La empleada del Servicio Postal Monique Miller tuvo que hidratarse como nunca hoy.
FILADELFIA
- Las carreteras se dilatan, las aguas del lago Míchigan están
inusualmente calientes para esta época del año e incluso un
descarrilamiento menor de un tren en las afueras de Washington fue
atribuido al calor, que se intensificó hoy en gran parte del país y ha
dejado 30 muertos.
Los termómetros
marcarían al menos 37.7 grados centígrados (100 Fahrenheit) en
Filadelfia, según los pronósticos, en tanto que fueron emitidas
advertencias de temperaturas excesivamente altas para varios estados en
el centro norte del país, tras varios días de calor sofocante, a la par
de fuertes tormentas que dejaron sin electricidad algunas zonas desde
Míchigan hasta la costa este.
Muchos
estadounidenses se lanzaron al agua de piscinas y fuentes. Otros
prefirieron ir al cine o meterse al tren subterráneo, sólo para tener
aire acondicionado.
El fenómeno
climático más notable fue la fuerte tormenta que ocurrió de súbito el
pasado fin de semana y que dejó lluvias en la región del Atlántico,
donde miles continuaban sin electricidad una semana después.
Cuando menos 30
muertes de personas fueron atribuidas al calor y otras más al mal
tiempo, o una combinación de ambos climas. Cientos de miles de personas
continuaban hoy sin energía eléctrica, principalmente en Virginia
Occidental, Ohio y Míchigan.
A una persona se le ocurrió evitar el calor permaneciendo dentro de su vehículo.
Ese fue el plan de
Roger Sinclair, de 60 años, quien regresaba el sábado a su casa en
Batavia, Illinois, desde Detroit, tras visitar varios días a un amigo de
antaño y asistir anoche al partido de béisbol de los Tigres.
Aunque disfrutó el encuentro, con la victoria por 4-2 de los Tigres, las condiciones climáticas fueron menos que las ideales.
“El termómetro
alcanzaba 36.1 grados centígrados (97 Fahrenheit) en el primer
lanzamiento y marcaba arriba de 26.6 (80 Fahrenheit) al momento del
último out”, señaló Sinclair. “El calor era muy severo. No había brisa”,
apuntó.
Antes de dirigirse a
su casa, Sinclair quiso ver una embarcación de transporte de mineral de
la firma Great Lakes cuando navegaba por los canales de la ciudad. Así
pues, siguió a uno de los barcos de manera paralela por el río Detroit,
lo rebasó y se estacionó en Belle Isle, que se ubica a la mitad del río,
entre la ciudad y Windsor, Ontario.
Sinclair, ubicado a
la orilla y con gafas de sol puestas, observó el desplazamiento a poca
velocidad de la embarcación Algomarine con dirección hacia el oeste.
"Esto no se ve en
Chicago", señaló Sinclair, quien trabaja como despachador en la unidad
telefónica de atención a clientes de una empresa de fontanería.
Cuando se perdió a la distancia la embarcación, Sinclair regresó a su vehículo.
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