Impiden un adecuado desarrollo emocional en los pequeños
Regalar demasiado «va en contra» del desarrollo emocional
del niño y produce un «efecto anestesiante» que «insensibiliza» al niño y
hace que se le «reste valor al esfuerzo, a la generosidad y a la
austeridad», ya que comprar muchos regalos a los pequeños puede hacer
perder la perspectiva de estos valores, según la psicóloga clínica y
educativa Elena Borges.
Borges ha asegurado que existe una cultura del niño
«hiperregalado» que puede «pasar factura» en un futuro a los pequeños.
«Es muy necesario poner límites y establecer lo coherente, lo necesario y
lo prioritario», ha defendido. Asimismo, ha afirmado que la sociedad es
muy «abotargadora» con los regalos y por ello los padres han de «ser
fuertes» y «saber qué necesitan los niños». «Hay que
dotar a los niños de juegos funcionales, creativos, socializadores, que
establecen verdaderos lazos afectivos y producen salud mental en el
niño», ha matizado.
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Los padres deben hacerse preguntas
Borges ha defendido que los padres «tendrían que
preguntarse» qué vacíos «están supliendo» dando «demasiados» regalos a
los niños. A su juicio, esto puede ser consecuencia de «todo aquello con
lo que no han sido gratificados en su época», aquello que «tiene el
vecino y ellos quieren tener también», o querer comprar «muchos regalos»
para «suplir el tiempo que no se dedica» a los niños.
Los padres «han de plantearse que al niño se le estima más por la
calidad de tiempo que estés con él, por el cariño y la comprensión, que
por el exceso de regalos».
Por último, Borges ha sostenido que en la buena práctica hay que «ser austero y establecer prioridades». Comprar regalos que se les vaya a «dar uso», que sean «necesarios» y utilizar «juegos socializadores».
ABC
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