CON 17 AÑOS DE EDAD, A SORY JULIA APENAS LE
QUEDABA UNO DE VIDA CUANDO LOGRÓ SE LE HICIERA UN TRASPLANTE DE HÍGADO
Para Sorayda de los Santos, su madre y empleada doméstica de una familia capitalina, ha sido la confirmación de que los milagros existen y una muestra de que para una madre nada es imposible cuando se trata de salvar la vida de un hijo.
Desde los 12 años, su hija empezó a presentar color amarillento, hinchazón en el abdomen y los pies, que con el tiempo se fueron complicando con fuertes dolores de barriga y un cansancio que le impedía jugar, correr, bailar y saltar como otros niños de su edad, aunque nunca dejó de asistir a la escuela, donde actualmente cursa el tercero de bachillerato.
A los 15 años le hablaron por primera vez de la necesidad de un trasplante. Su diagnóstico era de fibrosis hepática congénita, que luego se convirtió en cirrosis hepática (cáncer). Sory Julia es la mayor de los cuatro hijos de Sorayda, quien confiesa que veía con gran dolor el deterioro en la salud de su hija.
Su madre cuenta que a sus esperanzas “les empezaron a salir alas” cuando llegó al Hospital General de la Plaza de la Salud (HGPS), donde funciona el único programa de trasplante de hígado y médula ósea del país, pero también se acrecentaron sus problemas, dado los costos que ello representaba.
0 Comentarios