Más grande y más potente que el anterior modelo de Samsung, la Galaxy Note 10.1 funciona también con el sistema operativo Android de Google. Pero su principal innovación es la incorporación de un lápiz óptico, bautizado 'S Pen', que puede ser utilizado como un sustituto del 'mouse' o como un lápiz corriente.
"Si usted no desea utilizar el S Pen, no está obligado, pero es realmente el corazón y el alma del equipo", dijo Shoneel Kolhatkar, director de estrategia de productos de Samsung en Estados Unidos, a un grupo de periodistas antes de la presentación oficial, a la que fueron invitadas celebridades como el cineasta Baz Luhrmann o el diseñador de moda Zac Posen.
"Con el dedo uno no sabe muy bien si se hizo clic en el enlace. El S Pen permite una mayor precisión y control", agregó.
"Por primera vez, escribir a mano en una tableta tiene sentido", señaló otro responsable de Samsung, Travis Merrill, revelando que el aparato es sensible a la presión que se ejerce, y puede darse cuenta que es el lápiz y no el dedo el que se apoya en la pantalla cuando se escribe.
La tableta puede igualmente transformar la escritura manual en caracteres de imprenta y corregir planos y esquemas. Samsung desarrolló esta funcionalidad pensando, por ejemplo, en los estudiantes que toman notas.
El dispositivo permite, además, utilizar distintas aplicaciones al mismo tiempo al dividir la pantalla en distintas ventanas.
La nueva tableta es más grande que el modelo anterior de Samsung, con una diagonal de pantalla de 25,6 centímetros (10,1 pulgadas). Además, es más potente, con un procesador de cuatro núcleos y una memoria de 2 gigabytes (GB).
La Galaxy Note 10.1 se venderá en Estados Unidos a 500 dólares el modelo con 16 GB de memoria y a 550 dólares, el de 32 GB.
Samsung ya comercializa desde la semana pasada el Galaxy Tab 10.1 en algunos países, entre ellos Alemania. Pero su lanzamiento en Estados Unidos es el puntapié inicial de su estrategia para competir con el iPad de Apple en todo el mundo.
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