El ejercicio, una dieta sana y consejos
específicos para cada condición ayudarán a la gestante a verse y
sentirse bien consigo misma.
Muchas de las transformaciones que sufre el cuerpo femenino en la
gestación afectan su imagen de manera directa, afirma Juan Carlos
Bleichmar en “Guía práctica para la mujer embarazada” (Ojos de Papel
Ediciones, 2003).
Según este autor, el ejercicio, una dieta sana y consejos específicos para cada condición ayudarán a la gestante a verse y sentirse bien consigo misma. Como otros autores que han abordado el tema, Bleichmar dedica extensas líneas a la piel.
“En general -escribe- la piel mejora durante el embarazo debido al alto nivel de hormonas que permite retener mejor la humedad y le otorga al rostro un aspecto más lozano”.
Bien dice “en general”. Algunas mujeres experimentan una reducción en la secreción de las glándulas sebáceas y su piel se reseca. Por tanto, deben aplicarse constantemente cremas hidratantes y evitar el exceso de maquillaje que, según el experto, empeora el problema.
Aquellas que desarrollen acné, tienen que usar a diario un limpiador especial. Para cuidar la piel durante la gestación, Bleichmar recomienda usar cosméticos poco grasos, antialérgicos y naturales; descartar cremas o productos que contengan hormonas o extracto de placenta; usar aceites de baño y consumir una dieta rica en vitaminas A y C.
Estrías y manchas
Aparte de factores físicos, en la aparición de estrías inciden el aumento en la producción de estrógenos y la genética, explica Mara Iglesias en “Cuidao de piel, manos y pies” (Ediciones Lea, 2012).
Lo mejor es prevenirlas usando abundantes cremas, lociones o aceites diseñados para ello. Y aunque algunas mujeres no pueden evitar su aparición por más que traten, es mejor intentarlo a quedarse de brazos cruzados.
Para elegir el producto adecuado, dice Iglesias, la mujer debe tener en cuenta si su piel es seca, grasa o sensible. El aumento en la producción de estrógeno y progesterona provocan a veces mayor concentración de melanina y dan lugar a la aparición de manchas en el rostro.
A la protección solar, Mara Iglesias recomienda agregar el uso de cremas con ácito láctico, glicólico y salicílico, “para contribuir a la regeneración celular”.
(( Cabellera
Transformaciones
((+01 No todos los cambios se producen para mal. Algunas mujeres tienen un cabello más brillante y abundante en estos meses.
“El cabello se torna más graso por la cantidad de progesterona circulante, la cual estimula las glándulas sebáceas”, explica Miriam Stoppard en “Nuevo libro del embarazo y nacimiento” (Editorial Norma, 2000).
Los cambios hormonales podrían hacer que gran parte del pelo entre en fase de crecimiento, aunque luego del parto empiece a caerse. Evite tintes, decoloraciones, permanentes y champús agresivos.
(( Busto
Consejos para cuidarlo
((+01 El busto es una zona del cuerpo que a muchas mujeres preocupa. Y es sabido que este experimenta cambios importantes durante el embarazo: las glándulas mamarias crecen al prepararse para la lactancia y el estiramiento del tejido da lugar a la aparición de estrías.
Además, pueden cambiar de forma y las aureolas oscurecerse. “Los cambios que nuestras glándulas mamarias experimenten dependerán básicamente de la calidad de nuestra piel y nuestros tejidos, es decir, de nuestro patrimonio genético”, señala Marianne Lewis en su libro “Vas a ser mamá” (Ediciones Robinbook, 2007).
A pesar de ello, según Lewis, la mujer puede tomar algunas medidas para que sus senos sufran menos estragos desde el punto de vista estético.
Sugiere aplicar diariamente una buena crema, aceite de germen de trigo o de almendras; usar un sostén adecuado, incluso por la noche si el busto crece mucho; seguir una dieta rica en proteínas y en calcio; evitar baños muy calientes y en lugar de ello aplicar el método de ducha escocesa: mojarse el busto con agua tibia y luego con agua fría para estimular la circulación; nadar o practicar ejercicios que fortalezcan sus pectorales.
