Un
joven pakistaní sufre de una rara enfermedad que le ha dejado con una
cabeza gigante al igual que el "hombre elefante" original, dio una
entrevista a The Sun inglés diciendo que solo quiere ser “normal” y
poder tener muchos amigos.
Brave
Sain Mumtaz, de 22 años, nació con un cuerpo de tamaño medio, pero una
cabeza muy grande, prácticamente deforme. Sin embargo, a pesar de su
aspecto terrorífico podría legar a ahuyentar a algunas personas, ha
sido muy bien aceptado por los lugareños de su ciudad, Lahore, que
vieron más allá de su aspecto y esperan entre todos ayudar a curarlo.
Un
amigo de Sain, llamado Pal, le dice mi "amigo gigante” y cuenta que
“entre todos estamos ayudando a mantener su ánimo en alto, y estamos
viendo la posibilidad de pagarle un viaje para que lo vea algún
especialista y trate de descubrir lo que está mal con él. Queremos que
mejore su vida cotidiana.”
Y
obviamente, Sain nos cuenta un poco de su historia: "He sido así desde
que nací. Mi cara, los brazos y las piernas todas difieren en tamaño. Es
obvio, la gente asume que no soy como los demás, que no soy un ser
humano normal”. Pero Sain no se rinde ante nada. "Estoy mentalmente en
forma y entiendo todo. Yo vivo mi vida como todo el mundo, a pesar de
toda mi familia incluyendo a mi madre, padre, hermanos y hermanas,
ninguno, gracias a Dios, no nacieron con esta condición.”
Y
el hombre elefante contó lo que le pasaba las primeras veces cuando
recien salia a la calle. "La gente solía huir de mí. Me tenían miedo.
Miedo a lo diferente. Pero ahora me tratan con normalidad y es más, se
sientan a hablar conmigo y todo” cuenta un emocionado Sain.
El
mayor deseo de este hombre es de ser querido y respetado por la gente.
"Todos me llaman amigo. Eso quiero, ser querido, Tener muchos amigos.
Igualmente, un día espero ser curado y conocer a una mujer que me ame. "
La
enfermedad le fue diagnosticada cuando era chico, el pobre Sain padecía
el síndrome de Proteus - la misma condición como "hombre elefante"
Joseph Merrick - conocida por afectar una sola parte del cuerpo.
Pero
en el caso de Sain, la deformidad simétrica de la cara y del cráneo
sugiere que éste está afectado por una variante única de la condición
extrema.
“Una
vez creía que había sido maldecido por Dios y que no había nada para mí
en la vida, pero gracias al apoyo de mi familia y de los vecinos, yo
pude salir adelante” dijo Sain que no ha visto a un médico desde que le
dijeron que este síndrome de Proteus no tendría cura.
Pero
su familia se aferran a la esperanza de que Sain está sufriendo de
algún trastorno de crecimiento excesivo y si esto fuera cierto, entonces
es muy posible que haya tratamientos que le puedan ayudar.
Su
padre, Wazir Ali, dijo al diario ingles: "Queremos descubrir lo que
está mal con él, y si algo se podría hacer para mejorar su vida. Él
tiene grandes esperanzas para su futuro, un día le gustaría dirigir una
empresa y encontrar una esposa que lo quiera como es." Ojalá.
Via El Pulmon
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