— Reshma Banu, de 19 años, se
sienta en la escalera afuera de la casa de sus padres, mirando la
pequeña pantalla de su teléfono celular.
El video en la pantalla la mantiene fascinada: es un video casero muy corto de su bebé, Afreen.
Los momentos ahí capturados son preciosos porque muestran con vida a
la única hija de Banu. Afreen murió en el hospital. Tenía tres meses de
edad.
Las autoridades aseguran que la bebé fue
admitida en el hospital con mordeduras, quemaduras de cigarro y el
cuello dislocado. La policía asegura que fue asesinada por su padre.
“Después del parto, mi marido vino a verme a mí y al bebé. Dijo: 'Es una niña, ¿por qué tuviste una niña?'".
Él quería un niño, un heredero. Las niñas son demasiado caras, dijo.
Un par de días después de dar a luz, Banu recibió un ultimátum de su
esposo.
“Por su boda nos pedirán 100.000 rupias (casi 1.800 dólares) por todo
el gasto. Si puedes conseguir esa cantidad con tu madre, entonces
consérvala, si no puedes, mátala”, dijo Banu recordando las palabras de
su esposo.
Ella no creyó que fuera en serio y estaba segura que él cambiaría su
forma de pensar una vez que tuviera en sus brazos a la pequeña.
Tres meses después, su bebé está muerta y su esposo está bajo
arresto, acusado de golpearla hasta la muerte. La policía informó que el
hombre confesó el asesinato.

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