Ubicado en el condado escocés de Aberdeen, tuvo una inversión de casi US$1.200 millones. Su construcción enfureció a conservacionistas y provocó la ira del Parlamento
Crédito foto: AP
El desarrollo del flamante Trump International Golf Links estuvo plagado de inconvenientes desde que el magnate de los bienes raíces anunció el proyecto en 2006. El plan inicial era levantar "el mayor campo de golf del mundo" en el Polígono Menie, cerca de Balmedie en Aberdeenshire, junto con un hotel y cientos de nuevos hogares.
Pero luego de la férrea oposición de los conservacionistas del lugar, Trump se vio obligado a reducir un desarrollo que, según él, dejaría 50 millones de libras esterlinas (US$ 77,5 millones) por año en forma de ingresos por turismo, así como también la creación de miles de puestos de trabajo. Aunque debido a esta presión, por ahora sólo se inauguró el campo de golf, ya que el hotel y las casas todavía no se han confirmado.
La mayor preocupación durante la etapa de planificación fue que el complejo provocaría la expropiación forzosa de las personas que vivían allí, ya que las obligaría a venderle sus casas al multimillonario neoyorquino. Sin embargo, la fuerte oposición del grupo Tripping up Trump desembocó en que la mayoría de los planos tuvieran que volver a trazarse.
Por su parte, el Wildlife Trust de Escocia también se opuso enérgicamente al desarrollo, afirmando que su construcción destruiría partes sensibles del medioambiente de una zona que está clasificada como Sitio de Especial Interés Científico (SEIC).
No obstante, la oposición por el medioambiente no fue la única que criticó a Trump. También lo hizo el primer ministro escocés, Alex Salmond, quien tenía la intención de aumentar la cantidad de parques eólicos en la costa.
Temeroso de que las turbinas de viento pensadas para estar cerca del complejo fuesen a ser una "monstruosidad", Trump de inmediato calificó como una "mala versión de Disneylandia" la idea del premier y lo presionó para que cambiara de opinión, según aseguró la versión británica del portal Yahoo!.
Pero luego de la férrea oposición de los conservacionistas del lugar, Trump se vio obligado a reducir un desarrollo que, según él, dejaría 50 millones de libras esterlinas (US$ 77,5 millones) por año en forma de ingresos por turismo, así como también la creación de miles de puestos de trabajo. Aunque debido a esta presión, por ahora sólo se inauguró el campo de golf, ya que el hotel y las casas todavía no se han confirmado.
La mayor preocupación durante la etapa de planificación fue que el complejo provocaría la expropiación forzosa de las personas que vivían allí, ya que las obligaría a venderle sus casas al multimillonario neoyorquino. Sin embargo, la fuerte oposición del grupo Tripping up Trump desembocó en que la mayoría de los planos tuvieran que volver a trazarse.
Por su parte, el Wildlife Trust de Escocia también se opuso enérgicamente al desarrollo, afirmando que su construcción destruiría partes sensibles del medioambiente de una zona que está clasificada como Sitio de Especial Interés Científico (SEIC).
No obstante, la oposición por el medioambiente no fue la única que criticó a Trump. También lo hizo el primer ministro escocés, Alex Salmond, quien tenía la intención de aumentar la cantidad de parques eólicos en la costa.
Temeroso de que las turbinas de viento pensadas para estar cerca del complejo fuesen a ser una "monstruosidad", Trump de inmediato calificó como una "mala versión de Disneylandia" la idea del premier y lo presionó para que cambiara de opinión, según aseguró la versión británica del portal Yahoo!.
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