DIÓMEDES SOLÍS UBRÍ, LUEGO DE DARLE UNA GOLPIZA A
SU PAREJA, ESPARCIÓ GASOLINA POR LA CAMA Y CON UNA LÁMPARA LE PRENDIÓ
FUEGO, MIENTRAS LOS TRES NIÑOS PERMANECÍAN EN LA HABITACIÓN
El agresor que hoy intentó matar a su pareja y a
tres hijos de ambos, causando un incendio en el que se destruyeron 8
viviendas, era reincidente golpeando a la mujer, tenía otra familia y se
le había puesto varias querellas pero las autoridades nunca “lograban
localizarlo”. A las querellas que se le ponían la Policía atendía cuando
iban a buscarlo e indagaban su paradero nunca lo encontraban por lo que
siempre estaba suelto, según testigos.
El hombre identificado como Diómedes Solís Ubrí, luego de darle una golpiza a su pareja, esparció gasolina por la cama y con una lámpara le prendió fuego, mientras los tres niños permanecían en la habitación y, ante los gritos de la madre, el joven Gabriel Payano Peña, vecino de la familia, acudió en auxilio y logró romper la puerta y sacarlos ilesos.
En el hecho, la casucha en que vivía la mujer y sus hijos, al igual que otras siete de los alrededores, fueron reducidas a cenizas. Con lo que se agrava el drama de la familia que quedó al mismo tiempo damnificada junto a sus vecinos.
Según las versiones recogidas y confirmadas por una tía del agresor, éste tiene otra familia. Las condiciones de las víctimas no pudieron comprobarse de inmediato porque la familia se llevó a la madre y a los niños para varios lugares como forma de protegerlos porque Solís Ubrí permanece prófugo.
El hecho ocurrió en el llamado callejón Payano, un lugar muy pobre inundado por aguas residuales a escasa distancia del río Ozama, en la calle Ricardo Carty de Los Guandules. Este intento de asesinato ocurre sólo 48 horas después de que sucediera la tragedia de Invivienda en que un hombre mató a su ex pareja, la madre, la hermana y la sobrina de ésta, que era apenas una bebé de dos años de edad.
El hombre identificado como Diómedes Solís Ubrí, luego de darle una golpiza a su pareja, esparció gasolina por la cama y con una lámpara le prendió fuego, mientras los tres niños permanecían en la habitación y, ante los gritos de la madre, el joven Gabriel Payano Peña, vecino de la familia, acudió en auxilio y logró romper la puerta y sacarlos ilesos.
En el hecho, la casucha en que vivía la mujer y sus hijos, al igual que otras siete de los alrededores, fueron reducidas a cenizas. Con lo que se agrava el drama de la familia que quedó al mismo tiempo damnificada junto a sus vecinos.
Según las versiones recogidas y confirmadas por una tía del agresor, éste tiene otra familia. Las condiciones de las víctimas no pudieron comprobarse de inmediato porque la familia se llevó a la madre y a los niños para varios lugares como forma de protegerlos porque Solís Ubrí permanece prófugo.
El hecho ocurrió en el llamado callejón Payano, un lugar muy pobre inundado por aguas residuales a escasa distancia del río Ozama, en la calle Ricardo Carty de Los Guandules. Este intento de asesinato ocurre sólo 48 horas después de que sucediera la tragedia de Invivienda en que un hombre mató a su ex pareja, la madre, la hermana y la sobrina de ésta, que era apenas una bebé de dos años de edad.
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