Un escuadrón de aviones militares que dejaron estelas con los colores de
la bandera francesa abrió el sábado la primera celebración del Día de
la Bastilla presidida por François Hollande, la cual concluyó con un
descenso de paracaidistas sobre los Campos Elíseos.
Bajo un cielo nublado, la pompa para celebrar el comienzo de la
Revolución Francesa en 1789 comenzó con gaitas, galas de equitación y
varias versiones del himno nacional, la Marsellesa. Cazas sobrevolaron
ruidosos en formación mientras unidades militares y tanques desfilaban
por la amplia avenida.
Bajo un cielo nublado, la pompa para celebrar el comienzo de la
Revolución Francesa en 1789 comenzó con gaitas, galas de equitación y
varias versiones del himno nacional, la Marsellesa. Cazas sobrevolaron
ruidosos en formación mientras unidades militares y tanques desfilaban
por la amplia avenida.
Intensas ráfagas de viento desviaron a uno de los paracaidistas del
lugar previsto de aterrizaje en el final del desfile y lo enviaron a
algunos metros de distancia hasta la Plaza de la Concordia. Después de
los festejos, el presidente fue a visitar al paracaidista que se reponía
frente a una fuente y éste le dijo que se había torcido un tobillo pero
que estaba bien.
Una disputa familiar relacionada con la actual pareja de Hollande,
su ex compañera sentimental, su hijo y un mensaje insidioso de Twitter
también empañaron la jornada. La primera dama Valerie Trierweiler
presenció el desfile desde la primera fila, pero ella y las parejas de
otros dignatarios se sentaron separadas de sus maridos, como en los
últimos años.
Hollande intentó apaciguar la atención sobre el
asunto en una entrevista ofrecida poco más tarde, cuando dijo que quería
mantener separadas sus vidas pública y privada, y que le había pedido a
sus allegados que hicieran lo mismo.
El Día de la Bastilla
conmemora el 14 de julio de 1789 cuando una multitud irrumpió en la
prisión de la Bastilla para encender la mecha que desató la Revolución
Francesa.







0 Comentarios