Investigadores
de la Universidad de Illinois han desarrollado unas baterías que
podrían ser las más poderosas del planeta. A pesar de tener tan solo
unos cuantos milímetros de tamaño, podrían emplearse en un teléfono
móvil para poner en marcha la batería de un coche y luego recargarse en
un abrir y cerrar de ojos.
Estas nuevas microbaterías ofrecen tanto potencia como energía gracias a su estructura interna modificada. Las baterías
tienen dos componentes principales: el lado positivo (cátodo) y el lado
negativo (ánodo). Basándose en un novedoso diseño de cátodo de carga
rápida, el profesor Paul Braun y su grupo de investigación desarrollaron
un ánodo compatible y luego los integró a microescala para crear
baterías con un rendimiento superior.
Imagina los
beneficios para toda la electrónica de consumo, la mayoría de
dispositivos estaban limitados por el tamaño de la batería, pero eso se
acabó. Esta batería beneficiará sin duda a los teléfonos móviles e
incluso a los implantes médicos. [University of Illinois]

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