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Mercado de ropa y comida en las calles trastorna Ciudad Sanitaria


AUTORIDADES DE SALUD DICEN EL PROBLEMA ES UN DOLOR DE CABEZA



  • Irregularidades. Sin la más mínimas condiciones de higiene, sobre cualquier escaparate instalado en las aceras públicas, que han ocupado durante buen tiempo, a la vista de todos, decenas de personas preparan y venden aquí comida al público, frente a la Ciudad Sanitaria.
Una especie de mercado donde puedes encontrar desde comida hasta ropa y calzado es el paisaje que observa todo ciudadano que va en busca de asistencia médica a la Ciudad Sanitaria Doctor Luis Eduardo Aybar.
Sombreros, blusas, camisas, cintillos, medias y comestibles, como víveres, frutas, tostadas, jugos, galletas, golosinas y otros, son solo parte de las cosas que están en oferta de venta en los diferentes negocios que operan en un espacio del lugar.
Transeúntes, empleados del área, incluyendo del personal del hospital, llegan de compras a este mercado.
Las aceras de la  avenida Federico Velásquez, frente al hospital Luis Eduardo Aybar (Morgan), el centro Activo 20-30 y el Instituto Dermatológico y Cirugía de la Piel Huberto Bogaert Díaz, es la más arrabalizada.
Este mercado, frente a la ciudad sanitaria que además comprende al Morgan, el Centro de Educación Médica de Amistad Dominico-Japonesa (CEMADOJA), El Centro Cardio-Neuro Oftalmológico y Trasplante (Cecanot), Centro de Gastroenterología, Unidad de Quemados y Casita de Monjas, se ha convertido en un dolor de cabeza, según César Gesurum, director del Morgan.
“Es un dolor de cabeza de la Ciudad Sanitaria; no solo del hospital, sino de nuestros vecinos, como el Instituto Dermatológico y el Activo 20-30, porque esa área le da un aspecto de condiciones infrahumanas a la entrada de un hospital que debe ser totalmente limpia”, expresó el galeno.
Aseguró que junto al Ayuntamiento del Distrito Nacional y la Autoridad Metropolitana de Transporte se está trabajando para solucionar la problemática. Sin embargo, el director de la Amet dijo que van a intervenir en la zona, aunque aún no tiene fecha.

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“Vamos a intervenir. No tenemos fecha, pero sí está pautado que lo vamos a intervenir, porque es otro de los puntos caóticos, y el espacio público hay que defenderlo”, expresó el general Juan Gerónimo Brown, director de la Amet.
Brown afirma que esa actividad próximo a un hospital es irregular y que falta a la ley que los vendedores informales utilicen los espacios públicos.
Harán normativas
El secretario general del ADN, Andrés Navarro, dijo a Listín Diario que  el consejo de regidores del cabildo aprobó una resolución de una normativa sobre uso de los espacios públicos.
Explicó que se realizará una zonificación de tolerancia de los espacios públicos de los principales hospitales de la capital, tales como el Morgan y el Francisco Moscoso Puello.
Sostuvo que serán identificadas las zonas donde no es posible la venta informal y otras donde se podrá hacer la actividad, pero con algunas restricciones.
Navarro dijo que estas normas estarán establecidas en universidades, el centro histórico y hospitales.
Otro problema que enfrentan los centros de salud, agregó Navarro, además de las ventas ambulantes, son el deterioro de las aceras, para lo cual se hará un programa de reconstrucción de esos espacios. Dijo también será mejorado el alumbrado y arbolado urbano, a través de un programa que iniciará a partir de enero próximo, en conjunto con la Amet y el ministerio de Medio Ambiente. Dijo que el alcalde Roberto Salcedo se reunió con el ministro de salud, Freddy Hidalgo, para tratar sobre el control sanitario en las ventas próximo al centro de salud.
HAITIANOS Y DOMINICANOS EN LAS VENTAS
La mayoría de los vendedores son de origen haitiano. Estos se dedican a la venta de jugos, frutas, ropa, caramelos y cocos. El vendedor Manuel Nicolás lleva tres años con su paletera, frente al Morgan, y dice haber escuchado comentarios de que hay un proyecto del ADN para “hacer mesas y nosotros vender”.
En tanto, la señora Milagros Hernández, quien vende ropa, dijo que agentes de la Policía Nacional la han sacado del lugar, pero ella regresa a su negocio. Sostuvo que en esa situación lleva tres meses, pero vuelve al lugar porque de ahí depende su sustento. De su parte, la vendedora Ángela Pérez asegura que nunca ha tenido problemas en los tres años que tiene vendiendo zapatos, gorros y vendas que ella misma teje.

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