El ex presidente de los Estados Unidos, llevaba ingresado casi dos meses en Houston por complicaciones de una bronquitis
El 41º mandatario estadounidense, de 88 años, fue internado el pasado 23 de noviembre
en el Hospital Metodista de Houston debido a complicaciones de una
bronquitis y el 23 de diciembre fue trasladado a la unidad de cuidados
intensivos a causa de una fiebre elevada.
Sin embargo, seis días más tarde la abandonó para seguir recuperándose en el centro hospitalario y, desde entonces, su salud fue mejorando hasta que el pasado sábado, su hijo y ex gobernador de Florida, Jeb Bush, anunció que se esperaba que abandonara el hospital este lunes.
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"Estoy profundamente agradecido a los doctores y enfermeras del hospital, quienes han cuidado muy bien de mí", indicó George Bush padre en un comunicado facilitado a los medios a través de su vocero, Jim McGrath.
"Permítanme añadir cómo me emocionaron los muchos mensajes de apoyo recibidos por parte de amigos y compatriotas. Sus oraciones y buenos deseos me ayudaron más de lo que creen y, dirigiéndome a casa, mi única preocupación es que no podré responderle a cada uno por sus amables palabras", concluyó el ex mandatario.
En otro comunicado, la doctora Amy Mynderse, quien estuvo a cargo del ex presidente mientras permaneció ingresado, señaló que no necesitará tomar ninguna medicación especial cuando esté en casa, aunque deberá seguir con la terapia física.
Sin embargo, seis días más tarde la abandonó para seguir recuperándose en el centro hospitalario y, desde entonces, su salud fue mejorando hasta que el pasado sábado, su hijo y ex gobernador de Florida, Jeb Bush, anunció que se esperaba que abandonara el hospital este lunes.
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"Estoy profundamente agradecido a los doctores y enfermeras del hospital, quienes han cuidado muy bien de mí", indicó George Bush padre en un comunicado facilitado a los medios a través de su vocero, Jim McGrath.
"Permítanme añadir cómo me emocionaron los muchos mensajes de apoyo recibidos por parte de amigos y compatriotas. Sus oraciones y buenos deseos me ayudaron más de lo que creen y, dirigiéndome a casa, mi única preocupación es que no podré responderle a cada uno por sus amables palabras", concluyó el ex mandatario.
En otro comunicado, la doctora Amy Mynderse, quien estuvo a cargo del ex presidente mientras permaneció ingresado, señaló que no necesitará tomar ninguna medicación especial cuando esté en casa, aunque deberá seguir con la terapia física.
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