Obtener una pinta de sangre puede conllevar un costo, para el paciente, que oscila entre los 1,900 y 5,000 pesos, dependiendo del lugar, el tipo de sangre y las analíticas que se le practiquen, lo cual se convierte en una de las tantas dificultades que debe enfrentar la población dominicana al momento de requerirla.
Además de disponer de recursos económicos para suplir esa necesidad, que en la mayoría de los casos se busca para atender una emergencia médica, el demandante tiene que llevar al banco de sangre, sea público o privado, como requisito indispensable un donante de reposición, debido a que en el país no hay cultura de donación voluntaria.
Ante la dificultad de encontrar donantes, con frecuencia el paciente o familiar se ve obligado a buscar donantes remunerados, que aunque el lucro o comercialización de la sangre está prohibida por ley, se hace de manera extraoficial. Algunos de ellos frecuentan los alrededores del banco de sangre, y cobran entre 500 y 1,500 pesos por donación.
Los costos representan una gran limitante, fácilmente un paciente que tenga que ser sometido a una cirugía compleja, sobre todo cardiovascular, requiere tener depositado en el centro asistencial antes del procedimiento alrededor de 18 unidades, entre plasmas, plaquetas y sangre total.
Representantes de bancos de sangre coinciden en que ese es un producto que no se comercializa y que el precio con que llega al público una unidad está íntimamente vinculado al costo de las analíticas que requiere para convertirse en sangre segura.

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