Un nuevo estudio llegó a la conclusión de que las mujeres con caderas
voluminosas y cintura pequeña tienen mejor salud que aquellas con una
anatomía diferente.
Un estudio, realizado este año, concluyó que las caderas anchas en las mujeres sería sinónimo de mayor inteligencia. Ahora, un nuevo análisis reveló que quienes presentan esta caracteríatica, junto a una cintura pequeña, serían también más saludables.
La reciente investigación -efectuada por la Universidad de Oxford- comparó la grasa que se acumula en la parte baja del cuerpo con la grasa abdominal.
Según resume el sitio elsiglodedurango.com.mx, la grasa abdominal es llamada por los científicos 'tejido metabólicamente activo', pues suelta los ácidos grasos de los alimentos cuando la persona se ejercita, mientras que la otra grasa, la grasa femoral, los retiene por más tiempo.
Aunque podría creerse que la grasa femoral es mala para el organismo, el descubrimiento de los científicos de Oxford sostiene que ésta se asocia a niveles más bajos del colesterol malo y más altos del colesterol bueno, lo que protege las arterias y reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o diabetes. Además, esta grasa está vinculada a hormonas que regulan el apetito y el peso.
Un estudio, realizado este año, concluyó que las caderas anchas en las mujeres sería sinónimo de mayor inteligencia. Ahora, un nuevo análisis reveló que quienes presentan esta caracteríatica, junto a una cintura pequeña, serían también más saludables.
La reciente investigación -efectuada por la Universidad de Oxford- comparó la grasa que se acumula en la parte baja del cuerpo con la grasa abdominal.
Según resume el sitio elsiglodedurango.com.mx, la grasa abdominal es llamada por los científicos 'tejido metabólicamente activo', pues suelta los ácidos grasos de los alimentos cuando la persona se ejercita, mientras que la otra grasa, la grasa femoral, los retiene por más tiempo.
Aunque podría creerse que la grasa femoral es mala para el organismo, el descubrimiento de los científicos de Oxford sostiene que ésta se asocia a niveles más bajos del colesterol malo y más altos del colesterol bueno, lo que protege las arterias y reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o diabetes. Además, esta grasa está vinculada a hormonas que regulan el apetito y el peso.
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