Según este autor, el ejercicio, una dieta sana y consejos específicos para cada condición ayudarán a la gestante a verse y sentirse bien consigo misma. Como otros autores que han abordado el tema, Bleichmar dedica extensas líneas a la piel.
“En general -escribe- la piel mejora durante el embarazo debido al alto nivel de hormonas que permite retener mejor la humedad y le otorga al rostro un aspecto más lozano”.
Bien dice “en general”. Algunas mujeres experimentan una reducción en la secreción de las glándulas sebáceas y su piel se reseca. Por tanto, deben aplicarse constantemente cremas hidratantes y evitar el exceso de maquillaje que, según el experto, empeora el problema.
Aquellas que desarrollen acné, tienen que usar a diario un limpiador especial. Para cuidar la piel durante la gestación, Bleichmar recomienda usar cosméticos poco grasos, antialérgicos y naturales; descartar cremas o productos que contengan hormonas o extracto de placenta; usar aceites de baño y consumir una dieta rica en vitaminas A y C.
Estrías y manchas
Aparte de factores físicos, en la aparición de estrías inciden el aumento en la producción de estrógenos y la genética, explica Mara Iglesias en “Cuidao de piel, manos y pies” (Ediciones Lea, 2012).
Lo mejor es prevenirlas usando abundantes cremas, lociones o aceites diseñados para ello. Y aunque algunas mujeres no pueden evitar su aparición por más que traten, es mejor intentarlo a quedarse de brazos cruzados.
Para elegir el producto adecuado, dice Iglesias, la mujer debe tener en cuenta si su piel es seca, grasa o sensible. El aumento en la producción de estrógeno y progesterona provocan a veces mayor concentración de melanina y dan lugar a la aparición de manchas en el rostro.
A la protección solar, Mara Iglesias recomienda agregar el uso de cremas con ácito láctico, glicólico y salicílico, “para contribuir a la regeneración celular”.
(( Cabellera
Transformaciones
((+01 No todos los cambios se producen para mal. Algunas mujeres tienen un cabello más brillante y abundante en estos meses.
“El cabello se torna más graso por la cantidad de progesterona circulante, la cual estimula las glándulas sebáceas”, explica Miriam Stoppard en “Nuevo libro del embarazo y nacimiento” (Editorial Norma, 2000).
Los cambios hormonales podrían hacer que gran parte del pelo entre en fase de crecimiento, aunque luego del parto empiece a caerse. Evite tintes, decoloraciones, permanentes y champús agresivos.
(( Busto
Consejos para cuidarlo
((+01 El busto es una zona del cuerpo que a muchas mujeres preocupa. Y es sabido que este experimenta cambios importantes durante el embarazo: las glándulas mamarias crecen al prepararse para la lactancia y el estiramiento del tejido da lugar a la aparición de estrías.
Además, pueden cambiar de forma y las aureolas oscurecerse. “Los cambios que nuestras glándulas mamarias experimenten dependerán básicamente de la calidad de nuestra piel y nuestros tejidos, es decir, de nuestro patrimonio genético”, señala Marianne Lewis en su libro “Vas a ser mamá” (Ediciones Robinbook, 2007).
A pesar de ello, según Lewis, la mujer puede tomar algunas medidas para que sus senos sufran menos estragos desde el punto de vista estético.
Sugiere aplicar diariamente una buena crema, aceite de germen de trigo o de almendras; usar un sostén adecuado, incluso por la noche si el busto crece mucho; seguir una dieta rica en proteínas y en calcio; evitar baños muy calientes y en lugar de ello aplicar el método de ducha escocesa: mojarse el busto con agua tibia y luego con agua fría para estimular la circulación; nadar o practicar ejercicios que fortalezcan sus pectorales.
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