Los activistas de Anonymous esperan la liberación de quienes han sido arrestados por ataques DDoS.
Las nuevas tecnologías han
revolucionado hasta las formas de protesta. Donde antes se bloqueba un
sitio físico - un edificio, una calle -, ahora se cierra el acceso a
sitios web. Así de simple. ¿O no tanto?
No todos están tan seguros, pero así es como lo
ve uno de los principales grupos especializados en estas acciones de
(ciber)calle, que ahora quiere verlas legitimadas.Apretemos el botón de la flecha hacia atrás. Hace unos días, el grupo hackivista Anonymous le envió una carta a la Casa Blanca en la que pedía legalizar las acciones de "Negación de Servicio Distribuido" (DDoS, por sus siglas en inglés) como una forma reconocida de protesta.
La DDoS es una técnica utilizada con frecuencia por el grupo: consiste en saturar de peticiones un sitio específico, hasta que colapsa por la imposibilidad de manejar el volumen de tráfico. Para lograrlo, se utilizan redes "zombies" que envían las peticiones en forma automática o se convence a muchas personas de que multipliquen las peticiones a una hora y día determinados.
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"DDos ya no es una forma de hacking (...) En vez de tener a un grupo de personas paradas frente a un edificio para ocupar el área, estas personas usan sus computadoras para ocupar un sitio web para entorpecer (o bloquear) el servicio de este sitio en particular por un tiempo determinado"
Petición de Anonymous
La DDoS está considerada como una violación de los códigos éticos internacionales del uso de internet y en algunos países constituye delito. En Estados Unidos varias personas - entre ellas supuestos miembros de Anonymous - han sido arrestadas con relación a varios ataques, que las autoridades tratan como "cibercrímenes".
Sin firmas pero con debate
Análisis
Por David Cuen
BBC Mundo
A veces ser hacker es ser antipático. Lo es porque suele hacer cosas que no siempre son populares. Además la palabra -gracias a medios y películas- ha adquirido una connotación negativa alejada de sus orígenes.
Etimológicamente hablando el término proviene de "cortar o tajar" y fue usado por primera vez hacia el año 1200.
En su definición moderna un hacker es una persona que "adora programar en lenguaje informático y que disfruta un ingenio juguetón". De hecho la palabra hacking viene de la idea de usar computadoras con un "espíritu de exploración y juego, de curiosidad".
Twitter: @davidcuen
BBC Mundo
A veces ser hacker es ser antipático. Lo es porque suele hacer cosas que no siempre son populares. Además la palabra -gracias a medios y películas- ha adquirido una connotación negativa alejada de sus orígenes.
Etimológicamente hablando el término proviene de "cortar o tajar" y fue usado por primera vez hacia el año 1200.
En su definición moderna un hacker es una persona que "adora programar en lenguaje informático y que disfruta un ingenio juguetón". De hecho la palabra hacking viene de la idea de usar computadoras con un "espíritu de exploración y juego, de curiosidad".
Twitter: @davidcuen
"DDos ya no es una forma de hacking (...) En vez de tener a un grupo de personas paradas frente a un edificio para ocupar el área, estas personas usan sus computadoras para ocupar un sitio web para entorpecer (o bloquear) el servicio de este sitio en particular por un tiempo determinado", añaden los autores.
En la práctica, parece que no son muchos quienes los apoyan en esta iniciativa. Hasta finales de semana, sólo unas 5.000 personas habían suscrito la petición de Anonymous en We the People. Otras 20.000 firmas son necesarias para que el grupo reciba una respuesta oficial por parte de la Casa Blanca.
Con todo, las opiniones sobre la petición en sitios especializados y blogs están divididas. "Un ataque DDoS no es un acto de libertad de expresión. Es un ataque deliberado que busca causar daño", opinó un lector en el sitio gizmodo.com.
"Bajo ciertas circunstancias, tiene sentido considerarlo una forma legítima de protesta", contrapuso otro usuario.
"Hay que tener en cuenta que el paradigma de negocios ha cambiado. Antes se manejaban en persona y se necesitaba una forma de protesta también presencial. Ahora hay un uso amplio de internet, en el que empresas y gobiernos pueden evitar a los manifestantes y controlar la información que la gente recibe. Aquí el público ha quedado privado de sus derechos por el control corporativo de internet y una multitud de leyes anula la posibilidad del activismo online", añadió.
Una toma o una "tiradera de piedras"
Sin embargo, el pronóstico sobre la respuesta que recibirá esta petición es negativo."Es extremadamente improbablemente que ningún gobierno lo vea alguna vez como algo legal. Los DDoS causan un enorme problema a infraestructura vital. ¿Por qué tendría que animarse a la gente a protestar de esta manera?", señaló el especialista en tecnología de la BBC, Rory Cellan-Jones.
"Es extremadamente improbablemente que ningún gobierno lo vea alguna vez como algo legal. Los DDoS causan un enorme problema a infraestructura vital. ¿Por qué tendría que animarse a la gente a protestar de esta manera?"
Rory Cellan-Jones, especialista en tecnología de la BBC
Blasco recordó, además, que el DDoS no es una herramienta exclusiva de quienes quieren protestar contra algo o alguien, sino que también es utilizado, por ejemplo, por "mafias que se dedican a robar credenciales bancarias y usan la técnica para chantajear a pequeñas empresas, a las que amenazan de lanzar un ataque a menos que paguen una suma de dinero".
Por último, los dos expertos coincidieron en un tercer punto, también expresado por el columnista de Techdirt.com, Mike Masnick: "cuando tienes que ir al gobierno para pedirle que diga que tu protesta está bien, probablemente ya has perdido la batalla".
"En la vida real tú puedes tener como método de protesta una manifestación pacífica, sentarte en medio de una calle, pero el DDoS es como tirar piedras"
Jaime Blasco, especialista en seguridad informática
Es decir, la protesta, aunque aceptada como un derecho legítimo, es una acción que se mueve a los lados de un delgado filo que separa, y a veces hace excluyentes, los derechos de unos y de otros. Como pone en evidencia la protesta DDoS, en internet ese límite no es diferente: si acaso más difuso.
La mayoría optó por llamarlos "expertos" o "genios", aunque es importante acotar que la calificación a veces fue positiva y a veces no. Por ejemplo, alguien podía decir que eran "genios que usaban su conocimiento para el mal" en tanto que otros los calificaron de "genios, casi semi dioses". El común denominador es que fueron considerados expertos.
Las otras respuestas se dividieron entre quienes piensan que se trata de personas malas, aquellos que los ven como héroes o libertadores, quienes siguiendo la definición más clásica los ven como curiosos innovadores y aquellos que se los imaginan como personas holgazanas sin nada qué hacer.
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