El gigante del lujo francés Louis Vuitton Moët Henessy (LVMH), fue condenado este lunes con una multa de ocho millones de euros por haber entrado en el capital de la empresa Hermès de forma fraudulenta, ya que ocultó sus posiciones, anunció la Autoridad de los Mercados Financieros (AMF).
Según una publicación en el periódico español El País, aunque la decisión de la comisión de sanciones se queda por debajo de los 10 millones que había reclamado a finales de mayo el colegio de la institución, se trata de la mayor multa dictada por la AMF.
De acuerdo con el diario, la Comisión, que tomó la decisión el pasado 25 de junio, sanciona así “la gravedad de los incumplimientos sucesivos a la obligación de información del público que consistió en esconder todas las etapas de toma de participación de LVMH en el capital de la empresa”, según señala en un comunicado.
Según la nota publicada, la AMF explica en el comunicado que el hecho de esquivar “el conjunto de las reglas destinadas a garantizar la transparencia indispensable al buen funcionamiento del mercado debe sancionarse a altura de las perturbaciones que ha provocado”.
El diario recordó que los hechos recriminados a LVMH se remontan a octubre de 2010, cuando anunció por sorpresa que había entrado en el capital del grupo, y que poseía el 17% de los títulos. Lo había hecho a través de unos instrumentos financieros derivados, denominados “equity swaps”, destinados en principio a ser cobrados en efectivo una vez vencido su plazo.
En lugar de eso, LVMH decidió, mediante una cláusula especial, cambiarlo por acciones. Lo que logró fue obtener una participación importante en la firma Hermès sin haber levantado las sospechas del mercado, ya que evitó tener que informar al agente bursátil de la subida progresiva en el capital.
Tras hacerse con una primera participación del 17%, siguió adquiriendo acciones, hasta hacerse con el 22,6% del capital de la firma de lujo, aunque en esta ocasión, advirtiendo de sus intenciones. A mediados de junio, Hermès demandó a LVMH ante el tribunal comercial de París para pedir la anulación de la adquisición inicial del 17%.
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