Sus paredes lucen descuidadas, y en los jardines es evidente el abandono. Siendo el monumento un faro, y su principal característica la iluminación, su entorno carece de luz que garantice seguridad a los que les visitan.
Esta situación, junto a la falta de un patrullaje policial, aumenta la ola delictiva.
SIN trató en tres oportunidades de conversar con los directivos de este patrimonio, pero fue imposible.
Se recuerda que esta obra fue construida en honor a Cristóbal Colón y fue inaugurada en 1992.
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