Las tiendas de los diseñadores italianos Domenico Dolce y Stefano Gabbana en las calles milanesas Venezia y della Spiga, así como el restaurante Gold y un kiosco de prensa no abrirán durante tres días.
Para justificar la medida, los propietarios colocaron en los escaparate un cártel con la leyenda "Cerrado por indignación".
La polémica con el ayuntamiento de Milán comenzó hace algunos días cuando el concejal de Comercio, Franco D'Alfonso, hablando de la posible participación de Dolce & Gabbana en la Semana de la Moda Femenina, que se celebrará en la ciudad en septiembre, dijo que "no había espacios públicos para quienes estuvieran condenados por evasión fiscal".
El pasado 19 de junio, un tribunal de Milán condenó a los diseñadores a un año y ocho meses de cárcel por un delito de evasión fiscal de cerca de 1.000 millones de euros (1,3 millones de dólares).
Ante esta declaración, Stefano Gabbana publicó en su cuenta en la red social Twitter el mensaje: "Ayuntamiento de Milán, me das asco".
Ante esta polémica, el alcalde de la ciudad, Giuliano Pisapia, afirmó que la reacción del concejal habían sido inoportunas, pero también calificó de "desproporcionada" la reacción de los diseñadores.
Dolce & Gabbana no participan desde hace años en las sesiones oficiales de la Semana de la Moda de Milán y presentan sus colecciones esos mismos días, pero en espacios privados.
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