación Americana de Psicología.
Nuestro perfil, ¿nos infla el ego? Un estudio del 2009 publicado en la revista científica Cyberpsychology, Behavior and Social Networking
observó a 63 alumnos de la Universidad Cornell. Los investigadores, Amy
Gonzales y Jeffrey Hancock, hallaron que aumentaba la autoestima de
aquellos que veían y editaban su página de Facebook, ¡durante solo tres
minutos!
Una versión "photoshopeada". Gonzales y Hancock creen que ese
pico de autoestima se produce porque elegimos la información que
incluimos en Facebook. Al ver nuestras mejores fotografías, leer
nuestros comentarios inteligentes llenos de “me gusta” y las anécdotas
de nuestras últimas vacaciones, reforzamos la visión ideal que tenemos
de nosotras mismas. Esto puede tener un efecto positivo sobre la
autoestima… pero todo tiene un límite.
Una versión "photoshopeada". Gonzales y Hancock creen que ese
pico de autoestima se produce porque elegimos la información que
incluimos en Facebook. Al ver nuestras mejores fotografías, leer
nuestros comentarios inteligentes llenos de “me gusta” y las anécdotas
de nuestras últimas vacaciones, reforzamos la visión ideal que tenemos
de nosotras mismas. Esto puede tener un efecto positivo sobre la
autoestima… pero todo tiene un límite.
En el límite del narcisismo.
Al cultivar constantemente nuestra imagen virtual, corremos el riesgo
de volvernos demasiado narcisistas. Un trabajo del 2012 publicado en la
revista científica Personality and Individual Differences, halló
que quienes actualizaban su estatus de Facebook todo el tiempo, se
autoetiquetaban en fotos y estaban llenos de amigos –incluso personas
que no conocían– obtenían un puntaje alto en un inventario de
personalidad narcisista. ¿Te sientes identificada?
Queremos que nos vean… Existe una realidad innegable.
Buscamos el reconocimiento público por medio de las redes sociales. Nos
exponemos y esperamos que eso genere una respuesta en el otro. ¿Vas a
negarme que no te da placer tener 400 amigos? ¿Un millón de “me gusta”?
¿Más comentarios en tu muro que tu mejor amiga? ¿Más seguidores en
Twitter o en Instagram? ¿Un puntaje más alto en Klout?
Más interacción en Facebook, ¿más autoestima? No todo es
color de rosa en el mundo de las redes sociales. Otra investigación,
esta vez de la Universidad de Gothenburg en Suecia, relevó a 335 hombres
y 676 mujeres para determinar el vínculo entre baja autoestima y el uso
de Facebook. ¿Adivina cuál fue el descubrimiento?
Mujeres tristes.
Los científicos notaron una relación inversamente proporcional entre el
uso de Facebook y la autoestima. Cuanto más crecía la interacción en la
red social, más bajaba la apreciación personal, especialmente en las
mujeres. Las que más usaban Facebook tendían a sentirse menos contentas y
satisfechas con sus vidas. ¿Por qué?
Odiosas comparaciones.
Ahhh… esa tendencia a compararse. La vida de los otros en Facebook
parece un paraíso, ¡porque así la pintan! Nuestra vida, entonces, nos
resulta una porquería. Equiparamos constantemente: analizamos si la
novia de nuestro ex es más hermosa que nosotras, vemos fotos de nuestra
compañera de oficina haciendo shopping y nos da envidia, escaneamos las fotos en bikini de nuestra peor enemiga para encontrarle defectos… ¡somos terribles!
Personalidades vulnerables. Hay personalidades más proclives a
“engancharse” en el sube y baja emocional de las redes virtuales. La
Lic. Adriana Guraieb* destaca a Yahoo! Mujer que quienes no tienen una
buena socialización, los más tímidos, los depresivos, los que rechazan
su identidad y su historia, los que tienen baja autoestima, los que
atraviesan una desilusión amorosa y se sienten solos, los que presentan
un elevado grado de ansiedad para las relaciones sociales cara a cara,
corren más riesgo de desarrollar una dependencia hacia el mundo ficticio
del 2.0.
Hora de cambiar.
Para modificar esta influencia negativa de las redes sociales sobre
nuestra autoestima, empecemos por cambiar nosotras mismas. Austin
aconseja examinar nuestro perfil público: ¿qué quieres que otros sepan
de ti? ¿Qué dice tu información acerca de quién eres y cuál es tu valor
personal? ¿Refleja la persona que quieres ser?
Sé auténtica. Austin recomienda en Psychology Today
recuperar la autenticidad. Ser honestas con nosotras mismas y con los
demás. Expresar nuestros pensamientos, sentimientos, creencias,
fortalezas y debilidades, obviamente seleccionando con quiénes
compartimos esta información más profunda y personal.
El otro extremo: la hiperautenticidad. Cuidado con pasarse al
otro bando. Una persona que es hiperauténtica en las redes sociales, no
tiene filtros y no le importa el impacto que pueda tener en los demás,
de acuerdo con Austin. Caer en este extremo es “muy fácil”, según
comenta: “Las redes sociales nos alientan a compartir nuestros
sentimientos e ideas todo el tiempo, sin discreción. Puede también
animarnos a abrir excesivamente nuestro mundo interior a otras
personas”. Busca un equilibrio saludable entre tu versión
“photoshopeada” y tu realidad.
Conclusión. Independientemente de cómo las uses, las redes
sociales influyen en tu bienestar psicológico. Pueden subir o bajar tu
autoestima todo el tiempo. Para regular esta montaña rusa emocional, el
primer paso es tomar conciencia de cómo les permites moldear tu visión
de ti misma.
Fuentes: Asociación Americana de Psicología (apa.org), Psych Central (psychcentral.com), Science Daily (sciencedaily.com) y Revista Psychology Today (psychologytoday.com).
*Licenciada Adriana Guraieb: miembro de la Asociación Psicoanalítica Internacional y de la Asociación Psicoanalítica Argentina.
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